girls do it better; camren

Capítulo 40

— No sé qué te hizo Lauren, pero estás más buena de lo que recordaba— comentó Dinah, entrando al apartamento de Camila con las bolsas llenas de las cosas que la fotógrafa le había pedido para la cena—. No sé si será que tiene buena mano o qué, pero como que voy a empezar a buscarme a una Lauren para mí.

— Búscate a alguien que te lleve a entrenar como animal al gimnasio y vas a estar bien... Por Dios, tengo el abdomen más duro que una piedra y el culo me ha crecido como tres veces más— respondió Camila con diversión. Dinah la miró con escepticismo.

— Lauren es una maldita— murmuró entre dientes seguido de una risa—. He ido a entrenar con ella un montón de veces y siempre entrena menos duro de lo que lo hace siempre para tener compasión de mí... Pero si el culo te ha crecido no me sorprende que sea tan fuerte cuando te lleva a entrenar con ella.

— ¡La voy a matar apenas la vea!— Exclamó Camila, haciendo que Dinah riera.

— A besos, seguro... En otro tema, ¿dónde está tu mujer?

— En Philadelphia entrenando para los Trials.

— Ay, mírate, ya eres toda una experta en materia de la natación.

— Ya sé diferenciar los cuatro estilos y que en las competencias hay dos silbatos, el primero para que se acomoden en la plataforma y después de ese no pueden moverse hasta que suene el segundo para poder lanzarse al agua— dijo con presunción.

— Me imagino que le dijiste todo eso a Lauren y la pobre tuvo un orgasmo— se burló Dinah.

— Con solo mirarme ya los tiene— respondió con arrogancia.

— Dios mío, pero es que ustedes dos son tal cual. Una más arrogante que la otra...

— Es un don.— Camila se encogió de hombros, y dejó su laptop en el sofá para empezar a preparar el almuerzo junto a Dinah.

— Es una mierda que mis dos únicas amigas sean atletas y estén ocupadas al mismo momento— murmuró Dinah luego de un rato—. Llamo a Lauren para saber de ella y no me contesta, llamo a Normani y me dice que está en Lewiston. ¡Y yo que sé en donde mierda que...!

La voz de Dinah se fue apagando lentamente mientras miraba con atención la pantalla de la computadora de Camila y la página que había dejado abierta.

— Camila, ¿que...?— La fotógrafa se acercó hasta donde estaba Dinah y ensanchó la mirada al recordar lo que había estado viendo poco antes de que su amiga llegara—. ¿Significa lo que yo creo que significa?

— ¡No, no!— Exclamó de inmediato—. Yo solo estaba viendo otras cosas y entré por curiosidad...

— Entonces has pensado en matrimonio con Lauren— infirió con una sonrisa. Camila la miró despavorida.

— ¡No!... Dios, no es que me aterre la idea, pero no es lo que tú piensas. No es que como que haya estado pensando pedírselo pronto, es solo algo tonto.

— Pero lo has considerado...

— Bueno, cuando pienso en el futuro veo a Lauren a mi lado y aunque no le vea la importancia al matrimonio para demostrar que nos amamos, en materia legal nos beneficiaría mucho si algo llegara a pasarnos... Mi familia vive al otro lado del mundo y la única familia de Lauren vive en Miami.

Dinah sonrió con entusiasmo como si se le hubiese ocurrido una brillante idea, y vaya que lo había hecho.

— Deberías pedirle matrimonio en los Juegos— sugirió.

— ¿Qué? ¡No, no! ¡Estás loca!

— Es el escenario perfecto, ¿sabes? Tendrías que esperar hasta el último día porque Lauren no puede usar joyería cuando compite. Nick podría hablar con los organizadores para hacerte un espacio en la premiación y que puedas proponérselo... Imagina la felicidad de Lauren después de ganarse las benditas cinco medallas y comprometerse contigo.