WHEN SHE WAS HIS FRIEND.

CAPÍTULO 18: "Bolitas de papel".

—"Cause you had a bad day

You are taking one down

You sing a sad song just to turn it around".

Entrecierro los ojos, estoy odiando mucho la chillona voz de mi hermana.

— "You say you don't know

You tell me don't lie".

Tomo una cuchara con toda la molestia del mundo e introduzco esta en mi gran taza de café. Esta mañana, y antes de ir a la universidad, he decidido consumir una gran cantidad de cafeína para mantenerme despierta después de haber dormido aproximadamente.... cinco minutos.

Y eso con suerte.

Toda la noche he tenido una sensación de vacío en el estómago que no me ha permitido dormir. Emoción o miedo, no lo sé, simplemente no puedo dejar de pensar en la pregunta de Joseph. Esa bendita pregunta que ha carcomido mis horas de sueño.

Y es que:

¿No es todo esto muy rápido?

Y por otro lado...

Marlon.

Él y yo no hemos hablado desde hace nueve horas y... ¡Oh! Ahora son casi diez.

Genial llegaré tarde a clases.

—"Cause you had a bad day"

La potente e incesante voz de Ceci me obliga a cubrirme los oídos. Cuando termina, la destruyo con la mirada esperando que entienda que hoy no es de esos días en los que me siento una perita en dulce.

—¿Qué te ocurre? ¿Acaso descubriste que Patch no es real? ¿Que Augustus no resucitará?

Mis hombros caen.

Niego con la cabeza y exhalo un suspiro. Extrañamente sus preguntas no me ofenden. ¿Qué ocurre?

Ceci toma asiento a mi lado y me observa con curiosidad, de reojo veo a mi madre estar bastante sumergida en una conversación por móvil. Trago saliva y luego bebo un sorbo de mi café.

— Un momento, esto es grave ¿no vas a molestarte por lo que dije?

— Digamos que no.

Sus ojos se agrandan tanto que, por un momento, creo que van a salirse de sus cuencas.

— No eres mi hermana.

—Tu hermana ahora está un poco deprimida, es todo.

— ¿Depresión? ¿Por qué? ¿Alguien murió?

— Mi amistad acaba de morir.

Ceci rueda los ojos ante mi comentario y yo prefiero mantener mi concentración en mi taza de café, todavía sin importarme que llegaré 10 minutos tarde a clase. Me analizo y me topo con la idea de que lo único que me importa en estos momentos, es pensar si Marlon se siente miserable por mi estúpido comentario. Estoy sorprendida por la mujer complicada en la que me estoy convirtiendo.

— ¿Y vas a hacer algo al respecto? —ella sube una ceja y luego introduce una cucharada de chocolate en su boca.

—Creo que sí, temo que me rechace... —me desplomo sobre uno de los costados de mi taza de café, doblo mi brazo bajo mi cara para poder acomodarme —. Esto es más fácil cuando es sobre otras personas. Ayudo a parejas, ¿sabes? Y soy genial con mis sabios consejos.

—¿Qué tan ofendido puede estar?

Levanto mi rostro ligeramente y veo como un mechón de mi cabello cubre parte de mi ojo y mi nariz. Con la vista nublosa, le hago un puchero a Ceci quien me mira sin entender por unos segundos, sin embargo, en instantes su boca empieza a abrirse a medida que su ceño se frunce.