girls do it better; camren

Capítulo 41

[ADVERTENCIA]

Camila insistió en que llevaran a Lauren al hospital para verificar que todo estuviese bien y que no hubiese ningún daño interno a raíz del accidente. Luego de someterla a varios exámenes, un doctor le aseguró que todo estaba en perfecto orden con Lauren y le dijo que lo único que tenía que hacer era ir a descansar. Tal vez le dolería la cabeza, pero sería algo normal después de todo lo que había pasado en el día.

Tres horas después, Camila y Dinah entraban al apartamento de Lauren con esta última detrás de ellas. Durante todo ese período de tiempo, Lauren no había pronunciado palabra alguna ni las había mirado a los ojos.

Tanto Dinah como Camila se miraban con desconcierto al no saber qué hacer con Lauren, pero se calmaron diciéndose que el shock de presenciar un accidente como aquel debía ser bastante grande y le tomaría un tiempo a Lauren asimilar todo lo que había pasado en las últimas horas.

Decidieron que lo mejor era no avisarle a Elizabeth ni a Normani aun para no preocuparlas de más, pero si le dijeron a Nick porque Lauren seguramente no iría a entrenar al día siguiente. Para dormir, Dinah tomó la habitación de invitados y Camila se metió en la cama con Lauren, quien se había dormido apenas había tocado la almohada.

Camila nunca había pensado en lo fácil que era perder a las personas que amaba, y se sentía agradecida con la vida por haberle dado una segunda oportunidad a Lauren y haber dejado que saliera intacta de lo que podría haber resultado en lo peor, como en el caso de las personas del otro auto.

Algo que no había desaparecido de la mente de la fotógrafa era el dolor y la tristeza en la voz de Lauren al pronunciar las últimas palabras antes de volverse completamente muda. Todo lo que Camila quería hacer era eliminar ese dolor y tomarlo ella, porque también le dolía a ella ver a una Lauren tan distinta a la que conocía.

*

Camila sentía como algo a su lado se movía de manera brusca y escuchaba unos sollozos desbocados. Al principio pensó que era parte de su imaginación, pero luego un grito aterrador la hizo despertar y se encontró a Lauren echa un ovillo y con la camisa del pijama empapada de sudor. Se cubría el rostro con las manos y su respiración era irregular.

La fotógrafa no tenía idea de lo que debía hacer. Lo más correcto sería despertarla por si estaba teniendo una pesadilla, pero a la vez no sabía si sería lo más conveniente tocarla mientras estaba en ese estado.

— Lauren— murmuró Camila suavemente, luego de que un grito ahogado saliera de la garganta de Lauren—. Mi amor.

Lauren se mantenía moviéndose en la cama sin control, y Camila mantenía un debate sobre lo que debía hacer. Tenía miedo de tocarla y asustarla, pero a la vez quería sacarla de aquella realidad que estaba atormentándola.

Con cuidado, Camila tocó su hombro varias veces, pero no obtuvo respuesta alguna de parte de la otra mujer. Repitió el acto, solo que esta vez con mayor firmeza y contuvo el aire cuando un alarido salió de los labios de Lauren.

— ¡No, no, no! —Exclamó Lauren en medio de gimoteos. Su voz sonaba desesperada, y el corazón de Camila se rompió en miles de pedazos al escucharla.

Camila le dio unos ligeros golpecitos en la espalda, y cuando siguió sin lograr despertar a Lauren, la agitó de la manera menos brusca que pudo y Lauren abrió los ojos asustada y miró a su alrededor para comprobar donde estaba. La oscuridad de la habitación era la misma que había en su auto luego de escuchar la colisión del otro vehículo contra las paredes del muro. El calor abrumador que sentía en su espalda se asemejaba al ardor luego de romper el vidrio del otro auto para sacar a la mujer que lo abordaba. Lauren se sentía mareada y con ganas de vomitar, mientras recordaba el rostro inerte de la mujer.