C39 DESPEJANDO EL CAMINO

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Annie estaba jugando ajedrez en su sala privada en compañía de Megan cuando la inesperada visita de Leon las interrumpió.

Su voz infantil era elegante y cortés cuando pasó el mensaje de Kit. Él quería que ella estuviera presente en una especie de cena familiar. Lo cual es muy extraño, ya que nunca se había presentado una ocasión así durante todo el tiempo que lleva viviendo aquí. Desde que podía salir de su habitación, lo más común era que Kit compartiera las horas de la comida con ella en su sala privada a no ser que él tenga otras cosas que hacer y le fuera imposible compartir ese tiempo con ella. ¡Una comida tan familiar es simplemente un chiste!

Después de unos cuantos contratiempo, algunos de los invitados ya estaban en la mesa. Kit ocupaba el asiento principal; a su derecha se encuentra Ella, de lado izquierdo está Annie. A lado de Annie está Griselda, seguida por la inesperada presencia de Megan. Y frente a Megan, Jacob. Lo que deja un obvio espacio vacío entre Ella y Jacob, justo frente a Griselda.

Si la situación era incómoda por sí misma, el tiempo que pasaba tan tortuosamente lo era más. Y como nadie abría la boca, el resultado del silencio era aún peor.

Annie estaba a punto de abrir la boca para producir tan siquiera un sonido, no obstante, su hermana mayor se adelantó diciendo de forma sarcástica y sin miedo a parecer ruda: — ¡Vaya que te has lucido! ¿Se puede saber cuál es la razón de que estemos todos presentes en este lugar tan íntimo, Su real majestad ?—.

El rey Kit le regaló una sonrisa brillante en el exterior mientras que por dentro se lo consume la rabia. Si bien hace un momento atrás él le había roto el labio, él tampoco logró salir ileso de la habitación. La entrepierna aun le dolía, y a eso sumando el descaro de su parte... ¡Ella realmente es algo!

— Lady Randall, no desespere. Pronto comenzaremos a comer. Solo falta un invitado — dijo Kit con una sonrisa mientras se mantenía medio recargado en la silla principal, con el codo derecho sobre el reposabrazos, la mano elevada haciendo movimientos al azar para calmar la ira.

Griselda no volvió a hablar.

— El Archiduque de Essex — anunció el sirviente.

Griselda juntó el entrecejo al escuchar eso. Mirando a Kit de forma amenazante.

¡Cabrón! ¡Dejaras de ser tú!, pensó Griselda.

Por otro lado, Kit parecía muy a gusto con todo eso e incluso le dedicó una mirada burlona. Eso alertó a Griselda.

El sonido de los pasos era algo tortuoso para Griselda, quien no estuvo a gusto hasta ver la cara de Hans frente a ella, tomando el lugar vacío.

— Bien. Ahora que todos están presentes, podemos comenzar — dijo Kit, y al terminar trono los dedos.

Los sirvientes se pusieron en marcha.

El silencio parecía querer reinar de nuevo y Annie no podía pasar bocado alguno. Se sentía intimidada.

— Príncipe Jacob... aun eres un príncipe, ¿no es así? — pregunto Kit con sorna, intimidando al pobre chico que claramente quedó tartamudo por un ataque tan directo por parte de su hermano.

Por suerte, Hans intervino diciendo: —Así es, su Alteza. Nuestro hermano aún es un príncipe, y suponiendo que él día de mañana falte usted, él será quien tome su lugar —.

Griselda quería comerse a Hans con los ojos al escuchar eso.

Annie, por otro lado comenzó a rezar en su cabeza.

Ella bebió vino para silenciar su boca. En su corazón sentía que las cosas se estaban saliendo de control.

Hubo un silencio breve antes de que Kit riera, mostrando su clara diversión.

LEGACY: Las Hermanas TremaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora