《•10•》

57 5 1
                                    

Las Capitales se extienden al rededor del mundo, anterior a la guerra, existían países, ciudades, estados, territorios enormes o pequeños. Puesto que los rebeldes quisieron acabar con la raza humana y dar el " Nuevo comienzo", las antiguas capitales de cada país construyeron debajo de la tierra lo que ahora son los cien pisos. Nos dividimos en dos enormes bloques de capitales, sólo dos secciones, las capitales orientales y las capitales occidentales, pero más seccionado, más específicamente hay dos capitales extremadamente importantes para las demás, capitales centrales se les dice. La capital principal del Occidente, es en la que vivo actualmente, es la principal en todo el continente. La capital principal del Oriente, mi abuelo decía que antes se llamaba Rusia el país donde se encuentra la otra capital, no se como se llamaba antes el territorio donde construyeron nuestra capital. Los rebeldes son pequeños grupos esparcidos por el territorio inhabitado por los Capitalistas, las reglas son estrictas, vivimos en armonía y así ha de continuar, por el resto de la vida humana. En las capitales, convertirte en Capitalista, es un gran honor, recibes buenas pagas, respeto y un poco adicional a los demás. Convertirme en capitalista también representa un riesgo, si se enteran de que mi tarjeta esta encriptada o peor aun que estuve bajando información de las fuentes principales, lo mas seguro es que me ejecuten. Denisse no sabe acerca de mi sistema, pero tiene muy buena intuición, por lo tanto cree que algo va a salir mal.

Denisse no dijo nada, sólo se paró y se fue al único lugar en donde yo nunca entraba, la cocina, era obvio. Me quedé observando unos minutos el lugar que dejó vacío Denisse, no debí gritarle, mucho menos decirle que voy a hacer el examen para convertirme en Capitalista. Me esperaba varias cosas, que me dijera que es un suicido, que como podía hacer eso, no me dijo su opinión sólo se fue dejándome sola en la sala de compañía.

Me fui al cuarto, ni Mirahí ni Fernando estaban, Denisse espero a que estuviéramos solas. Me quite de mala gana el traje de la tarde y me lo cambie por el conjunto de noche, eran apenas las seis de la tarde pero yo ya no iba a salir del recinto ni tampoco de mi cama. Me subí a la litera y desacomode las mantas, me metí debajo de estas sintiendo el frío y la suavidad que me ofrecía este pequeño espacio. Logre hacer una cueva como se duerme Mirahí, sólo que yo estaba de cara a la pared.

Los pensamientos me venían a la mente, la culpa me bombardea el estómago, me sentía mal y la cabeza me punza bastante en la sien. Cerré los ojos dejándome llevar por el sueño que tenía, no, no era sueño, era cansancio, fatiga, aburricion, sea lo que sea, lo tenía y me estaba comiendo por dentro.
De lejos escuche las voces de Mirahí y Fernando entrando por la puerta y saludando a Denisse, no quería que me preguntaran lo que me pasaba, cerré los ojos con fuerza y caí en la pesadilla que trataba de evitar.

Me desperté de golpe, había soñado que me ahogaba en el océano, después de eso una tormenta eléctrica me llevaba y me hundía cada ves más en la profundidad, cabe aclarar, no se nadar. Me levanté pesadamente de mi cama y me fui directo al baño, me observe en el espejo, sudorosa, con el pelo revuelto y hecho un nudo gigante, al menos desperté como todos los días. Encendí el agua y un holograma salió hacia la pared " 10 minutos, comenzando..." Me quite la ropa y me metí en el agua, recordaba el sueño al mirar el agua, aluciné que no existía la tubería y el agua comenzaba a subir por mis pies, después de un grito ahogado descubrí que la tubería era normal y no había riesgo de hundirme sin poder gritar como en el sueño. Me cambie y cepille mi cabello junto con mis dientes. Salí del baño y Denisse ya estaba en la cocina, Mirahí y Fernando peleaban en la mesa.

-Yo quiero los panes dulces- decía Mirahí

-No, yo los pedí primero- replicaba Fernando

-Mejor quien los agarre primero gana

- Excelente, un reto

- Dejen de pelear- intervine sentandome en mi lugar- Se les dará a cada uno equitativamente

-Creo que eso es mejor que pelear por ellos- dijo Mirahí

-Yo si quería pelea...- dijo Fernando, le di un pequeño golpe en la cabeza- ¡Au!

