《•67•》

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Joshua se podía decir que tenía una vida normal como hijo único después de la muerte de su hermana. Aunque las vidas de Susejh, Marco y Galeana tampoco destacaban mucho en cuestión de perdidas o cambios de vida repentinos, como yo.

-¿Y tu Sam? Yo tampoco se mucho acerca de ti- pregunta Joshua con una sonrisa en su cara.

-¿Qué quieres saber?- me acomodo de tal manera que ahora yo le doy la espalda al que esta detrás de mi.

-Bueno, ¿tienes hermanos?

-Si, es varón y su nombre es Fernando- aunque también Mirahí podría ser mi hermana por estar tanto tiempo conmigo al igual que Denisse, aunque la última es más parecida a mi mamá que otra cosa.

-Ammm...¿Tus padres?

No me pesa ahora hablar de ellos, la astilla sigue ahí al igual que la herida, siguen abiertas pero si hablo de ellos no es como si estuviera echando sal nuevamente, ya no.

-Muertos- digo a secas.

Joshua se conmociona y me toma de la mano para pedirme perdón, se cruza por en frente de Marco quien sólo se le queda viendo, algo enojado.

-¡Perdón! No sabia...yo...lo siento- dice agachando la cabeza.

-No te preocupes no es algo que me duela decir- me rasco la nuca.

Ya no

Susejh me mira con curiosidad y yo le levanto los hombros en señal de un "qué", sonríe cerrando los ojos y mueve la cabeza en señal de "nada".

Seguimos platicando acerca de cosas que sucedieron antes de que se unieran al entrenamiento capitalista. Aunque ahora mencionar a la legión Omega sí duele un poco, más que doler es rencor hacia sus asesinos, que siguen allá afuera riéndose de su muerte.

-¿Entonces tu eras la de la ceremonia de entrada? No te reconocí y mucho menos pensé que llegaras a ser mi líder- dice fascinado.

Las palabras de Melissa resuenan en mi cabeza, no confíes en nadie. Por un momento volteo hacia la entrada de la aeronave, viendo como los demas capitalistas deciden platicar al igual que nosotros. No confiaré en ninguno, aunque tampoco significa que no los ayude en esta misión.

-¿Sam cual es tu platillo favorito?- pregunta nuevamente Josh.

-Supongo que las manzanas horneadas con canela y azúcar, como las hacia mi madre- le digo recordando aquel aroma que salía de la cocina cuando mi mamá se quedaba a comer con nosotros- ¿Y el tuyo Josh?

-La pasta con carne y salsa de tomate, se me hace agua la boca cada ves que pienso en ella- dice tocándose la panza.

Susejh se ríe junto con los demás y yo sonrío sin llegar a emitir ningún sonido. Alguien me toca el hombro y por instinto aparto su mano de manera brusca y me pongo de pie, encarando a cualquiera que este molestando.

-Lo siento, no pensé que fueras tan sensible- dice una chica de cabellos cafés y levantando las palmas.

-¿Necesitas algo?

-Vine a presentarme, soy Mari, Mariana- dice extendiendo la mano.

No se la doy por unos segundos temiendo a que sea una broma y quiera ponerme en ridículo. Pero hay algo en sus ojos, una chispa de inocencia. Le termino apretando su mano con la mía.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora