40.

7.2K 671 58
                                    


Conducir hasta las afueras de Avondale, junto a la compañía de Rick y Jack, quienes nos seguían desde otro auto, me hacían sentir segura. Saber que tanto Scott, como Cole y Meghan se encontraban preocupados por mí y por lo que fuera a pasar dentro de unos cuantos minutos, me hacían sentir segura, no estaba sola y, no lo estaría, al menos por el tiempo en que Scott y yo sigamos así.

—¿En qué piensas?

—No lo sé —musito—, ¿crees que Scarlett haya sido la persona que colocó la fotografía?

—Lo estuve pensando —dice, con tranquilidad—, Cameron está tratando de averiguar si hay algo que la conecta con eso. No tienes que preocuparte.

Tomo una respiración y siento el nerviosismo invadir mi sistema nervioso. ¿Por qué rayos había escogido el Ponsonby Manor Guest House para instalarse? La respuesta que ella nos dio no me sorprendió mucho, hasta el momento sabía que su padre era uno de los hombres más ricos del mundo, y ella su hija mayor, ¿por qué no le daría todos los gustos que quisiera?

La mujer que me dio la vida era la niñera de Scarlett McMahon, reduciendo eso a una lista de posibilidades muy pequeñas de que ella sea mi media hermana.

—¿Pensaste en la posibilidad de que compartan el mismo padre biológico? —Scott murmura, luego de unos minutos—, la he visto por fotografías y tienen un cierto parecido.

—Sí —murmuro, compartiendo su pensamiento, sin embargo, no quería que eso fuera real—, pero yo ya tengo un padre, Scott. No quiero a nadie más que Lucas como mi padre.

El moreno asiente y deja la palanca de cambios para sujetar mi mano. La aprieta con firmeza, haciéndome sentir que él estaría conmigo durante todo lo que vaya a ocurrir. Antes de que sea capaz de decir algo, el teléfono de Scott Suena, él libera mi mano y responde sin rechistar y, antes de preguntar de quién se trata, coloca el altavoz. Me lo entrega y es cuando se anima a responder.

—Cameron, ¿qué ocurre?

—Encontré algo que puede despejar varias de las dudas de Dylan.

—Estás en altavoz.

—Bien, cuñada —Cameron dice, haciéndome sonreír cuando Scott pone los ojos en blanco—, hace más de 24 años hubo un escándalo entre Robert McMahon y su esposa, la madre de Scarlett.

>>Él la engañó con una de las empleadas de su mansión en Londres. Hubo fotografías de ambos, pero sólo una llegó a ver la luz, la cual fue publicada por la misma madre de Scarlett. El divorcio no se hizo esperar y Margaret McMahon recibió más de diez millones de dólares por todos los años que compartió con Robert.

—¿Quién era la amante? —pregunto, siento los latidos de mi corazón en mis oídos y me enfoco en observar cualquier punto, menos el rostro de Scott. Si lo hacía, él notaría que no me encontraba nada bien con las palabras que salían de parte de Cameron.

—La fotografía no es clara, pero usé reconocimiento facial y se trata de la misma mujer de la fotografía que dejaron en el auto de Scott, Dylan.

El silencio reina en el auto y no sé si mi lengua se ha paralizado, o simplemente no sé qué decir, ciertamente, me esperaba eso. ¿Cuántas veces no me había encontrado con una historia donde un hombre siempre terminaba engañando a su mujer con la mucama? O, en este caso, con la niñera de su hija.

—¿Eso es todo? —Scott rompe el silencio, llamando la atención de todos.

—No —Cameron dice, aclarándose la garganta—, luego del divorcio no se había visto a la señora McMahon, pero apareció ante un reconocimiento facial que hice.

BAD GUYS II: DRIFTING. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora