8.

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Y por lo que puedo ver, solamente necesito privacidad.

Más un montón de árboles, a la mierda la modestia.

Solo necesito espacio para mí. 

Para que el mundo pueda ver lo que intenta ver. 

Una Stella Maxwell a mí lado. Un ferrari, me compro tres. 

Un armario de Saint Laurent, tengo lo que quiero cuando quiero.

~Me, myself & I ~ G-Eazy ft. Bebe Rexha. 

~*~  


Mis ojos están abiertos a tope, mi respiración es irregular y lo único que soy capaz de ver son los ojos café de Scott. Él está sonriendo, observándome como si hubiera cumplido una promesa silenciosa.

—Bueno —murmura—, podría besarte por el resto del día y llegar hasta más, pero tienes trabajo entre manos. —Cuando creo que va a acercarse de nuevo, inclino mi cabeza, alejándome lo más que puedo de él.

Sus manos están en mi trasero, sujetándome con fuerza, sin embargo su agarre desaparece segundos después y me encuentro de pie, apoyada por mi cuenta contra la pared.

—No voy a trabajar contigo —murmuro, observándolo—. No puedes obligarme a hacer algo que no quiero.

—Tienes razón —señala, alejándose de mí para nuevamente regresar al sillón. Su largo cuerpo se dobla y termina tomando el vaso restante de la mesita y bebe de él, observando por sobre el borde del mismo—. No puedo obligarte a trabajar para mí. Creo que conoces la puerta.

Abro la boca para decir algo, sin embargo la cierro, girando sobre mis pies para luego hacer mi camino hacia la puerta por la cual había ingresado. No dudo ni pierdo mi tiempo en mirar hacia atrás. El sol de la mañana golpea mi rostro, haciendo que mis ojos se cierren un poco.

Tendría que caminar y pasar de largo al periodista en la entrada. No sería nada difícil. Tal vez mi atuendo lograra quitar la atención de mí. Sé que estoy a salvo cuando me alejo unos cuantos metros de aquella gigantesca casa.

Scott Harford no era más que un hombre egocéntrico, era de aquellos que pensaban que con solo abrir la boca tendrían el mundo bajo sus pies, pero se había equivocado conmigo.

Lo único que sentía hacía él era enojo.

¡El maldito me besó!

—Lo odio —murmuro para mí misma—. No es más que un engreído.

Sé que debí negarme desde el inicio. Dejar que me sacara de mi lugar de trabajo había sido una mala idea. Sin embargo, él no estaba dispuesto a obtener un no por respuesta.

¡Odiaba a Meghan por llevarme a aquella carrera!

Nada de esto estaría pasando si me hubiera negado desde el inicio, todo recaía sobre la rubia y su estúpido amor hacia las carreras de autos.

El sonido de un claxon me saca de mis pensamientos, miro con cuidado, encontrándome con el enorme auto de Scott. Éste baja la ventanilla y me observa a través de sus lentes oscuros.

—Tengo una excelente vista de tu trasero desde aquí, pero Rachel me matará si te ve llegando a pie. Sube.

—Que te jodan, Harford —suelto, sin siquiera enfocarme en él. Nuevamente toca la bocina, pero se detiene justo antes de que yo cruce delante del auto. Estaba poniéndome en peligro, pero no me importaba. Quería mantenerme lejos de él.

BAD GUYS II: DRIFTING. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora