《•62•》

26 4 3
                                    

Ya nos habían puesto dentro de la aeronave. Llevábamos rato sentados sin hablarnos los unos con los otros.

Después de que la general se fuera y volviera al recinto les conté antes de preparar todo el trato (injusto) que hice. Ninguno dijo nada, sólo aceptaron sin más. Se que no están enojados conmigo, conocen lo que conlleva estar en una situación así. Estábamos incómodos por el aturdimiento de la gente preguntando por sus familiares muertos.

-"Llegaremos a la capital en diez minutos, por favor prepárense para el ascenso"

El piloto comunicó por las bocinas. Me pare preparandome para el aterrizaje. Delian no se ha comunicado conmigo y yo tampoco he mandado un mensaje avisando mi llegada hacia la capital. Supongo que simplemente llegaré sin más.

Marco se para a un lado de mi y suspira llamando la atención. Lo logra y poso mi mirada sobre el.

-¿Tenemos que despedirnos?- pregunta sin verme.

-No. Por mucho que lo piense. Haré lo imposible para regresarlos con vida- le digo. Aparto la mirada y siento como los demás se ponen detrás de mi. Marco desaparece de mi lado y se coloca en medio de su escolta. Susejh va un poco atrás a mi derecha.

De repente el ligero movimiento se detiene y con un crujido metálico la gran rampa se va bajando. Nadie nos recibe como en la otra capital, sin embargo alguien grita que somos la legión AlfaOmega y comienzan a trotar cerca de la pista de aterrizaje.

-Legión AlfaOmega, avancen, ya

Doy la orden y comenzamos el descenso hacia el piso. Nadie mira hacia los lados. Simplemente avanzamos hacia adelante evitando cualquier mirada curiosa o acusatoria que pudieran darnos.

Entramos a la capital y pasamos por el scanner. No checo mi nombre si aparece arriba, en la pantalla. Entramos a un elevador vacío bajando los primeros pisos.

-Tenemos tres días contando hoy. Disfruten el descanso y el último día nos vemos en el primer piso a primera hora- les doy la orden.

-Entendido- dicen al unísono.

Las primeras que desaparecen son Susejh y Galeana que viven en el mismo piso. Luego se va Josh y nos quedamos solos Marco y yo. El vive sólo un piso arriba que el mío así que cuando el se va y espera a que la pierta se cierre. Yo doy un paso adelante para salir hacia mi piso. Salgo y no veo caras reconocidas. Pero el piso me lo se de memoria así que camino con la mirada gacha guiandome por las vueltas que doy.

Doblando esquinas y esquivando a las personas estoy parada en el recinto. El recinto en el que he vivido quince años. Me da miedo pasar mi tarjeta, a lo mejor mi nombre ya no esta puesto en la escritura. Al final paso lentamente mi tarjeta y la puerta se corre para dejar ver la sala.

Las miradas se fijan en mi. Me ven como si fuera una ilusión, un fantasma ha aparecido frente a mi familia.

-Sam...

Denisse exclama y se lleva las manos a la boca.

-¡Regresaste!- Mirahí salta de la silla y va a abrazarme las piernas.

-Si, se los prometí que regresaría- le digo poniéndome a su altura y abrazandola fuertemente.

Noto unos sollozos y cuando levanto la mirada Denisse tiene la cara escondida entre las manos.

Me separo de Mirahí y voy hacia ella. He crecido por el esfuerzo físico, ahora soy más alta que ella. La abrazo rodeandola con mis brazos.

-Pensé que habías muerto- dice sobre mi hombro.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora