C40 HUIDA

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La música, el vino y los aperitivos embriagan a los invitados de alta sociedad. Las luces alumbran compitiendo con la luna y los pobres solo pueden mirar de lejos.

Las mujeres sonríen, presumen sus atributos y lujos, y los hombre charlan entre ellos sobre cosas más importantes.

El rey se encuentra en el salón pero la reina está indispuesta.

Kit se acerca para saludar a viejos conocidos.

Annie está en un balcón, respirando el aire fresco que falta en ese baile tan embriagante. Sus manos sostienen el cuerpo recargado en el barandal del balcón. Una inquietud llegó a ella y la alejo del balcón, se abrazó momentáneamente, como consolando a ese cuerpo que ya no quiere luchar más. Sus brazos se cruzan.

— Las multitudes y la atención nunca fueron lo tuyo — una voz masculina hablo.

El rostro de Annie giro a la izquierda y se encontró con un rostro ya conocido. Sonrió.

—Tú me conoces bien, Hans— contestó Annie.

En ese instante, Hans finalmente pudo apreciar a la mujer que ahora era. La luz de sus ojos ya no guardaba las cosas puras que solía almacenar pero tampoco podía decir que era una monstruosidad lo que escondían.

Hubo silencio... hasta que Hans no pudo contener más ciertas preguntas que le carcomían el alma.

— No lo entiendo — dijo Hans mientras se notaba su confusión y desagrado en el rostro.

— ¿Qué? — preguntó Annie, confundida.

— ¡No lo entiendo! ¡No te entiendo! Yo... ¿Por qué continuas con esto? ¿Qué tan difícil puede ser encontrar a alguien más?, alguien menos tóxico, por ejemplo —.

— ¿A qué te refieres? —.

— Anastasia, llevas mucho tiempo con esto. Tú estás aquí, todos hablan de la solterona Tremaine que ni siquiera atiende su ducado. ¿Sabes cómo te llaman? ¡Puta! ¡Te llaman "la puta del rey", y lo peor es, que si de algo estoy seguro, es que sigues limpia! ¿Qué ganas siguiendo con esto? ¿No entiendes que no vas a ninguna parte? Solo piensa: Kit es tan poderoso aquí y sin embargo no se ha divorciado de la que supuestamente desprecia ¿por qué? ¿Qué tan difícil puede ser para él divorciarse y casarse contigo? ¡Solo mírate! Aquí. Sola —.

Como si las palabras fueran aire. Entraron y salieron por la cabeza de Annie.

— Hans, comprendo tu preocupación pero es innecesaria. Kit me ama y todo lo que necesita para estar conmigo es tiempo y yo se lo voy a dar. Gracias por el consejo, pero esa es mi decisión final... además, estas olvidando algo muy importante en todo esto —.

— ¿Qué es? —.

— Que te estas metiendo en cosas que no te corresponden. Es mi vida y yo puedo hacer con ella lo que quiera. Tú ya tienes la tuya y yo no te juzgo por tus errores maritales, así que no te atrevas a interferir en mi vida —.

— Annie, entiende. Él no te merece. En lugar de perder tu juventud y tu tiempo con él, deberías buscar a alguien más, vivir bien, tener hijo sanos y alejarte de los problemas. Tú no fuiste hecha para los problemas. Annie, entiende. Me preocupas... —.

— Agradezco que veles por mi seguridad pero no es necesario. Tengo todo bajo control —.

— No, no es verdad... En vez de seguir con él — decía señalando dentro del salón — deberías estar con alguien que realmente te cuide, alguien que piense en ti más allá de un simple adorno que pueda manipular, alguien que te amé profundamente, alguien...—.

LEGACY: Las Hermanas TremaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora