SAGA LEGACY
LIBRO I
A este trío de hermanas las une algo más que la sangre. Un hombre, para ser más específicos.
Mientras que la hermana mayor, superficial y la más hermosa, lucha por lograr una posición socialmente destacada. La segunda hermana may...
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Griselda no se media en gastos. Sus pedidos eran excesivos y sin descaro. Incluso los plebeyos comenzaban a murmurar de lo caprichosa que era al tomar decisiones, y cuando Annie le pidió una explicación le dijo lo mismo que había dicho a su madre desde el inicio: — "La boda la está pagando el rey. ¿Qué más da si gasto más de lo debido? Incluso si me convierto en Duquesa, no tendré tantos lujos como los que me brinda la corona en mi boda. Así que los disfrutaré al máximo " —.
El mejor vestido, el mejor entretenimiento, los mejores zapatos, las mejores joyas, los mejores cocineros, los mejores músicos... parecía la boda de una reina y no la de una futura Duquesa.
Anastasia miró el resultado final, admiro los detalles en el vestido de Griselda y la elogió — Te ves preciosa —dijo.
— Gracias — contestó su hermana mayor, dejándola estupefacta ya que normalmente ella respondería con orgullo algo como "siempre", "Así nací" o " A tu lado, cualquiera se ve preciosa" pero en lugar de todo eso sólo dijo: "Gracias".
Si bien la relación entre ellas se había quebrado desde hace muchos años, convirtiéndose en solo una formalidad, Annie aún conservaba la esperanza de que se restaurara el delicado hilo de hermandad entre ella, pero luego recordaba que no hay nada que reponer, lo único diferente ahora y antes es el número de palabras que intercambian.
— ¿Qué sucede? —preguntó Anastasia.
Griselda lanzó un suspiro al cielo, luego miró a su hermana como si la respuesta fuera tan obvia y dijo — Me voy a casar con el hombre que te persiguió por más de tres años ¿Cómo te imaginas que me siento? —.
—Feliz, porque nadarás en oro y seda—. Bromeo Anastasia, como pocas veces lo hacía.
— ¡Si! ... digo, ¡No! Eso no es verdad...bueno, tal vez... El caso es que me siento como una intrusa, en otras ocasiones no me importaría pero la persona que le gusta eres tú y no soy tan cruel como para robarte a los hombres, aunque tampoco es como si tuvieras una fila detrás de ti. Sé que nuestra relación no es tan buena y que seguramente soy una bruja cruel en tu cabeza pero... —.
— No te preocupes por eso, Hans es muy bueno. Será bueno contigo... aunque yo permanezca en su corazón, si eso es a lo que te refieres —
Griselda abrió la boca para hablar pero no emitió ningún sonido. Una sirvienta interrumpió el momento de intimidad para decir que el Príncipe la esperaba en el altar.
— En seguida voy – se quejó Griselda —...lo único que no me agrada de todo esto es que tendré que vivir lejos de ustedes, en Essex... ¡es una broma!, en realidad, estoy muy feliz de deshacerme de ustedes —
— ¿Por qué no me sorprende? — Anastasia pensó en voz alta.
De manera sorpresiva, Hans entró por la puerta sin haber tocado antes, asustando un poco a las Tremaine.
