7.

14.8K 1.1K 120
                                    

¿Qué es, qué podría hacer?

Me imagino cosas muy rápido.

Solo si vienes conmigo. 

Pasarán las 4 am y seguiremos despiertos

-Let's Get Lost - G-Eazy ft Devon Baldwin

~*~


El silencio en el interior del auto es incomodo, sin embargo, Scott, no hace nada para eliminarlo. Quería que parara para regresar a mi trabajo. Ciertamente, trabajar con él era lo último en mi lista. Mucho más luego de la escena que había montado frente a Rachel.

—Quiero regresar a mi trabajo —digo, recordando el camino que había cruzado aquella noche a la casa de Scott. Era el mismo camino que aquel chico -del cual no recordaba el nombre-, había tomado—. No voy a trabajar con tu casa.

—Si trabajas en la de Harrison lo harás en la mía.

—No eres mi jefe —frunzo el ceño, dándole una mirada. Scott está serio, con la fija vista en el camino. Soy capaz de notar la sombra de un gesto enojado apoderarse de su rostro, sin embargo, esto desaparece en una abrir y cerrar de ojos—. Aún no entiendo por qué los dos están empeñados en arruinar mi vida, no los conozco y, sinceramente, tampoco me interesa hacerlo.

>>Aunque para ser sincera: Grant me agrada mucho más que tú.

—Grant es un hijo de mami —él responde, por su parte, dándome una rápida mirada justo cuando se detiene en la entrada de la urbanización—. Créeme, sé cuando te digo que él ama más a su madre que a otra cualquier persona.

—Yo amo a mi mamá —digo, porque, en cierto punto, es cierto.

—No me refiero a eso —murmura, esta vez no deja su atención sobre mí, se encarga de llevar su auto hasta el final de la calle, justamente donde está su -enorme-, casa—. Grant es de las personas que te usa hasta exprimir todo de ti y luego te desecha cuando no eres útil —me observa luego de estacionar el auto frente a su casa—, puedes creerme o no, ciertamente no me importa, pero lo que digo es cierto.

Baja del auto, dejándome completamente confundida.

Sé que no debería moverme, sin embargo lo hago, pero me veo detenida una vez que el seguro de niños es quitado. Scott está frente a mí, invadiendo mi espacio personal mientras me observa con intensidad.

—Eres muy dulce como para que caigas en manos de Grant —dice—, o en las mías.

Dicho eso, se aleja sin quitar sus ojos de mí. No sé qué hacer, él está frente a mí, esperando alguna respuesta de mi parte, sin embargo me quedo estática, sopesando mis opciones. Podría correr, pero no llagaría lejos y la otra era entrar con él, algo que no estaba dispuesta a hacerlo.

—No me interesa trabajar con alguno de los dos —suelto, sintiéndome momentáneamente enojada—. No puedes solo llegar y sacarme de mi lugar de trabajo de esa manera. No te conozco.

>>Si quieres que alguien te ayude con la decoración de tu casa hay otras personas que pueden hacerlo, por lo cual no aceptaré.

Sé que él nota la manera en la que me muevo, y mantengo una maldición dentro de mí cuando el sujeta mi brazo, impidiendo que me mueva de mi lugar.

—Verás —dice, colocándome de manera que estoy apoyada contra el auto. Scott no pierde el tiempo y se acerca un poco más a mí, logrando que la incomodidad salga a flote en mi cuerpo. Está demasiado cerca. Mucho más cerca que cualquier hombre que yo hubiera conocido—. El hecho de que no quiero que caigas en mis manos, o en las de Grant, no quiere decir que te encuentre... atractiva.

BAD GUYS II: DRIFTING. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora