EXTRA.

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*¿Ven que no soy tan cruel? 

Después de esto continuaré el próximo sábado.

SUEÑO:

MARLON:

Michi duerme tan plácidamente sobre mi pecho que no quiero despertarla. No creo estar obligado a hacerlo porque ella y yo no estamos haciendo nada malo. Estuve en situaciones más comprometedoras que esta.

Vaya que sí. He dictado muchas clases de cocina y tengo una gran cantidad de alumnas.

Ella ronronea como un gato y sus ronquidos no me dejan dormir. Mi cabeza aún está dando vueltas por la cantidad de alcohol que bebí hace una horas. Y aún no sé por qué lo hice. Supongo que un recuerdo llevó al otro... 

Aquí, en la oscuridad de esta habitación, puedo admitir sin miedo que el rechazo de Michi esta tarde trajo a mi mente el recuerdo de Marie. Nunca se lo he dicho, pero ellas se parecen  en ciertos aspectos. Sin embargo, Marie tiene un espíritu más libre, en cambio Michi mantiene encerradas todas esas ganas de experimentar porque cree que puede vivir a través de sus libros.  Ya debería entender que la vida es de quien la toma.

Me muevo con cautela y retiro mi cuerpo despacio para colocar su cabeza nuevamente en el colchón. Ella parece querer abrir lo ojos pero solo mueve los parpados y vuelve a caer en un profundo sueño. Me rindo y decido dormir, pero entonces Michi empieza a balbucear algo que al principio no entiendo.

— ¿Pesadilla?  —le pregunto.

Ella se remueve en mi pecho y frunce un poco la nariz. No puedo negar que la tonta  se ve adorable.

— Uhmm, no lo siento —murmura.

Frunzo el ceño. 

—No siento tus besos —extiende los labios.

Una risa burlona escapa de mi garganta y tapo mi boca para que no sea escuchada. 

Tal vez sueña con Joseph.

— Marlon, no siento tus besos.

Mi estúpida sonrisa se va disolviendo. 

Ella sueña conmigo.

La veo removerse sobre la cama como una fiera, tanto que por un momento creo va a despertarse. Pero ella quita la cabeza de mi pecho y se recuesta boca arriba sobre la cama. Toma la almohada que está a su costado y la aprieta fuerte sobre su rostro. Vuelvo a reír con descaro.

Nuevamente deja su rostro al descubierto.

— Bésame —ordena  y una arruga se forma en medio de sus cejas. Luce molesta.

El momento empieza a dejar de resultarme divertido, ahora siento un nudo en mi pecho y ganas de que ella sonría como siempre lo hace. 

Michi ahora tiene las cejas curvadas y las esquinas de los labios  hacia abajo. Todo su rostro me dice que desea llorar 

— Hazlo mejor —exige.

Está a punto de tomar nuevamente su almohada, pero esta vez la quito de sus manos y me inclino hacia ella. Tengo la vista muy fija en sus labios, sin embargo cuando e se remueve sobre la cama también logro admirar otras partes de su cuerpo. Cierro los ojos, no quiero aprovecharme de esto pero su rostro acongojado me demanda hacerlo. Coloco mis manos a su costado para no poner todo mi peso sobre ella. La admiro por unos segundos y descubro que es perfecta a su manera. Me acerco un poco más para rozar mi nariz con la de Michi y poco a poco acaricio sus labios. Temo que la barba de mi rostro la haga despertarse pero me equivoco cuando sus manos se envuelven en mi cuello y me atraen por completo, eliminado la distancia  y no dejando ni un milímetro entre nosotros. Pronto mis labios se mueven cautelosos sobre los suyos, y ella no tarda en aferrarse con necesidad. Incluso sus piernas se enredan detrás de mi espalda haciendo imposible  resistirme. La beso con fiereza y  me vuelvo loco cuando su boca se abre ligeramente. Aprovecho ese movimiento para profundizar el beso y hago que mi lengua roce con la suya. La oigo soltar un suspiro  y muerdo un poco su labio inferior en respuesta . Nunca antes había sentido esto con otra chica. Ni siquiera con Marie.

— Es mi primer beso—susurra con los ojos cerrados.

Me separo un poco percatándome que ella aún sigue dormida. 

Michi es sonámbula.

No puedo evitar que su última frase me cause ternura. Creí que ella era inexperta, pero nunca imaginé que a tal extremo. Sin embargo, me gusta que yo sea quien le enseñe estas cosas. No es agradable ser profesor de alguien que prácticamente ya lo sabe todo.  Esto es refrescante.

Vuelvo a acercarme pero esta vez mis labios se dirigen hacia su cuello y poco a poco van bajando hacia su pecho. Estoy perdiendo el control y mucho, tanto que me asusta pero no puedo detenerme, necesito que ella lo haga o terminaré volviendo esto una locura. 

— No, Michi. Tienes que tener la cabeza fría —la escucho decir.

Me detengo  en el preciso instante en el que una de mis manos se deslizaba por el muslo de mi dulce amiga. Bastó esa pequeña frase para entender que ella no quería llevar esto a otro nivel. Estoy siendo un aprovechado y más cuando ella duerme. 

Reuniendo una gran porción de mis fuerzas, beso su frente y me separo de Michi. Coloco su cabeza nuevamente sobre mi pecho y trato de estabilizar mi respiración. También a mi amigo, quien debe estar muy frustrado ahora.

— Bésame —susurra ella otra vez.

Acaricio su cabello. 

— Lo hice.

— Hazlo de nuevo —responde.

Sonrío triunfante. Ahora sé que le gusto.

— No te besaré —le digo para que por fin duerma. No obstante, ocurre todo lo contrario, se remueve más sobre mi  pecho, tanto o más que al inicio.

Me preparo para una gran cantidad de maldiciones y reclamos. Ella levanta la cabeza y mira hacia la ventana.  Está despierta y  tengo que ser un buen actor para que no descubra todo. Gira la cabeza hacia mí y me observa asustada. Hay un leve rubor en sus mejillas.

— ¿Acaso estabas soñando conmigo, chica del libro?

....

¡Qué leeeeeeeeendos! <3

 ESTO ES POR LOS 500K LEÍDOS, GRACIAS. SON LO MÁX.

¡Blessings! <3
 
Insta: Valeriaarmas.n












WHEN SHE WAS HIS FRIEND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora