—¿No estás feliz por mí? —pregunto.
El silencio de Annie y el gesto en su rostro, me hacen notar que ella no está conforme con lo que acabo de decirle. Empiezo a experimentar un poco de temor. Me pregunto si en verdad mis decisiones son tan mal vistas desde otra perspectiva.
— Claro que sí, Michi — responde Annie. Puedo notar que mi historia con Joseph no le ha quedado del todo clara. Hasta puedo sentir sus desilusiones al saber que Marlon y yo no tenemos un futuro.
Una pequeña molestia se acentúa en mi ánimo, y es que no entiendo por qué todos creen que él y yo podemos estar juntos. Es como combinar dos elementos químicos super explosivos. Solo ocasionaría un desastre.
—No parece —frunzo el ceño—. Es el primer chico que creo vale la pena y mi mejor amiga no dice absolutamente nada.
—¿Y Marlon?
Mis palabras se detienen en cuanto escucho su nombre. Giro, no deseo que Annie se dé cuenta lo mucho que me afecta si quiera oírlo.
—Somos amigos —miento, ya que la palabra amigos no podía describirnos ahora.
Me duele. Me duele pensar que nuestra amistad ha terminado.
—Siempre respondes eso —me recuerda ella.
Aclaro la garganta y emito una corta frase para contrarrestar las palabras de Annie. Su sinceridad empieza a golpearme un poco. Es difícil tener a una amiga que dice las cosas tal y como son.
—Es la verdad —digo sin girar.
—¿Al menos puedes decírmelo mirándome a los ojos?
Con la vista algo nublada por las lágrimas acumuladas en mis ojos, giro y observo el rostro contrariado de mi amiga. Ella parece no entender mi estado de ánimo.
— Él tiene sus confusiones y líos. Espero que los solucione, pero lejos de mí. Así no me hará daño, ni yo a él.
—Creo que...
—Annie, no —sollozo—. No merezco que alguien juegue con mis sentimientos y me haga perder el tiempo—suspiro—. Además... estoy conociendo a otra persona y se adecúa perfectamente con el chico que siempre soñé.
Annie se coloca de pie y veo su ya crecida barriga venir hacia mí. Ella parece ser una madre a punto de darle un gran sermón a su hija. Me sorprende lo mucho que mi pequeña bruja ha madurado.
—No idealices a tu chico, querida amiga. Créeme, el hombre de tu vida no siempre es el de tus sueños.
Un gran suspiro sale de mis labios. Todo mi rostro se vuelve una interrogante y me cuestiono todo lo que he leído hasta ahora. ¿No es así como funcionan los romances?
—¿Qué?
—Que está muy difícil que encuentres a alguien con el nivel de perfección que deseas, pero...la persona que en verdad te quiera, ¡vaya! hará un gran intento por serlo —declara.
—Will es buen chico...
Utilicé su segundo nombre para que Annie no hiciera más preguntas con respecto a Joseph. Y es que explicarle a Annie que mi novio tuvo temor de que yo sea una caza fortuna, iba a ser un tanto complicado.
—He visto más emocionado al capitán del Titanic.
Después de muchos días, suelto una enorme carcajada. De esas que hacen doler el estómago y la garganta.
—Todo marcha bien, Annie—le aseguro—. Solo estoy conociéndolo y hasta ahora no me ha demostrado lo contrario.
Miento un poco. Todavía no me siento segura en revelar que Joseph y yo somos novios. Y es que no quiero lucir como una fracasada en el amor frente a Annie. No deseo que las personas sientan pena por mí. Solo quiero que me vean como la Michi feliz e ilusionada de siempre.
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WHEN SHE WAS HIS FRIEND.
Novela Juvenil*Lista corta de los Wattys 2018 Él está confundido. Él es un poco idiota. Él está ciego. Él no olvida. Él está desilusionado. Él está enamorado. Él... Él es real. ¿Y yo? Yo siempre seré su amiga.