Una semana después y sentía que la inquietud de Scott, Scarlett y Robert sólo aumentaban. Nadie había tenido ni una sola pista de la madre de Scarlett. Ni el hermano de Scott, cosa que empezaba a preocuparme un poco.
Sabía que ellos tres hacía hasta lo imposible por terminar con todo esto, por protegernos tanto a Amanda como a mí, sin embargo, había algo que aún no entendía.
Ella había logrado cumplir su venganza. Me alejó de mi verdadera familia, crecí lejos de ellos, ¿ahora qué quiere?
—¿En qué piensas, nena? —Scott me interrumpe, cerrando mi laptop justo antes de que logre completar uno de mis diseños. No digo nada, y simplemente me acurruco junto a él cuando se encarga de alejar mi laptop de mí—. ¿Estás bien?
—Sí —digo, con franqueza—, pero hay algo que aún no logro entender. Raquel está muerta, yo no quiero la herencia que Robert intenta dejarme... ¿Qué más quiere esa mujer de mí?
—Creo que nunca sabremos qué cruza por la mente de esa psicópata —murmura, besando la coronilla de mi cabeza—, eso sólo estará en su cabeza... ¿Sabes que los guardaespaldas tienen la orden de disparar si ella intenta acercarse?
>>Robert y Scarlett no pensaban en permitir eso, pero yo no estoy dispuesto a que corras peligro nuevamente. Si es necesario yo mismo acabaré con esa bruja.
—No será necesario —murmuro, rodeando mis brazos en su cintura. Amaba estar con Scott de esta manera, tan íntimos, tan solos, tan nosotros, alejados de todos los problemas, olvidándonos de que había alguien tratando de hacerme daño y eso era lo único que necesitaba. Quería regresar a mi vida normal.
—Sabes que te amo —él suelta, con tono ronco—, y que muero por meterme bajo tu ropa interior y hacerte mía una y otra vez —murmura, besando mi cuello con intensidad, siento sus labios tirar de mi piel con suavidad y no puedo evitar estremecerme, cuando intento acercarme más a él, Scott suelta una risa ronca y se aleja de mí—, pero no será ahora. Debo salir con Robert —besa mi frente—, quiere que haga unas cuantas fotos con los productos que venden y no puedo decirle que no a mi suegro.
—Tu suegro está en Estados Unidos.
—Él es el primero —dice, soltando una risa—, estaré de vuelta pronto, no salgas a ningún lado.
—Lárgate, Harford —digo, riendo mientras él se levanta de la cama—, ¿puedes traer chocolate cuando regreses?
—Como ordene, señora Harford.
Lanzo una almohada en su dirección, pero está se estampa contra la puerta cuando él abandona la habitación.
Suelto un suspiro.
Amaba estar con Scott porque lograba hacerme olvidar todos mis problemas, hacía que todo lo malo por lo que había cruzado sólo sea un amargo recuerdo que, poco a poco, empezaba a olvidar. Sin embargo, la duda, aún estaba instalada en mi cabeza.
¿Qué diablos quería ella de mí?
¿Qué rayos quería de mi madre si ella ya estaba muerta?
Cuando aquella pregunta se muestra en mi mente, siento que algo hace conexión en mi cabeza, sin embargo, no logro comprenderlo del todo. Había sido alejada de mi familia. Mi madre. Mi madre. Mi hermana gemela.
Había pasado muchas cosas malas durante mi vida en orfanato. Había soportado muchas cosas y eso parecía suficiente venganza para lo que había ocurrido con Robert y mi madre.
Crecí lejos de la comodidad en la que mis hermanas se criaron. Aprendí a luchar por lo que quería, a esforzarme más de lo que me pedían y por eso estaba donde estaba. Mis padres había sido el pilar fundamental en mi vida, luego apareció Meghan y todo empezaba a mejorar para mí. Ahora Scott y todo parecía empezar a cobrar sentido.
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BAD GUYS II: DRIFTING. ©
Romance"No amas a alguien por su apariencia, o la ropa, o por su carro costoso, sino porque canta una canción que sólo tú escuchas" -Oscar Wilde. Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproduc...