《•46•》

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Desde la distancia los pude observar. Galeana se aferraba a una bolsa de plástico, Susejh se tapaba los oídos y gritaba a la ves, Joshua veía todo como si fuera algo nuevo para el y luego estaba Marco quien se nota a tranquilo.

Llegamos con ellos y Delian se puso a hablar con los demás guías mientras yo saludaba a los demas.

-¿Hace cuanto que estas despierta Sam?- me pregunta Marco aun con sus brazos cruzados.

-Unas horas tal ves- le digo- ¿Ustedes?

-Ni 20 minutos-los volteo a ver, a ellos les afectaron más los efectos secundarios.

-Creo que ya estoy bien- dice Galeana apartando la bolsa de plástico que olía fatal.

-Ya me acostumbre a oír así de bien- Susejh nos dice casi gritando me río de su acción.

-¿Sam desde cuando tú cabello es tan rojizo?- pregunta Joshua, me río aun más alto, todos tienen algún defecto que yo no pase, ha de ser porque soy una completa.

Los guías nos indican que nos metamos en una sala de juntas. Eso hacemos, la sala ahora que lo pienso es la misma que todas en la capital, las mimas sillas grises y las mesas redondas blancas, iluminación de techo y sin ninguna ventana. Jalo una silla y me siento, coincido en el medio de mi legión.

-Chicos, hay unas ventajas a parte de sus cinco sentidos- comenta un chico, un poco más grande que Delian, es el guía de Joshua.

-Verán, la tecnología que tenemos en la capital no es del todo cierta, me explico, los Capitalistas tienen toda la tecnología mientras que los habitantes tienen una parte- comenta otra mujer.

-¿Ósea los habitantes no tienen idea de esos artefactos? -Pregunta Galeana

-Exacto, y eso esperamos que siga así- dice Delian mirándome, entrecierro los ojos y ella esboza una sonrisa.

-De acuerdo no le diremos nada a nuestras familias- dice Marco poniendo sus brazos sobre la mesa- Díganos que ventajas tenemos.

-Bueno, son demasiadas para nombrarlas todas, las principales serían que ahora pueden saber donde estan todos ósea tienen localizador, tienen más fuerza y agilidad, piensan más rápido y tienen un campo de fuerza- comenta como sin nada la última mujer sentada hasta el otro lado.

-¿¡Campo de fuerza?!-Susejh va hacia adelante impulsada más de lo normal que casi salta la mesa desde su silla.

-Quieres hacernos una demostración ¿Sam?- dice Delian. Marco y los demás se ponen tensos y yo me paro.

No tengo idea de como activar la burbuja esa. Me pongo a un lado de la mesa y alzo mis brazos, nada ocurre. Resoplo y doy media vuelta, aun nada.

-Delian, no se como...

No alcanzo al ver su expresión cuando una jeringa viene hacia mi, levanto una mano y magicamente la burbuja aparece, la jeringa se estrella y rebota lejos. Una mano va hacia mi pecho para tranquilizarme.

-¡Avísame cuando lances objetos hacia mi cara! - le termino gritando, la burbuja desaparece y mi legión queda asombrada con lo que acaba de pasar.

-Muy pronto sabrán como activar el campo, por ahora sólo les podemos decir que se activa cuando el sistema detecta que están en peligro- Delian se sienta y acomoda sus lentes con una sola mano, la maldigo entre dientes.

-Hay algo más que decirles chicos- ya todos estabamos por salir de la sala cuando me preocupo aun más.

-Ya que fueron catalogados como excelentes e iran al Sector A, tienen que partir hoy- dice dolido el guía de Joshua

-Todo esta bien si podemos despedirnos de nuestras familias- comenta Susejh de un modo algo agresivo.

-Ese es el problema, no podrán despedirse sus familias ya fueron comunicadas- dice Delian,

Me pongo a la defensiva, no voy a ver a Mirahí, ni a mi hermano, menos a Denisse. Todo se queda en silencio, mientras mi cerebro trabaja. Siento como Marco da un paso hacia atrás, luego Galeana y Susejh, se lo que quieren.

-¡Legión AlfaOmega, retirada estratégica, AHORA!- grito

Cuando reciben la orden todos salimos corriendo hacia el pasillo ignorando completamente a nuestros guías, se que Delian entiende, debe de entendernos. Corremos sin control doblando esquinas y esquivando con gran agilidad a la gente. Miro hacia atrás unos segundos, no vienen por nosotros. Por un momento me doy una esperanza y me imagino despidiendome de mi familia. Cuando doblamos hacia el último pasillo todo se destruye en pedazos. El general Tomás y una tropa bloquea nuestro paso, no tenemos armas y ellos nos ganan en número nos detenemos sin más.

-Lo siento legión AlfaOmega, es orden del dictador- dice el general. Dejó caer los hombros rendida cuando me toman del brazo para llevarme al laboratorio de Delian.





Termino de amarrar las botas y me paro viendome en un espejo. Veo el listón azul cayendo por mi cabello, Delian lo cuido bien durante la cirugía. Me muevo un poco y noto la capa ondeandose, tengo todo, mi pistola y mi espada enfundadas y también en uno de los bolsillos de mi traje esta metida la pantalla que me regaló Denisse por mi cumpleaños. No la abriría hasta que lo necesitase. Tampoco voy a llorar, espero.

Delian se acerca desde atrás y me mira a atraves de sus lentes, me doy media vuelta y ella trata de decir algo no la dejó comenzar y la abrazo.

-Yo se que sientes que no me dejarán ver a mi familia. Quiero que sepas que has sido la mejor guía que he tenido, aunque sólo te haya tenido a ti- ella ríe mientras me abraza- Adiós Delian.

-Adiós Sam- nos separamos y veo que ella tiene los cristales empañados por las lágrimas- ¡Oh! Antes de irte, quiero decirte que puedes comunicarte conmigo atraves de tu sistema. Por si algo sale mal.

-Todo hasta el último momento, ¿verdad?- ella asiente admitiendo su mala costumbre. Abro la puerta y le dedico unas últimas miradas, ella mueve su mano en señal de despedida. Salgo al pasillo encontradome con todos, listos. El general Tomás nos lleva al elevador, su escolta sigue a un lado de nosotros.

Veo como los pisos suben en el cristal. Pasamos por el piso de mi anterior recinto y no nos paramos, seguimos la trayectoria hasta llegar al primer piso. Cuando las puertas se abren todos los que están ahí inclinan la cabeza para mostrar respeto, yo llevo la mirada baja. Nos encontramos con un grupo de Capitalistas, todos mayores que nosotros, no nos hacen caso, ni si quiera nos miran cuando llegamos. El general nos indica que irá a arreglar nuestros papeles y ver si los permisos están listos, mientras mi legión se queda en silencio.

Volteo unos minutos hacia los elevadores, donde veo gente bajar y subir. Respiro hondo y nuevamente huele a tierra mojada, huele a libertad. Ahora una parte de mi no quiere salir, mientras que la otra me pide a gritos saltar y bailar. Mirahí pensó que el olor era peculiar, la voy a extrañar. Cada ves que la puerta se abre y se cierra pienso que Denisse aparecerá por ahí, me viene la imagen a la cabeza de cuando era niña. Escucho detrás de nosotros al general diciendo que nos vayamos, pero mi legión no se mueve, espera mi orden. Veo uno a segundos más la puerta implorando porque alguien aparezca por ahí. Denisse rompe las reglas por mi aun cuando ella es perfecta. Pero hoy no fue así.

-Avancen- digo casi en un susurro.

Avanzamos con los demás capitalistas, detrás de ellos ya que nos cierran el paso. Nos guían hacia un elevador, otro más que nos llevará a la superficie. Entramos y sigo viendo a la distancia la pequeña puerta del elevador de la capital. Gracias supervisión. No observo caras reconocidas, nada ni un movimiento que yo conozca. La puerta se cierra en mi cara y quedamos dentro del elevador, siento el movimiento que este hace, llevándonos hacia la superficie.

Ahora, tengo sentimientos revueltos, tristeza por mi familia, enojo por el dictador, curiosidad por el exterior ya que no me había percatado que en tan solo unos segundos la puerta se abriría dejando ver algo nuevo, algo salvaje, algo libre.

Por fin estaré en el mundo exterior




Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora