《•71•》

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Cuando la rampa se abrió no dejó entrar la luz que yo esperaba. Al contrario estaba más obscuro afuera que dentro de la nave. Salimos y vi hacia el cielo, las nubes, antes esponjosas y blancas, cubrían la luz solar y ahora lucían grises.

Habíamos aterrizado sobre los techos de los edificios. Ocupamos bastante pero aun así debíamos bajar y agruparnos. El viento soplaba con fuerza, el cabello de Galeana se le revolvia con él. Tenía que apartarselo de la cara varias veces.

Dispare mis cables y gracias a ellos pudimos bajar y acoplarnos con las demás tropas.

Me junte con el líder Loren, ya que no tenía conocidos en las demás tropas y nosotros podemos movernos como queramos. Alguien de alto rango grito a todas las tropas cada sección que le tocaba. El plan era quedarnos aquí por lo menos una semana hasta que logremos controlar la ciudad. Se supone que después de nosotros más capitalistas se asentaran aquí para dejar claro que la ciudad es nuestra. Aún así con el plan perfectamente explicado y ya todas las tropas yéndose a sus respectivos lugares sigo sintiendo escalofríos por la espalda.

Caminamos por los callejones hasta llegar al otro lado de la ciudad, cruzando la frontera esta el territorio rebelde. Algún llegaré a ese lugar. Espero.

La general nos dice que nos separamos y abarquemos mucho más terreno. Las tres legiones mas se fueron juntas un poco más adentro de la ciudad y la legión de Loren y la mía nos quedamos cuidando la frontera.

-Susejh necesito otro puesto, no dispares hasta que localices bien el objetivo. No vamos a dejar que nada entre en la ciudad ni nada salga- ella asiente y corre por la calle hasta que vuela hacia un edifico y se coloca en posición.

-¿Ustedes que harán?- pregunto hacia la legión Dessnia.

-Nuestro francotirador nunca se separa de nosotros, nos quedamos todos juntos.

Me encojo de hombros y me quedo viendo la calle, más allá donde el peligro acecha más que aquí. Me llega una llamada de Susejh y se la contesto inmediatamente.

-Sam, no te va a gustar esto- me dice.

-Información Susejh

-A cinco calles han matado a toda una legión y siguen ahí, ¿disparo?

Desenvaino mi espada.

-Muévete sin llamar la atención a tan solo dos calles de ahí, vamos para allá-le digo, corto la llamada.

-Marco ataquemos- continuo.

Tomo el liderazgo y voy dirigiéndome hacia uno de los edificios para echar la carrera. Activo mis cables y salgo disparada colgandome del concreto en los edificios. A tan solo una calle más veo a un grupo de Rebeldes, caminando hacia el interior de la ciudad. Bajo a tan solo metros de ellos. Un trabajo fácil ya que ganamos en número.

Cuando guardo mi espada noto que estamos mucho más cerca de la frontera. Cruzando la calle es territorio desconocido. Activo mi mapa y noto que los demás se han dispersado y ocupamos casi todo el terreno. Los puntos amigos no se mueven mucho. Sigo sintiendo esa sensación de que todo esta yendo demasiado bien. No creo que los enemigos hallan decidido tomar té en ves de atacarnos.

Obeservo los cuerpos manchados sobre el piso. Parecen novatos, simples carnadas. No peleaban tan bien como otros rebeldes con los que me he topado.

-¿Susejh me escuchas?- le pregunto a través del sistema.

-Si

-Quiero que observes detenidamente la frontera, ¿Que ves?- mi vista esta fija en los cuerpos.

-Pues, la verdad nada. Aunque la tierra es diferente allá, es más amarilla que otra cosa- dice- ¿Acaso la tierra no es marrón?

Niego con la cabeza contestandome  mi misma. Avanzo unos metros y le pido a Marco su potente arma. Me la coloco en el antebrazo con un dedo sobre el  gatillo y mi ojo sobre la mira.

-Susejh, voy a disparar hacia allá, cualquier movimiento extraño sobre el piso dinos-

-Entendido

Agarro aire y poco a poco lo voy soltando hasta quedarme vacía. Cuando lo algo disparo hacia allá. La bala rompe sobre el aire y hace que se escuche hueco entre los edificios. Luego todo queda en silencio.

-No puede ser...

Me quito el arma de encima y se la regreso a Marco.

-¿Qué paso?

-Algo se movió debajo de la tierra, como si estuviera viva- eso confirma mis sospechas. Nos tienen rodeados por toda la frontera.

-Abandona el puesto y reunete con nosotros.

-Hecho

Regreso hacia la calle con temor a que los rebeldes inicien su ataque. Ahora que lo pienso he hecho algo malo con tal de probar que ellos estaban ahí, ahora saben que los hemos visto y eso significa que tenemos menos tiempo. Me detengo un momento y comienzo a pensar en posibles estrategias. Susejh llega corriendo por la otra calle y se junta con nosotros. Miro los edificios desgastados, el viento corre con mucha fuerza.

-Marco, ¿en que sección se quedo la general?

-No se, deberíamos llamarla- me dice cruzado de brazos.

Le asiento la cabeza y activo mi sistema buscando su número de placa. Cuando logro llegar a mi objetivo una voz desconocida llena el lugar.

-Quédense quietos y levanten las manos- alguien dice. Me quedo quieta y levanto la cara. Los rebeldes han llegado hasta nosotros. No son demasiados pero nos igualan en número ya que la legión de Loren sigue con nosotros.

Miro a Marco de reojo y discretamente me asiente la cabeza

-Legiones hagan lo que diga- doy la orden y tanto mi legión como la de Loren se rinden. No por mucho.

-¿Quien de ustedes es Mondragón Samanta?

Tengo que distraerlo.

-Yo, ¿porque estaría buscandome un rebelde?- le digo aun con mis palmas arriba de mi cabeza.

-Ahora mismo eres la más buscada de toda la nación rebelde y pagan mucho por tu cabeza-me apunta directamente al pecho.

Si me acerco a él puede que haya una posibilidad de que la legión Dessnia escape y avise de lo que sucede en la frontera. Aunque también puede que me dispare antes antes poder hacer algo ya que los demás rebeldes mantienen sus armas hacia nosotros.

-¿Eso significa?

-Que vendrás con nosotros, acercate sin hacer movimientos bruscos o si no mataremos a tus amigos-

Camino lentamente hacia el. Su capucha esta sobre su cabeza. Le aplicare una llave. Tengo que hacerlo.

Cuando llego a un lado de el. Levanto mi codo y le doy directamente en la cara. Mi legión corre y busca un objetivo diferente. Forcejeamos con ellos unos segundos.

-¡Loren corre, avisa a la general Aurora!- le grito sin despegar mi vista del arma enemiga, la tomo con los dos brazos y usando lo fuerza aumentada la arranco de sus brazos rompiendola. Desenvaino mi espada y voy hacia adelante contra el enemigo. Caemos por el piso y rodamos peleando.

Volteo hacia Loren quien vuelve gracias a sus cables y desaparece tras las calles. Me pongo de pie y saco mi pistola apuntando hacia mi enemigo. Siento que alguien en apunta a mi y Marco le apunta a él, así sucesivamente hasta crear una rueda de muerte.

Estoy apunto de disparar porque se que puedo ser más rápida que un bala. Pero aquel hombre me dedica una sonrisa y deja caer una caja negra, mi pulso se acelera pero aquella caja no explota, tiene un botón rojo. Se escucha un estallido que hace que me encoja donde estoy. Volteo hacia la frontera. Las sombras se van haciendo presentes,negras como la noche llenan toda la frontera, son demasiados, muchos, todo un ejército frente nuestra.

Me fijo con rabia a aquel hombre sobre el suelo.

Siento como una gota me cae en la cabeza seguida de otra y luego otra. No había presenciado la llamada " lluvia" el agua comenzaba a caer sobre nosotros mojandonos intensamente.

Así fue como comenzó la batalla entre ejércitos dentro de ciudad Cúspide

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora