FINAL.

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Cierro mi notebook, y observo fijamente la biblioteca de mi facultad. Todos y cada uno de ellos son personajes extra importantes de mi libro de vida, y por supuesto son las estrellas de mi blog. Exactamente los personajes secundarios para una historia que siempre deseé tener. Y entonces ... emito el más grande y pesado de los suspiros. Lo justo como para que todos ellos, giren y me observen con gestos de asombro. Sé que no lo hacen porque he llamado su atención y sé también que tampoco es porque tengo un físico atractivo y despampanante. No obstante, los ignoro. No me interesa.

Tomo mi mochila y salgo de la biblioteca con dirección hacia el pasillo de Jhonson Smith. He tenido una visión, una visión clara de lo que debo hacer. He vivido tanto tiempo sumergida en el trance perfecto de imaginarme cosas que anhelo que pasen, que no he tomado las riendas de mi propia historia. La real. Donde existen chicos tan reales como mis pasos ahora mismo.

En el camino veo a Caleb Thompson, muy descuidado como siempre y acompañado de una chica guapa y de apariencia un tanto robusta. A él le agrada porque la muchacha, tiene curvas y ¡vaya que las tienes y yo quiera poseer! Es sumamente atractiva. Una chica real. Le sonrío, y como broma personal le echo una mirada de aprobación. Su ceño se frunce y me da una mueca en la que yo leo: ¿Qué le ocurre a esta loca? Pero no me afecta en lo absoluto, solo me causa gracia haberlo descrito como un posible galán para mí, cuando es obvio que Caleb y yo no tenemos nada en común, ni hemos hablado jamás.

Cuatro pasos más, me choco con Esther, lo único casi tan real como en mi historia no publicada. Siempre sosteniendo cuatro libros, pecosa, de apariencia delgada y pareciendo un poco ansiosa en culminar la siguiente novela. Ella me saluda, pero no me insiste repetitivamente en asistir al club de lectura. En la vida real, o al menos en la mía a la gente no le importa mucho si deseas ser asambleísta de un pequeño grupo de lectores. Menos a Esther, a ella solo le importa tener un lugar tranquilo en donde poder leer. Además, nuestro grupo no consta de muchas personas apenas llegamos a siete.

Cuando salgo de la Universidad y tomo el bus, me voy preguntando por qué imaginé conocer a Will aquí. Descubro que pasé tanto tiempo en este transporte, que me hubiera gustado encontrar el amor en un lugar tan poco romántico como este. Lo cierto es que conocí a Will en mi club de lectura, él no era un integrante de este, solo un día "x" fue a promocionar una larga lista de libros románticos para nosotros. Sus padres tampoco son dueños de editorial Buchanan. En la vida real, Will tiene por primer nombre Joseph. No le gusta que lo llamen por el primero así que le digo Will (aunque sinceramente yo prefiero Joseph). Él trabaja medio tiempo en una librería cerca de Jhonson Smith y ambos tomábamos el bus junto de vez en cuando. Se lo presenté a Annie cuando nació Loann y le dije que era el chico indicado.

Sí, claro.

Tiempo después y gracias a "alguien es especial", él me terminó, alegando que no deseaba estar con una chica que había mantenido relaciones sexuales con su mejor amigo.

Cosa que no es cierta.

Pero yo sé, que era un pretexto para regresar con su guapa ex novia Madeline.

Al llegar a casa, encuentro lo único completa y sinceramente real de toda mi historia. Rizo. Sin embargo, él no fue un regalo de Marlon para Ceci. Al peludo lo encontramos Will y yo en un día de tormenta y decidí rescatarlo.

El pequeño corre como un loco hacia mí y lame mis manos, antes de que yo lo tome entre mis manos y le dé un fuerte apachurrón. Seguido de esto, encuentro a mi madre, lavando los trastes y a Ceci y Betsy viendo la televisión. Sonrío.

Quizás tampoco cambié mucho las cosas con mis pequeñas hermanas. La única diferencia es que nos llevamos tan mal como lo he querido ver, en realidad somos muy unidas. Lo que me hace recordar que, dentro de todo, lo único que hubiera añorado no sea cierto, es que mi padre nos haya abandonado. Eso es muy real.

WHEN SHE WAS HIS FRIEND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora