girls do it better; camren

Capítulo 49

Lauren había llamado a Camila a su hora de almuerzo, los únicos veinte minutos que había tenido libres durante todo el día, y le había contado sobre lo que había hecho hasta ese momento. Un entrenamiento suave en la piscina de la Villa Olímpica y más tarde en el gimnasio, una visita a un canal de televisión en vivo de Brasil, una aparición especial en un canal de Estados Unidos que estaba transmitiendo desde Rio y una reunión con miembros del Comité Olímpico para felicitarla por su trayectoria en los Juegos.

Para lo que restaba de la tarde tenía que hacer una visita sorpresa junto a Normani a dos hospitales para niños y otra a un colegio en una de las zonas más pobres de la ciudad. Estarían donando fondos, juguetes y camisas con los nombres de Lauren y Normani, junto a una bandera de Estados Unidos; un diseño especial de la marca de Lauren— a la que Dinah se había referido como Frogueri, aunque el nombre oficial era Lauren x Nike. Más tarde, se dirigirían a sus habitaciones para colocarse el uniforme formal y dirigirse hasta el estadio. Sarah, siendo la encargada de que Lauren subiera fotos con su uniforme y de lo que había hecho durante todo su día, le había mandado a Camila varias fotos.

Su favorita era una en el balcón de su habitación. Podía verse el mar de fondo, y Lauren salía riendo mientras miraba a algo a su lado. Su uniforme entallado y diseñado por Ralph Lauren, lucía magnifico en ella, a pesar de que tanto Camila como Lauren, Normani y Dinah se habían quejado porque nos les gustaba el diseño; que consistía en un blazer azul marino, debajo llevaban un suéter a rayas blancas, rojas y azules, mocasines a juego y skinny jeans de color blanco.

Habían muchas fotografías de Lauren en el hospital con los niños que le sacaron más de una sonrisa a Camila y a Elizabeth, quien le sugirió a Camila de manera no muy sutil lo buena que era su hija con los niños.

Más tarde ese día, Lauren llamado brevemente a Camila porque extrañaba escuchar su voz y se habían quedado hablando durante más tiempo del que Lauren tenía permitido, pero de todas maneras lo único que tenía que hacer era posar para fotos mientras entraba al estadio, cosa que podía hacer mientras hablaba por teléfono. Cuando había llegado el momento de dar entrevistas y estrechar la mano de personas importantes, tuvo que colgar.

La ceremonia de apertura estaba por iniciar. Camila estaba sentada en unos privilegiados asientos, que si bien no estaban muy cerca de la pista, eran bastante cómodos y de todas maneras tenían una vista increíble. A su derecha se encontraba Dinah, junto a ella los padres de Normani, y a su izquierda estaba Elizabeth. Eran el equipo que había acompañado a dos de las atletas más esperadas para la ceremonia, y no dudaron en mostrar su apoyo con camisetas de la marca de Lauren con la bandera de Estados Unidos, que saldrían a la venta más tarde esa noche.

Camila estaba nerviosa por todo lo que aquella ceremonia representaba para ella. Durante toda su vida había visto los Juegos Olímpicos, especialmente la inauguración porque le parecía increíble lo que podían llegar a hacer. Había presenciado en vivo la de Atenas 2004 y Londres 2012, y ahora la de Rio 2016. Pero ninguna había tenido ningún impacto significativo en su vida. Hasta ese día.

No solo estaba como una espectadora de los miles más, sino que estaba ahí para apoyar a la mujer que le había cambiado la vida y la mejor amiga de esa mujer, que con el tiempo también se había convertido en su amiga. Estaba ahí para ver como uno de los sueños de una de las personas que más amaba empezaba a hacerse realidad, y no podía evitar sentirse emocionada.

Cuando los atletas comenzaron a salir, el estadio estalló en aplausos. Personas de todas partes del mundo dejaban a un lado sus compromisos por un par de días para ir a apoyar a los atletas de su país, o a cualquiera del que fuesen aficionados.

Camila nunca se había sentido tan ansiosa de que saliera un país como lo estaba en ese momento. Sostenía la mano de Dinah fuertemente, mientras esperaban que los primeros países salieran. Por suerte, el Comité Olímpico había rechazado la propuesta de que Estados Unidos saliera entre los últimos por su nombre en inglés— decían que por la hora de la ceremonia, la mayor audiencia serían estadounidenses y dejar a su país entre los últimos mantendría a la audiencia y causaría mayor expectativa—, y habían decidido ponerlo en portugués. Sin embargo, la espera se hacía larga.