-Maia, hoy vamos a una fiesta -Grita mi tranquilo hermano desde el cuarto e baño.
-Si, ya Christian me informó. Tampoco es que tenga muchas ganas de ir, recuerdo la ultima fiesta y esas chicas no son nada agradables.
-Ellas no irán, esta es una fiesta con nuestros compañeros de escuela, Maia.
-Oh...
¿Qué más debo hacer? ¿Fingir que no quiero ir? ¿dejar que mi chico vaya solo a ese lugar lleno de bitch? De ninguna manera. Al contrario, tengo mucho tiempo que no muevo el esqueleto junto a Christian, muero por hacerlo.
-Deberías llamar a Kelie, ya yo la invité, pero bueno, ya sabes como es ella. De verdad quiero que vaya, hermanita -Me ruega y no cabe duda que lo ayudaré.
-Ya vuelvo.
-¿A dónde vas?
Tomo mi cartera y mis lentes de sol, hace una terrible calor en estos días de verano.
La puerta retumba cuando de un tirón la cierro y corro hacia el elevador.
Sin pasar mucho tiempo estoy fuera de la casa de mi amicuñis y el timbre vibra en toda su casa, de inmediato la veo asomarse sobre el balcón de su habitación y venir por mí.
-Ni siquiera pienses en decir que no deseas ir a la fiesta -La señalo acusatoriamente.
-Las fiestas no son lo mío y lo sabes más que nadie.
La reja se abre para dejarme entrar, cuando estoy junto a ella tomo sus grandes cachetes y los aprieto con fuerza -¿Cómo en tu pequeña mentesita piensas dejar a Breik solo cuando deben haber mil chicas ahí? ¡estas loca!
-Lo sé -Su voz suena cansada.
Sé que es una chica pacífica, pero no permitiré que mi hermano vaya solo, ¡nunca!
-Debemos ir por ropa, Kel.
Sin decir una palabra me deja en espera hasta que vuelve con su mochila de verano.
-Es hora de irnos.
-Hoy sorprenderemos a nuestros chicos.
Su rostro se llena de color carmesí y sonrío junto a ella.
Hoy quiero deslumbrar a Christian, quiero que caiga en mis temidos encantos, que ni siquiera piense en mirar otra chica que no sea yo, es decir, que sea solo mío, no no no, aclaro: Él ya es mío, solo quiero sentirme imponente al lado de él. Poderosa.
Christian es un chico demasiado guapo, cualquier chica desearía tener a uno como él, y yo lo tengo, ese chico que varía entre rudo y tierno es mío.
Cuando llegamos a la tienda pienso bien qué ponerme, no quiero parecer muy arreglada, pero tampoco desarreglada. ¿Saben ese punto de equilibrio que sobrepasa todo y reclama miradas de quien se atraviesa? Si, así quiero verme.
Fue extremadamente difícil escoger un atuendo que sin ser vulgar se adaptara a la pequeña Kel, pero lo encontré. Tengo a la chica luciendo en este instante un divino short negro de tela, es talle alto y su delgada figura se ve super armoniosa, la blusa dorada que lleva puesta le resalta con su cabello claro y no cabe duda que se ve preciosa.
-Escojo totalmente ese -Ella me mira y su sonrisa parece querer desprender sus mejillas.
-También me gusta, me veo... diferente, linda, creo que a Breik le gustará verme así.
-No cabe duda, nena -Guiño mi ojo.
Sé que hoy B quedará encantado de lo que verá.
Yo escojo un vestido extremadamente corto y satinado, color negro. La tela es tan delicada que cuando me lo mido temo romperlo, por suerte no lo hago.
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°Perfecta Atracción°
Ficção AdolescenteMaia nunca eligió asistir a la universidad Art Prestige, tampoco es que haya sido una elección. Sin embargo, luego de muchos sucesos su vida ha cambiado, y aunque mil veces se pregunte si es para bien o para mal, termina decidiendo que quiere estar...