Capítulo 50.

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Christian

Maia se fue, no cree en mis palabras, en lo único que cree es en que yo soy el culpable de todo. 

Me ha dolido como nunca verla irse sin poder hacer nada. Ella es todo para mí y sin ella no creo que pueda ser el mismo Christian Crawford. Me pregunto si esto sera así para siempre o ella volverá a recordarme. Yo quiero creer eso, pero no es tan fácil seguir siendo positivo cuando vi como se puso ese día. 

¿Volverá?

Hace una semana no la veo y he tratado de comunicarme con ella, pero simplemente rechaza o ignora mis llamados. Breik está como loco y yo estoy a punto de tomar el mismo camino de él. He tratado de comunicarme con Kelie, todo ha sido en vano, ella también ignora mis llamadas. Ni siquiera sé donde vive. 

Estos días han pasado tan lentos que parece que ya ha pasado un año desde que ella no está aquí, conmigo. La quiero a si sea sin recordarme, pero la quiero a mi lado. La quiero conmigo, conmigo hoy y siempre, ¿por qué es tan difícil conseguir que estemos totalmente bien?

-Christian -Breik me saca de mis pensamientos perturbadores.

-¿Eh? 

-Debo decirle a mis padres sobre lo que está sucediendo con ella -Su voz apagada solo me hace sentirme peor.

-Te mataran. 

-Lo sé -Se pasa las manos por la cara. -Ya no sé qué hacer. Esto... Esto se me salio de las manos y ya no puedo con este cargo encima.

-Hey, yo estoy contigo, hermano.

-También lo sé, joder. Pero no es suficiente. 

Es cierto, no es suficiente. No estoy haciendo nada para recuperar a nuestra chica. Me siento como un jodido inservible. Antes pensaba que podía hacer todo, mover cielo y tierra para conseguir lo que quería, pero ahora sé que no es así, hay cosas que valen más que el dinero y el querer.

-Ella lo hará.

Sé que lo hará. Conseguirá recordar todo, yo sé que sí. Mi chica es la mejor y nada la rinde. 

Nos entretenemos viendo una película  y al cabo de media hora vuelvo a hablar.

-¿La chica de la universidad aun no te hace caso?

-¿A qué viene el tema, tarado? -Se queja. 

-¡Vamos! ¿Qué pasa con el casa novas de la escuela?

-Bueno, creo que la universidad es diferente -Se encoje de hombros y soltamos una carcajada ambos.

Se le da tan mal acortejar que deberíamos hacer una apuesta de cuál de los dos es peor en eso.

Mi teléfono celular suena y corro a contestar. Tal vez sea ella. Tal vez recuerde todo y quiere hablarme para alegrar mi día. 

Me decepciono cuando veo que el remitente solo es un número privado y me debato en si contestar o no. No, después de todo, también podría ser ella. 

-¿Bueno?

-Debes llevar una entrega -Doy un suspiro al escuchar esa voz que ya atormenta mi sentido de escucha. -Hoy a las 6:00 PM en la plaza central te daré las indicaciones. 

La llamada se cuelga al instante. Mi brazo cae a un lado y mis energías se agotan. 

-¿Quien era? -Interroga Breik.

-Nadie.

-Estas pálido -Asegura.

-Exageras, medico -Sonrío un poco y me siento nuevamente en el mueble. Justo al lado de él.

°Perfecta Atracción°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora