Narra Taehyung.
— Kook... realmente no quiero ir— dije sin ganas.
— Estuviste casi toda la semana acostado ahí. Es navidad y necesitas salir de esa estúpida cama. Aparte ya acordaron en donde se encontrarían y cuando, no puedes simplemente cancelarle todo.
— Te odio Jungkook— suspiré y con pereza me levanté de la cama.
— ¿Ya te bañaste?
— Si.
— Te compré más ropa, en tu armario ya casi no tienes nada bueno.
— No me digas que me compraste un pantalón ajustado.
— No, te compré de los holgados como a ti te gustan.
— Te odio, pero también te amo. Aunque después voy a tener que deberte algo.
— Considéralo tu regalo de navidad— me guiñó el ojo.
— Luego te compraré un regalo— le sonreí, a lo que él me devolvió la sonrisa.
— ¡Hyung! ¡Comenzó a nevar!
Miré por la ventana mientras me ponía la bufanda.
Algo iba suceder hoy, y no sé si es algo bueno o malo, pero ya lo presentía.
— ¿Ya estás hyung?— me miro con detalladamente desde mi cabeza hasta los pies.— Perfecto, ya podemos ir saliendo.
Cuando salimos la ráfaga de viento nos hizo temblar.
— Hace bastante frío... ¿Quieres que te lleve?— me preguntó.
— No, mejor ve rápido con tus padres... deben estar esperándote.
— Está bien... ¡Te deseó suerte con Jimin!— me guiñó el ojo. Yo lo ignoré y comencé a caminar hacia mi objetivo.
Mientras caminaba notaba que las calles y las casas se iban llenando de nieve.
Me detuve en el lugar en el que nos encontraríamos. Jimin aún no había llegado, así que me senté en una banca que había ahí.
A medida que los minutos iban pasando, aquellos recuerdos volvían al igual que esas estúpidas voces.
"Hay que quemarlo, a ver si ahí si puede morir"
"¿Por qué no te mueres de una vez?"
"Muere"
"¡Traes desgracias al pueblo!"
"¡Desaparece!"
¡Déjenme en paz!
Me tapé fuertemente los oídos, pero las voces seguían ahí.
— ¡Taehyung!— alguien me sacudió, haciendo que reaccione— ¿Estás bien? Estás muy pálido y todo transpirado ¿Qué paso?
— Nada... no pasa nada— tomé algo de aire y luego me levanté.
Él se acercó a mi y demasiado. Quise retroceder, pero la banca estaba detrás mío, así que no tuve otra opción que quedarme quieto.
Él sacó un pañuelo de su bolsillo y comenzó a pasármelo lentamente por todo el rostro.— También estabas llorando...— me secó debajo de los ojos, luego las mejillas y por último me corrió el flequillo y me secó la frente.
Cuando terminó, guardó el pañuelo en donde estaba.
Pensé que se iba apartar, pero seguía igual de cerca. Por suerte era más alto que él, pero eso no impedía que el mire fijamente mis labios.
— Em Jimin— lo llamé para que reaccione, aunque él llevó ahora su mirada a mis ojos— estás muy cerca.— El color de sus mejillas se fueron convirtiendo en un rojo muy intenso.
—¡Lo-lo siento!—se separó enseguida.
— No importa.Vayamos a comer algo— comencé a caminar.
— O-okey...— me siguió.
Pasamos por varios lugares para comer, pero la mayoría estaban llenos de personas.
— Aquí no hay mucha gente, entremos.
Él asintió y se pegó a mi cuando entramos.
Nos sentamos cerca del ventanal y pedimos algo del menú.
El lugar era bastante humilde, así que no había gran variedad.
A lo contrario de lo que pensé, mientras comíamos hablamos bastante. Me enteré además que teníamos bastantes gustos similares. A él le gustaba cantar al igual que a mi. Teníamos también los mismos gustos en comidas, colores, música y muchas otras cosas más.
Cuando terminamos de comer, pagué la cuenta. Aunque él me dijo que luego me devolvería el dinero, a lo que yo me negué.
Al salir decidimos ir a los videojuegos, hasta que vimos a un montón de gente reunida, por lo que Jimin se acercó para ver que sucedía, luego vino corriendo hacia mi.
— ¡TaeTae! ¡BigBang está ahí y están regalando discos, y firmándolos!— abrí los ojos sorprendido al escucharle.
— ¡Vamos rápido!
— Pero hay mucha gente, es imposible pasar.
— Para esto se usan los empujones—le guiñé el ojo.— Agárrate fuerte de mi abrigo.— Él asintió y con las mejillas de un tono carmesí, se sujetó.
Nos adentramos a la multitud y fui pidiendo permiso, y para los que me ignoraban y no se corrían, los empujaba. Así hasta que llegamos a ellos.
❄️
— Jungkook me va amar por esto— sonreí satisfactorio por mi logro.
Miré luego a Jimin, quien se encontraba mirando emocionado su disco firmado.
— ¡Estoy tan feliz! ¡Gracias a ti también conseguí una foto con Taeyang! Me la pondré de perfil en todas mis redes sociales, así les presumo a los demás que lo conocí— sonrió orgulloso.
— Que malo— me burlé y seguimos caminando, hasta que Jimin de la nada deja de caminar— ¿Por qué te detienes?
— TaeTae... ¿P-puedo agarrar tu mano?— se sonrojó bastante al preguntarme aquello, y sus ojos además, comenzaron a brillar.
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No me Olvides ✦Vmin✦
FanfictionAntes su vida era normal, pero al cumplir los 20 años, ésta se detuvo. Todos sus conocidos y familiares empezaron a envejecer mientras que él seguía igual. Él no podía envejecer. ¿Cuantos años pasaron desde eso? No lo sabe, perdió la cuenta, pero si...