Capítulo 20

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Ally movía impacientemente su pierna derecha, mientras miraba a cada lugar del restaurante para verificar si Camila aún no había llegado. Cambió el movimiento a su pierna izquierda, y repitió el proceso.

Se encontraba especialmente ansiosa ese día. Tenía mil cosas de las que hacerse cargo, y no tenía solución ni para un tercio de sus problemas. El estrés la estaba consumiendo y no sabía que más hacer. Sin embargo, cuando vio a Camila entrar por la puerta, el latido errático de su corazón pareció calmarse un poco, y sonrió lo mejor que pudo.

— ¿Qué te pasa?— Preguntó Camila, notando enseguida el comportamiento extraño de Ally.

— N-nada.

— Ally...

— En serio, no es nada— insistió con la mirada firme. Camila levantó una ceja, estudiando más de cerca a su amiga, para ver que le pasaba.

— Algo te está estresando— infirió con seguridad.

— Déjalo, Camila. No es nada.

— Una cosa es que no quieras hablar de lo que te pasa, y otra es que no quieras contármelo.

Ally frunció el ceño.

— ¿No es lo mismo?

— No, porque si no quieres hablar de eso igual me lo cuentas pero dejamos el tema hasta ahí. Si no quieres contármelo es porque no quieres que saque el tema nunca.

— Eres insoportable. — Ally rodó los ojos—. Audicioné el sábado como la hermana de la protagonista en una obra de Broadway. Era un papel algo... complicado. Así que pasé toda la semana aprendiéndome el guión y practicando lo más que podía. Por eso me atrasé con las clases y algunos de mis estudiantes podrían reprobar el año por eso.

— ¡¿A quién le importan tus estudiantes cuando audicionaste para Broadway?!— Chilló Camila emocionada, con una sonrisa en el rostro.

— Puedo perder mi trabajo, Cam. Y había cientos de chicas audicionando para el mismo papel que yo.

La boca de Camila se abrió en sorpresa, sabiendo a lo que Ally se refería. La más baja había audicionado decenas de veces para todo tipo de papeles, pero cuando había mucha competencia las probabilidades de lo consiguiera eran de un uno por cierto. Y aunque eso era algo, en ningún caso había dado resultado.

— ¿No hay alguna manera de salvar a los chicos?

— Ahí está el otro problema... A mi jefa la tienen en la mira porque nunca hace ninguna actividad para los estudiantes, a pesar de que el estado y una fundación de padres le dan un montón de dinero para eso. Entonces me ofreció un trato.

— ¿Cuál?

— Tengo que organizar una especie de conferencia y llevar a alguien que sea inspirador y exitoso; para que los chicos puedan conocer un poco más de su historia... Después tienen que entregarme a mí un ensayo sobre el personaje al que lleve.

— ¿Y qué tiene que ver eso con tu materia?— Camila frunció el ceño.

— En realidad, nada. Pero voy a darles crédito a los chicos por asistir a la conferencia y si todos lo hacen, van a tener una A en mi materia, mi jefa va a poder seguir robándose los fondos y yo no voy a perder el trabajo.

— ¿Ya sabes a quien vas a llevar como invitado? —Ally negó—. Podría hablar con cualquier persona famosa y exitosa, tu solo dime a quien quieres y yo le diré a Lilly que le llame.

— No, Camila. Las personas así te cobran muchísimo dinero y yo no tengo para pagarlo.

— Yo puedo pag...— Ally la interrumpió.

girls do it better; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora