girls do it better; camren

Capítulo 43

Para alivio de Camila, Dinah le había mandado un mensaje poco después diciéndole que Lauren le había pedido quedarse en su departamento por lo que restaba de día y por la noche.

Aunque esto la relajó un poco, Camila, no pudo estarse tranquila del todo. Aún estaba el hecho de que Lauren y ella habían peleado y necesitaban hablar sobre eso, considerando que no sabía cómo quedaría su relación luego del intercambio de palabras que habían tenido. Camila sabía que era casi imposible que terminaran por algo tan insignificante como eso, pero ahora que ambas habían explotado y habían dicho lo que les molestaba de la otra, tenían que poner nuevos límites y parámetros en su relación.

También estaba toda la situación con Ally que le había puesto los pelos de punta, y no sabía qué hacer para calmar a su amiga más que asegurarle que todo estaría bien y que Tom no sería capaz de tocarla nunca más. Pero por más que trataba de convencerla de que nada iba a pasarle, sabía que las probabilidades de que algo malo pasara eran infinitas.

Algunas horas después, Camila suspiró con alivio cuando Dinah le dijo que Lauren había comido, y le pidió que le diera las buenas noches y le dijese que la amaba, aunque quería romperle el cuello por haberse ido sin hablar las cosas antes.

Dinah le leyó textualmente el mensaje a Lauren, y esta todo lo que hizo fue asentir. Se acomodó más bajo su cobertor y escribió un mensaje para Camila. 'Buenas noches', decía. Pero decidió borrarlo antes de enviarlo, y apagó la luz de la lámpara.

Al momento de dormir, Camila se sentía sola en una cama tan grande y sin Lauren, y que su olor estuviese por todos lados no ayudaba— mucho menos ayudaba que estuviese en el apartamento de Lauren. Así que en vez de intentar conciliar el sueño, fue hasta la habitación de Ally y se metió bajo las sabanas para tener algo de compañía. Se acomodó a su lado y se abrazó a si misma mientras algunas lágrimas caían por su rostro.

Las limpió con brusquedad y trató de despejar su mente para que no volvieran a aparecer. Las personas a su alrededor la necesitaban y no podía estar ahí para ellas si también se rompía.

*

Camila acompañó a Ally hasta el teatro en el que sus ensayos se llevaban a cabo. Lilly le había avisado que el guardaespaldas que ella le había mandado a contratar con «urgencia» debería presentarse en el lugar en un par de horas. Hasta entonces, Camila se quedó acompañando a Ally para darle un poco de seguridad.

Le sorprendía ver como la misma persona que solo unas horas atrás era un desastre tanto físico como emocional, parecía cambiar por completo al subir al escenario. Ally se convertía en otra persona mientras recitaba sus líneas y desarrollaba con elegancia su papel.

Poco después, un hombre alto y fornido se acercó a Camila y se presentó como Matthew, el guardaespaldas que ella había solicitado. Camila le explicó brevemente la situación en la que Ally se encontraba y abandonó el lugar para volver al apartamento de Lauren. El hombre le había caído bastante bien, y confiaba en él para que cuidara a su mejor amiga.

Por una parte, quería que Tom intentara algo contra Ally para que pudiese volver a la cárcel y su amiga dejara de sentirse ansiosa y aterrada por lo que él podría hacerle. A Camila le daba una extrema sensación de gozo imaginarse en una corte mientras defendía a Ally y declaraban al hombre culpable.

Pero por otro lado, lo menos que quería era que Ally pasara por una situación tan traumática como esa. Si solo escuchar la voz de su padre la había descolocado por completo, verlo acabaría con la poca estabilidad mental que le quedaba.

Camila entró al apartamento y sintió cosquillas en el estómago al ver un abrigo en el apoyabrazos del sofá que no había estado ahí cuando ella salió. Lauren acostumbraba dejar prendas de ropa o su bolso en el sofá, así que solo significaba una cosa: ¡Lauren había vuelto!