Lindas voces angelicales provienen del coro de la iglesia. Es común cuando se visita una de ellas, sobre todo cuando si es una tan grande y poderosa como lo es la iglesia de Londres. Con la voz de estos angelitos cualquiera diría que ha llegado al cielo.
En ese ambiente celestial varias mujeres rezan de rodillas, pidiendo amor o que sus problemas se resuelvan sin ellas mover un dedo.
Una mujer de vestido simple pero elegante, con un velo cubriendo parte de su rostro, entra a la iglesia llamando la atención de varias personas.
No porque se viese sospechosa, sino por el aura de clase alta que carga. Todas esas mujeres no pueden evitar sentir envidia.
Los fisgones pensaron que se acercaría para rezar, sin embargo, se metió a la cabina de confesiones.
¿Qué tantos eran sus pecados como para no rezar antes de meterse a confesar?
— Perdóname Dios, que he pecado...— se adelantó a decir Annie, levantando el velo.
— ¡Qué te perdone tu abuela! Con todo esto, ¿Ahora cómo nos contactaremos? ¿Pensaste en eso cuando te precipitaste? — la regaño Megan al otro lado, en donde se supone que va el padre de la iglesia.
Annie levantó una ceja. — ¿Y qué me dices de ti? "¡hablemos en el confesionario de una iglesia!" Y tenía que ser en la más concurrida —.
— Mi idea no es errónea. Entre más gente rica concurra la iglesia, es más probable que ignoren a una joven rica y poderosa —.
— En realidad, no pensé que llegaría tan lejos. Quiero decir, si sabía que en algún punto él obtendría todo ese poder y él se desharía de ellas, pero no pensé que él me daría algo como esto. Quiero decir... — dijo Annie con honestidad hasta que Megan la interrumpió.
— Si cuando estabas encerrada en esa habitación dorada era difícil intercambiar mensajes, ahora es peor —.
— Bueno. Buscaré la manera de arreglar eso después. Cuéntame las nuevas —.
Megan suspiró con una sonrisa en su rostro.
— La ex reina, ahora Lady Clare, está en pánico. Kit eliminó casi por completo los apoyos que tiene ella y eso le causa insomnio por las noches, aunque, lo que más le roba el sueño es pensar que Kit la tiene acorralada. ¿Recuerdas esos frasquitos que encontramos? —.
— Si —.
— Los oculte en otro lado para que no fueran encontrados cuando ella los buscó, pero no los saque de su habitación. Dos días después de que los moví descubrí por un pequeño orificio de la puerta a Leon y Sissi husmeando en la habitación, curiosamente estaban buscando en el área en la que anteriormente se encontraban los frasquitos, y al no encontrar nada... — Esta es la mejor parte del misterio — Se fueron por unos pasadizos secretos que yo había ignorado por completo ¿Increíble no? Después de ese día comencé a seguir y observar más a Sissi y descubrí que, efectivamente, ellos buscaban los frasquitos. Ahora, Lady Clare no puede dormir pensando que Kit los tiene y desesperadamente busca la forma de salir del pozo al cual cayó, mientras que Kit piensa que ella se ha dado cuenta de todo y ha ocultado la evidencia. ¿No es eso favorable? —.
— Dices que no devolviste los frasquitos ¿Dónde pusiste el veneno sino fue devuelto a su lugar?—.
—Está debajo de un cajón del tocador de Lady Clare. Hace un tiempo descubrí ese lugar. Por todo el polvo y telarañas supuse que ella no sabía de su existencia o no se había dado cuenta, previamente puse una peineta y la deje ahí por una semana, todo el polvo se acumuló a su alrededor, así que era cierto. Ella no sabe de ese lugar. Por eso escondí los frasquitos ahí y para que no hicieran ruido cuando el cajón es abierto los envolví con algodón y un pañuelo... el favorito de la reina, el que tiene un colibrí alrededor de unos geranios —.
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LEGACY: Las Hermanas Tremaine
Historical FictionSAGA LEGACY LIBRO I A este trío de hermanas las une algo más que la sangre. Un hombre, para ser más específicos. Mientras que la hermana mayor, superficial y la más hermosa, lucha por lograr una posición socialmente destacada. La segunda hermana may...