Capítulo 17

36.1K 1.8K 941
                                    

           

El resto de la noche, se propusieron a terminarse la botella de Grey Goose. Y lo hicieron en medio de sesiones de besos en el sofá y varias rondas de Uno, en donde Lauren le había ganado a Camila en diversas ocasiones, tirándole más cuatros cuando menos se lo esperaba y haciéndola tomar dos cartas del maso a cada rato. La atacaba con bloqueos y reversas siempre que podía, y Camila gruñía con frustración porque nunca le salían buenas cartas, aunque ella estuviese repartiendo.

Para los últimos juegos, decidieron ir agregándole un poco más de diversión y acordaron que cada vez que terminaran uno, la perdedora debía quitarse una prenda de vestir. Al principio, jugaban sucio, quitándose los zapatos o una pulsera, pero cuando se quedaron sin ningún accesorio para quitarse, empezaron por las prendas de ropa. Ambas quedaron en ropa interior, cuando el sueño ya estaba por vencerlas.

De manera torpe y después de varios ataques de risas sin sentido, lograron llegar a la cama. Lauren colocó la calefacción en su máxima capacidad, y ella y Camila durmieron abrazadas con las únicas prendas que no habían terminado en el suelo durante su juego. Sin embargo, en medio de la noche, Lauren se despertó para desabrocharse el sostén porque le molestaba para dormir, e hizo lo mismo con Camila porque supuso que también debía incomodarle. No es como que hubiese visto mucho, de hecho, Camila estaba boca abajo y la habitación estaba completamente oscura.

Pero cuando logró poner a Camila bocarriba, le quitó el sostén y volvió a dormir plácidamente.

Despertó por su reloj biológico, y buscó su teléfono, que —por suerte—, había dejado cargando todo el día anterior. Se dio cuenta de que eran las ocho y media de la mañana, y decidió despertar a Camila para que se vistiera y pudiesen ir al gimnasio.

Camilaa, arriba— la llamó, meciéndola un poco. Camila gruñó, y de un manotazo la alejó.

— Déjame dormir— balbuceó, cambiándose de lado para darle la espalda a Lauren.

— Voy a preparar el desayuno. Cuando venga espero que estés despierta.

Lauren se levantó de la cama, y escuchó como Camila hacia sonidos de ronquidos falsos. Entró al baño, y se lavó los dientes y la cara para luego ir hasta su closet y buscar algo de ropa para ponerse. Fue ahí, cuando se dio cuenta de que tanto Camila como ella habían dormido juntas con nada más que una minúscula cantidad de tela de por medio. Pudo ver como se sonrojaba a través del espejo que estaba al lado de unas gavetas, y bajó la mirada para no tener que enfrentarse a su reflejo.

Aunque cuando recordó que Camila y ella estaban juntas, no pudo evitar sonreír como idiota. Mantuvo esa sonrisa mientras se vestía, y al preparar el desayuno. Camila y ella no estaban saliendo, ni eran novias; pero eran algo y eso para Lauren era más que suficiente.

Camila apareció por el pasillo poco tiempo después, con el cabello desordenado y los ojos adormilados. Llevaba puesto un suéter de Lauren que había encontrado en el sillón. Lauren estaba de espaldas en la cocina, y Camila miraba maravillada como la atleta parecía desenvolverse de manera natural mientras cocinaba.

— Hola— murmuró Camila, con la voz ronca. Lauren se sobresaltó del susto, y se volteó para mirar a Camila mientras llevaba una mano a su corazón.

— ¿Me quieres matar?

— Lo siento— se disculpó la fotógrafa, con una sonrisa—. ¿Con que tienes pensado envenenarme?

— Tengo yogurt de durazno con granola y trozos de manzana, piña, tortillas de huevos con vegetales y café.

— ¿Necesitas ayuda con algo?

girls do it better; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora