《•33•》

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Cruzamos el callejón, Susejh es mejor a larga distancia que aquí abajo, aun así no la pude detener cuando me pidio estar aun lado de la escolta. La otra legión nos esperaba, supongo que ellos también se percataron de nuestro encuentro. Nos detuvimos al escuchar una voz que venía de todos los lados.

-Los finalistas del juego son La legión AlfaOmega y La legión Serpenti, competirán por la victoria- el general nos hablaba

Después de eso se calló dejando paso a que nosotros habláramos, no quería comenzar a hablar antes de lo debido, pero algo me molestaba, pensaba que la legión de Victoria era fuerte y es la que contiene más integrantes que las demás, tenía pensado competir contra ella en la final. Me parece que no.

-Escuchamos que aniquilaste a la legión de Obsar- me dice su líder, una chica mas baja que yo.

-Si, no pensaba que tu legión acabara con la de Victoria- le digo, mi cerebro comienza a trabajar, su legión tiene una cualidad y esa es la de rodear al enemigo, como si fueran una serpiente estrangulando a su presa.

-Nosotros no fuimos, ellos fueron los primeros en perder, su plan era acabar con todos al principio del juego, las demás legiones nos encargamos de ellos facilmente- me dice, no recuerdo su nombre de la chica que sólo levanta los hombros en señal de indiferencia.

-Vaya...- logró decir- Acabemos con esto

Mi legión tiene varias posiciones de ataque y creo que la más adecuada en esta situación es no pelear juntos, nos disperzaremos, creando confusión. Nosotros asignamos a cada uno de nuestros ataques diferentes números para distinguirlos, en este caso toca el ataque número 3.

-Legión, formación tres- automáticamente la escolta que antes me rodeaba creando un campo de protección, ahora se dispersa marcando a cada uno de los objetivos, saco mi espada en señal de querer pelear cuerpo a cuerpo, la líder contraria acepta y también saca su arma- Nadie se acerque a Mondragón, ella es mi objetivo- les susurra muy maniaticamente a su legión, los demás se ven entre ellos y hacen lo indicado. Yo no tengo que dar órdenes, la coordinación es uno de nuestros puntos fuertes.

Comienzo lentamente a acercarme hacia ella, sin hacer ningún movimiento brusco. Ella piensa atacarme sin dar rodeos, apuntará a mi hombro derecho. Cuando ella se acerca rápidamente me agachó para esquivar su ataque. Levantó la cabeza y veo un punto débil, su pierna derecha, logro rasgar poco profundo, como no es una herida mortal, sólo se tiñe de rojo la parte donde debería de estar la herida, lo demás sigue en blanco, no han perdido.

Los demás hacen su trabajo y comienzan a disparar. Los disparos nos rodean a nosotras como si fuéramos el centro de todo el alboroto. Es rápida, aunque sabiendo sus movimientos todo es robótico para mi. Le doy un par de espadazos más manchando su uniforme de rojo, ella grita por el dolor psicológico y en uno de sus arranques de ira logra alcanzar mi muñeca, nunca había sentido la herida de simulación. Siento como se abre mi carne y comienza a sangrar, siento frío y arde como el infierno, sin embargo mi mano sigue intacta, todo está en la mente.

-¡Sam!- grita Marco, pensé que estaba en problemas así que voltee a verlo, escucho el disparo y la bala desaparece sobre mi pierna, suelto mi espada y me lanzo al piso, me duele como si me hubieran roto el hueso.

Marco llega y bloquea los ataques del enemigo mientras logro controlar mi miedo. Todo era un juego, era mentira, trataban de dispararme por la espalda. Me arrastro hacia mi espada y me pongo de pie, más enojada que adolorida, si todo está en la mente y yo puedo controlar mi miedo, el dolor se va. Hago un lado a Marco para poder atacarla. Siento la necesidad de subir el ritmo así que utilizo mi verdadera fuerza y agilidad. La empujó y cae, le entierro la espada creando una enorme mancha de rojo. Ella intenta pararse pero no lo logra, perdió desde que trató de traicionarme. Ella ya no puede pararse y su escolta ya ha perdido a manos de la mía. Sólo quedan su francotirador y ella.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora