Capítulo 26: "Pre-novios"

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— ¿Qué estas leyendo?

Levanto la mirada y encuentro a una curiosa Annie frente a mí. Arrojo el libro dentro de mi casillero e inmediatamente lo cierro.

— Algo sucio, eh —deduce, su hombro choca contra mi brazo.

— Nada de eso, solo la historia de una chica que se embaraza de un mujeriego. Ella era muy grosera y pesada con él, sin embargo, eso no hacía que el tipo se despegue de ella. ¿No te parece algo loco y hasta tonto?

Annie parpadea lento y luego rasca su cuello.

— Tal vez ella...

— ¿Alguna vez te has preguntado por qué siempre tendemos a fijarnos en un rompe corazones? Oh, alto ahí, no estoy diciendo que Landon sea así, de hecho, eres muy afortunada. Pero mi pregunta va en qué es lo que nos atrae tanto de ellos, es como tratar de armar un ángel de cristal que se hizo añicos. Sigue siendo hermoso, ¡pero no sirve! ¡No lo hará jamás!

— Michi...

— Nada es para siempre, Ann ¿puedes creer eso? los finales existen y sí que los hay. Lo estoy comprobando.

Resoplo provocando que uno de los cabellos de mi frente se levante y luego me apoyo de espaldas sobre mi casillero. Tengo los brazos cruzados sobre mi pecho y una expresión bastante enfurecida. Empiezo a experimentar el famoso estrés, y es que desde que Jessica me confesó lo de su embarazo no he podido dejar de pensar en la reacción que tendrán mis pequeñas hermanas. ¡Papá es vil! Amanda tan solo tiene dos años y él se ha atrevido a procrear un nuevo hijo. Tal vez buscando el primer varón, no lo sé, pero me resulta sucio que forme una nueva familia cuando ni siquiera puede darnos una buena vida.

¡Papá es tacaño y un completo mujeriego!

Un pequeño gruñido sale de mi garganta.

— Claro que los hay, pero significan un nuevo comienzo y eso es aún mejor. Solo piensa en tus libros, son realmente buenos cuando los lees, pero siempre, quieras o no, llegas al final. Al principio crees que no encontrarás una historia tan buena como esa, pero de repente... ocurre que te topas con una mejor y hasta la disfrutas más.

La sonrisa resplandeciente de Annie empieza a perturbarme.

— ¿Y eso qué quiere decir? ¿Que debo leer otro libro?

Annie me mueve a un lado y abre nuevamente mi casillero. Toma el libro entre sus manos y luego lo coloca en frente de mí. Lo sostengo a regañadientes, es de las primeras veces que me siento con un humor infernal. Pero no del tipo de ánimo que quieres matar a sangre fría a todos tus compañeros por solo decirte un "hola", no. Tengo esas tontas ganas de ser apachurrada sin que nadie me pregunte el famoso ¿estás bien?

— Eso quiere decir que debes seguir leyendo tu historia y... — acomoda su cabello hacia atrás con gracia y coquetería— por favor, no juzgues tanto a la chica, sus razones deben tener —una pequeña risa escapaba de sus labios, segundos después aclara la garganta y levanta el dedo índice luciendo como toda una experta en psicología—. Pero lo más importante es, querida Michi, vivas cada momento de tu vida con las emociones que corresponda. Si estás triste, llora; si eres feliz, ríe; si estás angustiada, patea muebles; y si alguien te lastimó, patearemos al idiota que lo hizo hasta que luzca como un caballo fino.

— Annie...

Antes de seguir con mi frase, guardo el libro en mi bolso para continuarlo. Miro a mi castaña amiga con los ojos cristalizados y sin más preámbulo me arrojo a sus brazos para estrecharla.

Antes de gimotear y soltar las lágrimas, pregunto.

—¿Qué significa caballo fino?

— Pura sangre, nena.

WHEN SHE WAS HIS FRIEND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora