Siento que no puedo con mi vida, solo quedan tres días antes de marcharnos de Art Prestige y aún no tengo claro que haré para que Maia me disculpe y se de cuenta que no soy una mala persona. Contarle anoche la peor parte de mi vida me hace sentir mas tranquilo pero incomodo, no se como hacer para verla a los ojos. No se si estará dispuesta a intentar una relación a distancia conmigo después de todo lo que sabe de mi, aún así tratare de convencerla estos tres días.
Narra Maia.
Me desperté pensando en Christian, después de todo si siente cosas por mi y eso me alegra de que manera. Aún así odio el hecho de sus acciones, se que todo lo de la droga lo ha hecho mucho antes de que el y yo seamos algo, ok no somos nada pero algo somos ¿o no? en fin quiero disculparlo pero me aterra de que las cosas se compliquen y que pase a mayores. ¿Qué tal si le pasa algo por estar en ese mundo de la mafia? ¿qué tal si me hacen daño a mi por estar vinculada a el? no quiero ni imaginarme lo que seria de mi vida, aún puedo deshacerme de estos sentimientos que tengo hacia el, pero si pasa mas tiempo se que no podre. Si le pasa algo a Christian ug ya me imagino muriendo yo también, no es por ser cursi pero así somos las personas, nos encariñamos muy de prisa.
Consigo saltar mis pensamientos cuando me doy una ducha y me visto con algo ligero, un chandal y una camisilla. Me siento en el pequeño balcón de la habitación con vista perfecta a la playa, puede que este muy lejos pero desde aquí se ve muy bien. Amo los atardeceres y es justo lo que estoy viendo ahora mismo. El sol se junta al mar y da un color cálido que desde mi lugar lo puedo distinguir. Naranjado, si, ese es color mas lindo que puedo resaltar.
Cojo mi celular y le marco a mamá, luego de un par de tonos me manda al buzón así que decido llamar a Anhly.
-Amor de mi vida, mujer mía, cabrona como te he extrañado. No tienes idea.
Sonrío al escuchar su voz, esta perra como me alegra el día siempre, solo de escucharla porque ella siempre tiene esa energía positiva que irradia por donde vaya.
-Hello zorra mía, te he extrañado más, no sabes la falta que me hace ir de compras, ir por ese granizado de cafe que tanto amamos cuando le hachamos el adicional de chocolate, cuando salíamos a la playa y mojábamos a las fresas que pasaban mirándonos por debajo del hombro.-Sonrío al recordar esos momentos.
-O cuando le sacamos las extensiones del cabello a la puta de Caitlyn. Cuando estábamos en la despedida de once y salimos en plena madrugada con las repetidas y asustamos a los chicos que dormían en la carpa. Que momentos amiga, siento como si fuera ayer.
-Momentos inolvidables.-Río al recordar todo.-Pronto volveremos a encontrarnos.
Su risa cesa a penas que le digo eso.
-¡¿Qué?!-Se exalta ella.
-Perdimos la competencia.-Digo y el reflejo de mi voz es de pura tristeza.
-Lo siento mucho amiga.-Ella también se nota triste y me siento muy culpable de haber soltado la sopa en un momento tan inapropiado.-Puedes llamarme egoísta pero a la vez me alegro de poder verte. Oye ademas puedes conseguir una buena academia aquí, tal vez no sea una universidad pero te servirá mucho ¿no crees? puedes estar en la misma que yo.-Ahora su voz es de alegría.
-Calla ya Anh.-Sonrío al pensar en su positivismo.-Tal vez sea una buena idea... ya veremos que pasa cuando llegue a casa.
-Oye tengo un plan genial. Breik todavía vive en Seattle ¿no?
-Si ¿por qué?
-Mmmm que tal si vas a vivir con el y ahí entras a alguna academia.
-No es una buena idea, sabes que el siempre a vivido alejado de nuestra familia desde pequeño.-Le digo un poco triste, el me quiere mucho pero aún así la distancia siempre a jugado en contra.
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°Perfecta Atracción°
Roman pour AdolescentsMaia nunca eligió asistir a la universidad Art Prestige, tampoco es que haya sido una elección. Sin embargo, luego de muchos sucesos su vida ha cambiado, y aunque mil veces se pregunte si es para bien o para mal, termina decidiendo que quiere estar...