-Comportate- le termine de decir

Denisse llegó con los platos y cuatro vasos de leche fría, había muy poco para desayunar, que extraño. Comíamos en silencio y sólo se escuchaba los sórbidos de la leche o el mascar de Mirahí.

-Es domingo- dijo Denisse sin despegar su vista del pan

- Es verdad, día de recolecta- aclaró Fer, me atragante un poco con mi leche y mi pan, no recordé que ayer fue sábado y luego hoy que es domingo, ¿Qué me pasa?

-Lo haremos como todos los fines de semana- indicó Denisse- Fernando irá por las cajas de líquidos, Samanta y Mirahí las bolsas de harinas y panes, mientras que yo iré por las especias, ¿De acuerdo?- todos asentimos

El día de recolecta, es un día a la semana, en el cual sectores de gente de la Capital se desplaza hacia el piso 76, el piso de suministros generales, se nos dan cajas de comida para una semana, aunque, son varios días de recolecta, a nosotros nos toca ir todos los domingos.

Mirahí se metió a bañar mientras Fernando se alistaba, termine de desechar las cosas que ya estaban vacías de la cocina para meter las nuevas, lave los platos y guarde los manteles en el mueble blanco de la sala. Por fin estábamos todos, listos para irnos.

Mucha gente se arremolinaba en los elevadores, eran dos largas colas que teníamos que sufrir una era aquí en los elevadores y la otra en la fila que nos toca a Mirahí y a mi.

Por fin, después de aproximadamente 2 horas, logramos llegar al piso y nos separamos, sólo quedamos Mirahí y yo, habíamos logrado con éxito la fila para harinas pero al parecer cambiaron la sede de los panes y tendríamos que desplazarnos bastante. Mirahí jugueteaba con su vestido azul, para ella era su conjunto favorito, doblaba la falda y la desdoblaba, así sucesivamente sin cesar mientras que yo ya estaba cansada de ver a tanta gente. Solte unos segundos a Mirahí para alcanzar a ver cuanto nos faltaba, me coloque en puntitas y logre observar que estábamos muy cerca- Mirahí, nos falta poco para...llegar..- Mirahí no estaba- ¿Mirahí?- voltee para todos lados-Mirahí- me empecé a alterar. Salí de la fila sin control buscándole, tan pequeña e indefensa, ¿Dónde esta?.

Comencé a caminar, no, a correr buscándola con toda mi desesperación posible, pasaba rapidamente entre la personas, a pesar de no estar viendo hacia el frente me movía con gracia y certeza, sin derribar a nadie, aunque quería gritar y empujar a todo aquel que se pasará por en medio. Mi vista la captó, me pare en seco y la vi acorralada detrás de 3 enormes personas, hombres.

Corrí en su ayuda mientras más me acercaba escuche la conversación que tenían. -Danos tu bolsa de suministros y no te haremos daño chiquilla- decía el más viejo de todos- No, es nuestra, no se las daré- Mirahí la retenia contra su pecho, suelta la bolsa y huye, pero no lo hacia- Tendremos que usar nuestra fuerza en ese caso- se acercaban peligrosamente a Mirahí.

Llegué en el último segundo poniéndome entre los hombres y mi prima.

-Aquí nadie le hará nada a nadie- les dije abriendo mis brazos

-No te metas en lo que no te importa jovencita-

-Me importa mi prima, más de lo que cress-le dije en tono amenazador

-¿familia?- no le respondí sólo mantenía mi mirada- tenemos doble recompensa

-Estupendo- alzó su mano, la iba a poner en mi hombro, era muy lento, al menos a mi me lo parecía, mi puño iba directo a su cara, sus ojos abiertos viendo venir el golpe directo, un acto de rebeldía y me iría al aislamiento, al demonio con el Sistema.

-¡Hey! ¿Qué esta pasando aquí?- un capitalista de Guardia estaba detrás de los hombres, no se como ni cuando pero mi mano había desaparecido de la cara del hombre y se había puesto detrás de la de Mirahí, aferrandola contra mi costado, no iba a dejar que le pasara nada.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora