Capítulo 50

21.6K 1.3K 637
                                    

— Dinah, tenemos veinte minutos para llegar— advirtió Camila, apoyándose sobre el marco de la puerta. Dinah apareció pocos segundos después con los zapatos en una mano y el bolso en la otra.

— Ya vine— dijo la diseñadora. Camila empezó a caminar hasta el ascensor, mientras Dinah la seguía y se trataba de poner los zapatos. Al entrar al ascensor, Camila le dio a Dinah una mirada divertida y enarcó una ceja.

— Eso te pasa por arreglarte veinte minutos antes de que tuviésemos que salir.

— ¡Pensé que me iba a alcanzar el tiempo! —Se defendió Dinah.

Llegaron hasta el lobby del hotel, en donde Elizabeth y los padres de Normani las esperaban. Luego, subieron al auto que las llevaría hasta el estadio en donde Normani estaría debutando.

La gimnasta no estaba en su mejor forma. Había tenido una lesión bastante grave en el tobillo pocos meses atrás, y aunque se había recuperado bastante bien, no había tenido el tiempo suficiente para hacerlo por completo. Los temores de que no pudiese actuar según lo esperado, o que pudiese tener una lesión mayor mientras competía estaban presentes en la cabeza de todos.

En el calentamiento, antes de iniciar las pruebas, se había quejado de sentir dolor en el tobillo. Tuvo que volver a los vestuarios a que un fisioterapeuta le hiciera masajes para calmar la molestia. Normani sabía lo peligroso que podía ser salir a competir si lo hacía con dolor, porque no solo podría lesionarse más gravemente, sino que de ocurrir un accidente, no podría continuar con su rutina y perdería su puesto en los Juegos.

Apenas era el primer día, y necesitaba una buena puntuación para clasificar a la siguiente ronda. Tenía cinco rutinas que realizar, en las que cualquier cosa podría salir mal y su tobillo podría sufrir diversos daños. Pero trataba de no pensar en todo lo que podría salir mal, porque sabía que eso solo la haría desconcentrarse.

Cuando su grupo fue llamado, tomó una respiración profunda y se preparó para salir. Le había prometido el día anterior a Lauren que les demostraría a todos porqué merecía estar ahí, y ella siempre cumplía sus promesas.

Camila volvía a su asiento cuando el nombre de Normani fue anunciado por los parlantes. El primer ejercicio sería el salto en caballete. Normani comenzó a correr desde una distancia de veinticinco metros, hasta llegar a una colchoneta de la cual tomó impulso hacia un trampolín que finalmente la impulsó hasta el potro. La altura y la distancia que lograra alcanzar, así como el número de giros y mortales eran unas de las partes más críticas de todo el ejercicio. La otra era el aterrizaje, en la que debía caer de pie y sin dar un paso de más.

La actuación de Normani fue casi perfecta, a excepción de que al aterrizar una de sus piernas se dobló hacia la derecha y esto causó que perdiese un poco el equilibrio cuando se levantaba. Sin embargo, había obtenido la segunda puntuación más alta hasta el momento.

El siguiente ejercicio, fue la barra de equilibrio o la viga. Tras el salto, Normani había sentido una punzada en su tobillo. Su entrenador lo había notado y estaba masajeándola para ayudar a disiparla. Él consideraba que si la molestia seguía, era mejor que fuese descalificada de esa prueba, puesto que no era uno de los aparatos en los que se destacaba y no valía la pena arriesgar toda una semana de competencias y más actuaciones durante el día por un solo aparato. Aun le quedaban las barras asimétricas y el ejercicio de suelo, que eran sus mejores rutinas y necesitaba estar al cien por ciento para poder realizarlas.

— Ya estoy aquí— se quejó Normani. La idea de ser descalificada o de no poder competir era algo que simplemente no tenía sentido en su mente. Prefería dar una mala actuación que no presentarse—. Y no pierdo nada con intentarlo. Si siento que no puedo, me bajo de la barra y dejo que me descalifiquen.

girls do it better; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora