Capítulo 48

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— Hasta que los sapos se dieron cuenta de que no eran conejos— se burló Normani, al ver a Lauren y Camila llegar hasta las tumbonas en las que ella y Dinah estaban.

— Hola, chicas, ¿cómo están? — Replicó Lauren con sarcasmo.

— No tan bien como ustedes— siguió Dinah la burla.

Lauren rodó los ojos, y colocó sus cosas y las de Camila en una silla que estaba vacía.

— Despertó de malhumor— les explicó Camila a las chicas, ganándose una mirada de muerte de parte de Lauren. Camila le sopló un beso, que pareció suavizar un poco a Lauren.

Después de haber sido arrastrada fuera del club y puesta contra la puerta de la habitación, Camila había pasado toda la noche bajo las manos expertas de Lauren. Se habían dormido pasadas las cuatro de la mañana, cuando sus cuerpos les pedían a gritos que descansaran. Habían tomado el desayuno en la cama, y después de decenas de mensajes Dinah pidiéndoles que fueran a la playa, habían dejado su flojera a un lado y habían decidido reunirse con las chicas.

Camila sacó un bote de bloqueador solar y le hizo señas a Lauren de que se sentara para poder aplicárselo. Lauren era extremadamente sensible al sol, y no estaban en circunstancias para lidiar con irritaciones en la piel. Camila le quitó el vestido playero de color blanco, y comenzó a masajear sus hombros y su espalda con el líquido en sus manos.

— ¿Qué creen que debamos comer que sea típico? —Preguntó Normani, dándole una mirada rápida al menú que estaba en una mesa a su lado.

— No sé cuál sea la comida típica... Pero como estamos en la playa seguramente sea algo con mariscos, ¿no?—Infirió Dinah.

— Las más conocidas son el churrasco y la sopa Leão Veloso— comentó Camila. Las demás la miraron con desconcierto.

— La sopa se escucha asquerosa— admitió Normani.

— Es una sopa a base de mariscos— explicó Camila—, y el churrasco es cualquier tipo de carne a la brasa.

— Supongo que en algún lugar podemos encontrar un McDonald's, ¿no? —Bromeó Lauren.

— ¡Lauren Michelle, sabes que tienes prohibido comer esas cosas cuando estás por competir! —La regañó Dinah. Lauren miró a Normani en busca de apoyo, pero ella solo se encogió de hombros, al ser otra de las afectadas.

— Camila, ayúdame— pidió Lauren.

— No, ya escuchaste, si Dinah lo dice significa que es cierto. Te toca comer vegetales y cosas saludables.

— ¿Te tomaste tu batido de proteínas? —Inquirió Dinah, con una ceja levantada.

— ¿Tenías que tomarte un batido de proteínas? —Preguntó Camila, dirigiéndose a su novia.

— No...—murmuró Lauren, como una niña que estaba tratando de ocultarle a sus padres que había hecho una travesura. Dinah la miró fijamente, hasta que Lauren se rindió y suspiró—. Es que sabe feo.

— ¿Te das cuenta de que esta mujer es un dolor en el culo? —Le dijo Dinah a Camila, negando con la cabeza.

— ¿Nadie va a defenderme? ¿Normani? —Indagó Lauren, pero Normani todo lo que hizo fue fruncir los labios—. Increíble la gente.

Después de ese comentario, no les quedó más que reírse de Lauren y su actitud infantil. Se instalaron en sus tumbonas y aprovecharon la calma y la tranquilidad que ofrecía la playa al estar poco poblada de turistas. Camila y Lauren se acurrucaron lo más cerca que pudieron, Lauren con la cabeza en el pecho de Camila, mientras tenía una vista privilegiada de los senos de su novia en su bikini. La mano de Camila que estaba acariciando el cuello de Lauren, fue descendiendo hasta llegar a su espalda y su trasero, en donde subía y bajaba de manera rítmica, dejando caricias por su paso. Ninguna de las cuatro se había sentido nunca tan relajada y nerviosa a la vez, pero era un buen sentimiento, uno que les decía que todo saldría bien.

girls do it better; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora