Como todas las tardes, me preparo una taza de café caliente y tomo asiento en el escritorio junto a mi ventana. Respiro profundo y trato de entrar en concentración para escribir. Esto no era posible en mi antiguo hogar, en donde cada cinco minutos debía taparme los oídos para evitar escuchar los ruidos de mis pequeñas hermanas jugueteando o, en el peor de los casos, peleando. No obstante ese ruido inquietante y el sonido de la voz de mi madre regañándolas me hacían sentir acompañada, por lo que el silencio a mi alrededor parece ahora sumirme en un estado melancólico. Es cierto que comparto la pieza con Cami, mi compañera de trabajo, pero ella casi no está en casa ya que siempre pasa las tardes junto a su novio de muchos años, Carlos, así que paso la mayor parte del tiempo sola.
Cuando decidí mudarme y alquilar este departamento, supe que debía acostumbrarme a muchos cambios en mi vida. Cambios que iban a tener, según mi balanza mental, efectos positivos en mi personalidad y en mi forma de ver la vida. Yo quería madurar y estaba sedienta por crecer tanto mental como emocionalmente. Así que tomé, como comúnmente le dicen, el toro por las astas. Alquilé este departamento y conseguí un trabajo de medio tiempo en una librería; conocí gente nueva ahí y una de ellas, Cami, me motivó a llevar mi historia a físico.
Todo está bien ahora, sin embargo, algo me inquieta y me da esa sensación angustiante que no experimentaba hace un par de años. Sé que tiene nombre y apellido, y sé que viene una tarde por semana a dejarme algún obsequio de cortesía.
Marlon Burckhardt, mi ex mejor amigo, se ha convertido nuevamente en el pilar torcido de mi perfecta pirámide de vida, el que hace temblar mi estabilidad emocional y el posible causante de que todo lo construido se pueda derrumbar.
Sexy e inestable rizado.
Cada tarde de sábado, Marlon toca la puerta de mi departamento para dejarme algún obsequio. Cuando mi compañera de departamento es quien abre la puerta, ella siempre corre hacia mi habitación con el peluche/flor/chocolate — o lo que sea que se le ocurra traer a Marlon—, para mostrármelo, seguido de eso camino con las mejillas encendidas hacia la sala en donde encuentro a Marlon dispuesto a iniciar nuevamente la charla conmigo. Muchas veces me he visto envuelta en conversaciones pasadas con él, cuando éramos un poco más jovenes y no puedo evitar sentirme atraída hacia esos recuerdos tan rosas y dulces de mi vida. Sin embargo, cuando también vienen a mi mente situaciones desagradables y resentimientos por la constancia en que mi corazón se sintió rechazado, termino la plática con un "Estoy muy cansada, quisiera dormir" y Marlon entiende que hoy no será el día de hablar de nosotros.
Y este sábado no es la excepción. Quizás ese el motivo por lo que mis dedos no pueden teclear una buena frase y mi mente no puede imaginar un buen escenario para el siguiente capítulo, mas que el rostro de Marlon y esos rizos tan brillantes que me vuelven loca. Pronto me percato que lo único que podría escribir ahora es un beso muy ardiente con mordida de labio o una escena muy caliente de esas que se leen a escondidas y entre una que otra risita.
Cami algunas veces lee novelas eróticas en voz alta...
Al ver mi taza de café completamente vacía, doy por hecho que esta tarde tendre que dejar en suspenso a mis lectoras. Podría escribir un comunicado diciendo que la culpa es de Marlon, como también podria dejar de pensar en él y ponerme a escribir de una maldita vez, pero cuando a mi móvil llega un mensaje que dice " Hola Michi, estoy detrás de tu puerta" sé que todo mis intentos han sido arrojados a la basura, así como que Marlon suena sexy y espeluznante con ese tipo de textos.
Antes de abrir, me miro en el espejo circular de la sala y echo un vistazo a mi rostro. He estado un par de horas frente al ordenador y no quiero tener alguna imperfección vergonzosa sobre mi rostro. Tampoco quiero notarme como una chica que ha estado pensando en todo el día sobre su llegada. Nunca he sabido comportarme casual y menos con él, siempre de una u otra forma he puesto en evidencia mis emociones.
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WHEN SHE WAS HIS FRIEND.
Teen Fiction*Lista corta de los Wattys 2018 Él está confundido. Él es un poco idiota. Él está ciego. Él no olvida. Él está desilusionado. Él está enamorado. Él... Él es real. ¿Y yo? Yo siempre seré su amiga.