-Tengo mil cosas por contarte, Maia.
-No me digas, yo también.-Respondo. En realidad tengo mil cosas por contarle, desde Christian hasta Kelie. También sobre Jean y hasta de la misma Ayleem.
Se tira en mi cama y yo la sigo. Ella boca abajo y yo mirando el techo.
-El chico del que te conté... ya no ando con el. No me interesa en lo mas mínimo. Es un estúpido, con cojones nena.-Recalca la palabra estúpido y yo me río.
-¿Qué te hizo?-Pregunto sonriendo.
-Andaba conmigo y con otra a la vez.
-Lo sabía.-Me interrumpe.
-¿Qué? ¿Cómo que lo sabias?
-Me lo imagine. Siempre me a parecido un cabrón, y lo sabes.
-Bueno, igual no me importa.
-¿Seguro?-Ella es super melancólica, no puede decir que no le importa. Hasta si una mosquito no la pica dice que es porque no es tan dulce.
-En serio. Antes deliraba con el, pero cuando me lo comí se me bajaron las ganas a menos cero. La tiene así.-Brinca y se sienta con la piernas cruzadas y me ilustra con la mano lo mas diminuto que puede. Yo me parto en risa y ella me sigue.
Siempre sacandole el lado divertido a las cosas.
-Vas a morir por perra.-Digo entre carcajadas.
-Y tu deja de ser tan monja.-Responde de la misma manera.
-Bueno, pensé que con Christian llegaría a tener algo.
-Ohhh... ahora si cuéntame todo el chorro.-Dice con exagerado interés.
Comienzo a relatarle todos los momentos que viví con el y todas sus palabras. Me siento muy triste mientras voy contándole todo y esa tristeza va aumentando a medida que le digo otra cosa.
-En serio Anh, no se porque me gusta tanto, es un imbecil.-Sollozo y se me escapan miles de lagrimas de un solo, de inmediato tapa mi cara con las manos.
-Amor, me tienes a mi. Yo soy tu novia, tu traga, tu todo. Ese imbécil no es nadie. Además ya no lo veras mas por lo tanto no estés triste.-Me abraza pero sus palabras no hacen mas que aumentar mis ganas de llorar, ¿Cómo se supone que este bien si no lo veré mas? por un mes y medio me la pase viéndolo prácticamente a diario y ahora simplemente se a ido y no tengo manera de comunicarme con el. No tengo su número. No se donde vive. Ahora que lo pienso me arrepiento de no haberle pedido su número telefónico, y de no haberle preguntado donde vivía. Esto duele.
-No entiendo como puedo estar ahora llorando por el. Pensé que no sentía mas que una atracción momentánea.
Esta claro que no es una atracción momentánea.-Pienso.-Sentir que mi alma se desgarra es traumante. Duele no tener su amor. Duele no verlo. Duele haberme enamorado. ¿El amor siempre duele? ¿Siempre es así, o solo esta vez? muero de estar pensando esto, pero lo que hace que mi sangre hierva es saber que el esta muy bien mientras yo estoy llorando por el, por un cabrón. Se que en dos días ya no sentiré nada.
-Calma mi nena, tu eres hermosa y me imagino que el era un chico horripilante.-Dice queriendo consolarme pero me recuerda que el esta mas bueno que el pan y mas ganas de llorar me dan.
-Esta demasiado bueno. Deberías callarte, eres una pésima consoladora.-Digo entre llanto y risa.
-Hago lo que puedo.-Se encoge de hombros.-Ayyyy ya por el amor a cristo, párate y vamos a ver a los chicos, el sábado habrá fiesta así que deberíamos ir por ropa ¿no crees?
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°Perfecta Atracción°
Roman pour AdolescentsMaia nunca eligió asistir a la universidad Art Prestige, tampoco es que haya sido una elección. Sin embargo, luego de muchos sucesos su vida ha cambiado, y aunque mil veces se pregunte si es para bien o para mal, termina decidiendo que quiere estar...