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El constante ruido de los alumnos con sus conversaciones, el maestro hablando interminablemente, o simplemente los ronquidos de Aciel que se quedo dormido en una banca adelante de mi, me perturbanan los pensamientos, tanto tiempo solitaria, a obscuras y sin ruido, el cambio era bastante difícil aunque lo pareciera.

Me inquietaba el hecho de que los chicos supieran mi secreto, no creo que lo vallan a divulgar por ahí con el fin de hacerme daño, no es eso, sólo que pensando la situación más dificil, el amenazamiento de respuestas acerca de mi por ejemplo, me aterra que esto llegue a mayores, si antes de contarles no sabía que hacer, ahora que ellos conocen mis planes, me remuerde la conciencia, de ponerlos en peligro.

Ciertamente no estoy preparando nada, ni es que valla a irme en contra del sistema capitalista, pero si alguien descubre que tengo información confidencial descargada, mis amigos dirían la verdad que me conviene a mi, dirían que ellos también están metidos en esto y que si yo voy a parar a la detención ellos irán conmigo, son así y no puedo culparlos.

Culparme a mi es lo que debo hacer.

El maestro llegaba a la parte en la cual decía que el plan de los cien pisos se haría en caso de emergencia mundial, se dice, que los rebeldes intentaron acabar con toda la raza humana, para hacer un supuesto "nuevo comienzo" y que los capitalistas se opusieron y se escondieron bajo tierra. A pesar de voltear hacia la clase, las palabras del profesor se escuchaban muy lejanas, todos tenían su sistema abierto, las pantallas y hologramas flotaban en el aire frente a los ojos de los estudiantes, frente a mi también se desplegaba mi sistema.

Pasaba las páginas con los movimientos ágiles de mis dedos que se habían acostumbrado al tacto del holograma, tenía abierto el tema con las palabras he imágenes de los fundadores de la Capital, debajo de esta tenía otra página abierta, una con imágenes del océano, kilómetros y kilómetros de agua que tenía el peculiar color azul ¿Desde cuando el agua es azul?, volví a investigar entre todos los documentos que tenía en mi memoria

El agua no es azul por que ese sea su color, un fenomeno hace que los rayos ultravioleta del sol se descompongan en diferentes colores, haciendo que el azul llegue hasta el agua, el agua hace el efecto espejo y por eso que se observa el color azulado o con tonos verdes en los océanos...

Se leía en el archivo, con cada cosa que veía o leía me interesaba más salir al mundo exterior, ¿Habrá animales? ¿Plantas? O quizás... ¡Nubes!, nubes esponjosas de diferentes colores vagando por el cielo de color.... no se de que color es el cielo. Mis manos se detuvieron. Pensando en un buen color para el cielo. Sabía perfectamente que el color del cielo no era rosa chillón como lo fantaseaba Mirahí, tampoco podía ser un tono fuerte para los ojos, debería de ser uno de color tranquilo y apaciguante para la gente, algo así como tranquilizador haciendo que al mirar hacia arriba respires el aire y te sientas seguro de donde estas. Voltee hacia arriba soñando con los ojos abiertos pero en ves de ver un cielo de tonos tranquilizadores, observe los paneles de luz blanca y respire el aire artificialmente purificado por los sistemas de enfriamiento automático.

Anhelaba salir al mundo exterior.

-Hey, Sam- susurro Suse unos lugares al lado de mi

-¿Qué pasa?- le pregunté de la misma forma

-¿Y si le hacemos una broma a Aciel?- una sonrisa maliciosa apareció en sus labios

-Va-

Susejh movió el cuerpo de Aciel logrando espacio para conectarme en su sistema, lo volvimos a poner en su lugar, tenía el sueño pesado y se movía con dificultad, nada lo despertará, a menos que..

Logre transmitir un Boletín de noticias hacia el sistema de Aciel, desde mi lugar podía ver al locutor hablar e informar a los habitantes, la imagen estaba silenciada, no por mucho. Rápidamente subí el volumen a todo lo que daba creando un grito por parte de Aciel y risas por todo el salón.

-¡Ahhhhh! - grito y se balanceo en su silla haciendo que se cayera hacia atrás, las risas comenzaron por todos

-¿Joven Aciel, esta usted bien?- corrió el profesor hacia su lugar preocupado

-Si si, gracias profesor- decía Aciel con cara de adormilado y no entender nada
Susejh y yo estábamos muertas de la risa, había salido perfecta la broma, discretamente cochamos las palmas en el aire en un signo de victoria, un triunfo sobre Aciel que de seguro en cuanto se entere de quien lo hizo querrá venganza.

Estábamos todos sentados en la mesa del comedor, nuevamente el ruido se hacía presente, comíamos sin preocupación alguna, Aciel volteaba a todos lados para encontrar al culpable de quien le había gastado la broma en el salón de clases. Susejh ocultaba su risa tosiendo y yo volteaba a poner mi sonrisa y comprimir mi estómago para que no se escuche nada.

-Chicos, mañana es sábado, ¿quiren salir a algún lado?- propuso Alessandra

-Tengo miedo a salir de mi recinto- dijo Aciel, de nuevo mi estomago se comprimia

-Vamos Aciel, no creo que te vuelvan hacer nada- dice Ale

-Tu no sabes, que tal sí está ves me meto en problemas por el chistosito-

-No lo creo- le dije

-Por cierto Sam, tu estabas atrás de mi cuando termine profundamente dormido ¿viste algo extraño por ahí?- me dijo acercándose peligrosamente a mi cara

-No- le dije moviendo su cara hacia atrás con toda mi palma- supongo que yo también estaba distraída

-Mmm-hummm, muy sospechoso

-¿Sospechas de mi?- le dije señalandome

-Claro, antes de que desaparecieras nos encantaba gastarnos bromas entre nosotros, también a Susejh- le dijo volteandola a ver muy despacio

Suse estaba tomando su jugo de uva morada cuando Aciel la volteó a ver, ella tenía los ojos totalmente abiertos, sabía lo que iba a pasar. Me agache en el momento justo cuando Suse escupia todo el jugo en medio de una risa sofocada.

Aciel se lanzó hacia ella por encima de la mesa, Suse es mucho más ágil que Aciel se escapó de entre sus brazos y comenzó a correr, Aciel, con la cara totalmente enrojecida me miro, no le di tiempo a que dijera algo y sali corriendo detrás de Suse.

La alcance justo cuando iba a tomar los elevadores, le dije que mejor nos fuéramos a esconder a otro lado, asintió rápido aún con su sonrisa en la boca, la tomé de la mano y salimos disparadas hacia otro lugar, donde sea pero con el fin de que Aciel no nos encuentre.

Corrimos y corrimos, volteaba varias veces hacia atrás para ver si alguien nos perceguia, logramos entrar a un salón vacío con bancas y sillas, corrimos hasta la parte trasera y nos sentamos en el piso demasiado exhaustas.

Miraba fijamente la puerta, deseaba con todas mis fuerzas que Aciel alla tomado algún elevador.

-Suse, tenemos que ir a un recinto, si nos quedamos aquí alguien vendrá a limpiar los salones y nos pedira qué nos vallamos- le dije entre jadeos

-Si pero mis padres nos están en mi recinto, tendremos que ir al tuyo-

Voltee a verla unos segundos, Denisse no estaba en el recinto, Mirahí había ido a jugar con sus amigos a quien sabe donde, supongo que no es mala idea.

-De acuerdo-

Salimos despacio y con cautela del salón, caminamos volteando a cada pasillo que cruzabamos. Llegamos a los elevadores y ninguno estaba ahí, tomamos uno y abrí mi sistema, no tenía ningún mesnaje, por lo tanto he de suponer que todos se aliaron en contra nuestra.

Caminamos rápido cuando el elevador se detuvo en el piso en el cual vivía casi volvimos a correr, llegamos a mi recinto y pase mi tarjeta junto con la de Suse dejandola pasar, voltee hacia la puerta donde Suse estaba parada mirando hacia afuera ahogando un grito, me puse al lado de ella y era el.

Aciel corriendo hacia la puerta de mi recinto.

-Sistema bloquea puerta de entrada- el sistema lanzó un pitido y cada ves más se cerraba la puerta, Suse se había puesto detrás de mi

-¡Sistema bloquea la puerta!- lance el grito

Pero antes de que faltarán sólo unos cuantos centímetros una mano salió de la nada, impidiendo que la puerta se cerrará a tan sólo 5 metros de que Aciel llegara. Estamos muertas.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora