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Capítulo dedicado a...  Anna_morrison Aún cuando no me saludas, wey ;-; </3

Sólo paso para dejarles ésta belleza que salió de las manos de xMaterialGirlx creo que me he enamorado. ¡Muchas gracias! <3

Recuerden que los capítulos +18 estarán disponibles para las personas que me siguen. <3 

Si lo tuviera a mi manera, te derribaría

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Si lo tuviera a mi manera, te derribaría.

Si lo tuviera a mi manera, te llevaría fuera.

Y si mi cuerpo lo pudiera decir, volvería otra vez.

Tengo miedo de lo que pueda decir, porque estoy al borde.

~Body Say - Demi Lovato

Música y luces de neón llenan el ambiente, el ruido es tan alto que no soy capaz de escuchar mis pensamientos, sin embargo, soy capaz de sentir el cuerpo de Scott detrás de mí. Durante el camino al local, mis pensamientos estaban anclados en un restaurante tranquilo, sin embargo, ésta discoteca estaba lejos de lo que había imaginado.

—¿Quieres bailar? —La voz de Scott es un eco ronco en mi oído. Tenerlo tan cerca, era algo que me incomodaba, sin embargo, preferiría tenerlo a él que a cualquier otro desconocido.

Niego.

No quería bailar, no cuando me sentía medio desnuda por culpa del vestido que cubría mi cuerpo. Una de las grandes manos de Scott se detiene en mi cadera. Siento el calor de su piel traspasar la delgada tela del vestido. Él parece notar la reacción de mi cuerpo, pero no hace nada apartarse, en lugar de eso, con cuidado nos guía a través de las personas bailando en medio de la pista de baile.

No sé a dónde me lleva, pero camino, sin rechistar y oponerme a él. Le daría una oportunidad, tal vez, después de todo, se la había ganado.

Cuando llegamos a los pies de unas escaleras, él se separa, deteniéndose frente a mí.

—Sube —dice, hablando por sobre la música—, iré a pedir algo de comer, estaré contigo en un momento.

No sé qué hacer, por lo que simplemente asiento, acatando su orden. Scott se queda al pie de las escaleras hasta que me ve subir, una tarea algo difícil gracias al vestido. Una vez que llego al final, una puerta se abre frente a mí.

Hay un camarero dentro de la amplia habitación, además una mesa decorada de rojo entra en mi campo de visión.

¿Qué diablos era esto?

—Bienvenida, señorita Abbot, puede tomar asiento.

Agradezco en voz baja, dirigiéndome a una de las sillas que decoraba la mesa. Solo había dos, por lo que deducía que la segunda pertenecía a Scott.

BAD GUYS II: DRIFTING. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora