Capítulo 26

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Camila llevaba despierta más de una hora. Se había levantado porque necesitaba ir al baño, pero al volver a la cama y ver a la mujer que descansaba plácidamente con su espalda descubierta y el cabello esparcido por toda la almohada; su sueño se había desvanecido. Se quedó mirándola dormir —por muy acosador que eso pareciera, y un sentimiento extraño recorrió su cuerpo.

— Lauren— susurró, meciéndola por el hombro—. Lauren, despierta.

— Déjame dormir— balbuceó sin siquiera levantar la cabeza de la almohada.

— Despierta, mi amor— murmuró suavemente en su oído.

— ¿Te estás muriendo?

— No, pero...

— Entonces déjame dormir.

— Es importante— le dijo, sabiendo que si no lo hacía en ese momento probablemente no podría dormir durante las pocas horas que le restaban.

— Me dices en la mañana.

— Lauren...

— Tengo sueño— se quejó. Camila rodó los ojos.

— Lauren, quiero que seas mi novia.

Camila pensó que eso tal vez la despertaría, pero la atleta solo volteó la cara hasta donde ella estaba y atrajo a la fotógrafa hacia su cuerpo con su mano, aun con los ojos cerrados.

— ¿Si te digo que si me dejas volver a dormir?

— Pero, mi amor, esto es un gran paso y...

— Y yo tengo sueño— la interrumpió—. Si, si y mil veces sí. Ahora, duérmete.

Camila se acurrucó en el cuerpo de Lauren, y trató de dormir por un rato. Desde que se había despertado antes, la idea de formalizar su relación había estado apareciendo en su mente y no la había dejado dormir. Sabía que Lauren al despertar no se acordaría nada —porque ella del tipo de persona a la que si le hablabas mientras dormía, nunca recordaría la conversación. Pero el solo pensar que el subconsciente de Lauren le había dicho que sí, la hacía tranquilizarse un poco.

Lauren se despertó porque sintió como Camila se zafó de su agarre y apagó el despertador. Era raro, considerando que la alarma de Lauren estaba programada algunos minutos antes que la de Camila; solo porque a ella le gustaba poder ver el espectáculo que Camila ofrecía cuando se estaba despertando: las respiraciones profundas, los gruñidos, los suspiros frustrados y el ceño fruncido. Después venía la parte favorita de Lauren, Camila abría lentamente los ojos y pestañeaba varias veces para ubicarse en el espacio que estaba. Finalmente, se volteaba y en su rostro se formaba la primera sonrisa del día.

Pero aquel día, no había tenido la oportunidad de apreciarlo.

— ¿Qué haces despierta? — Preguntó Lauren. Camila salió de su closet aun con la pijama con la que había dormido.

— Quería preparar el desayuno.

— ¿No suena más atractivo quedarte en la cama abrazada a tu novia, que por cierto, está desnuda?

— ¿Cuál es el caso si a los cinco minutos vas a quejarte de que tienes hambre? — Lauren iba a protestar, pero se dio cuenta de que Camila tenía razón. Así que suspiró, mientras Camila le daba una mirada de 'te lo dije'.

— De todas maneras, deberíamos salir a desayunar mejor.

— No, me hace falta algo de comida hecha en casa.

La mayor salió de la habitación, y Lauren se levantó para hacer su rutina diaria de aseo. Luego, entró al closet de Camila para buscar algo de ropa para ponerse. El lugar ahora parecía su closet también, solo que el área en donde estaba su ropa se dividía en dos; la ropa que Camila había proclamado como suya y que jamás le devolvería, y la que podía ponerse hasta que Camila la tomara. El closet de Lauren en su apartamento era bastante parecido, a diferencia de que la ropa de Camila era en su mayoría formal y la que Lauren tenía en el apartamento de la fotógrafa era deportiva.

girls do it better; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora