Capítulo 27

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Mientras veía la película me debatía las respuestas del porqué es en un noventa por ciento diferente al libro, tiene ciertos parecidos, pero en definitiva era muy diferente. Y, no entiendo porqué si el libro es realmente bueno lo cambiaron tanto. Si yo fuera la escritora no lo hubiera permitido, aunque eso le de mucha fama al libro lo han cambiado.

-Para mi, el libro es una historia y la película es otra.-Le digo a Kelie. Ella asiente y yo cojo un puñado de crispetas y me lo meto a la boca.-Me gusta la película, pero la veo como una historia totalmente diferente.-Digo con la boca llena. Ugh que indecente soy.

-Ya cállate Maia, te la has pasado hablando de lo mismo.-Gruñe Kelie.

Pongo los ojos en blanco y cierro el pico. 

Cuando la película finalizo ya el sueño se a apoderado de mi, así que caigo el brazo de morfeo. 

°°°

Estoy como si hubiera dormido un millar de años, me despierto con una pereza tan grande que creo que no podré hacer nada en lo que me resta del día aquí. Estoy acostada como si en vez de cama estuviera en la nieve haciendo angelitos. Es estúpido, pero creo que el trasnocho no me sirvió de mucho. Y eso que no dormimos después de media noche. 

-Ya deberías levantarte, tengo hambre y ya son las doce del medio día.-Me dice Kel acercándose a mi. 

-Me bañare.-De un brinco salgo de la cama, directo al baño por supuesto. 

Me aseo y hago todo lo obvio antes de salir. 

-¿Vamos al restaurante de aquí?-Preguntó Kel. Asentí y nos dirigimos allí.

Cuando llegamos mi mirada se desvío inmediatamente a Christian que estaba al final sentado con algunos chicos y chicas (si se les puede llamar así) en una mesa rectangular. 

Pedimos el almuerzo y nos sentamos lo mas alejadas a el que puedo. La comida se torno tranquila y silenciosa. Un silencio cómodo por supuesto. De reojo veo como Christian me mira pero yo trato de desviar su mirada. Pensándolo bien yo no he hecho nada malo, no tengo porque esconderme ni desviarle la mirada, así que no me importa si nuestras miradas chocan. Joder, que haga lo que quiera. ¿Celos? si, pero no lo demostrare mas. Aunque no importa porque mañana por la mañana me largare de aquí y tomare un rumbo totalmente diferente al de el. 

Me pone triste no verlo mas, no besarle, ni nada de esas cosas cursis, pero la verdad es que no podía hacer que el sienta lo mismo por mi. No puedo obligarlo a estar conmigo cuando el me restriega en la cara su significativa relación con la fresa. No es necesario jugar al amor cuando hay personas que están dispuestas a tomarlo en serio. 

-No he visto mas a Jean.-Dice Kelie sacándome de mi ensimismamiento. 

-Ayer almorzamos juntos.-Le cuento mientras cojo una uva y la meto a mi boca. 

-¿En serio?-Parece asombrada y no se porqué.

-Si.-Digo obvia.-Bueno solo almorzamos y no hicimos mas nada.

-Mmm... creo que el gusta de ti Maia.

-La verdad no me interesa.-Respondo sin ninguna importancia. Mi codo izquierdo esta descanso en la mesa mientras la mano del mismo brazo ahueca mi mejilla. Se nota lo animada que estoy. 

-No seas ruda.-Me regaña Kel.

-No es eso, es que de verdad no me interesa. Mañana me iré y el también. La verdad el no me gusta así que ahórrate las ganas de empapelarme con el Kelie.-Respondo de mala gana.

-Estas siendo borde.-Reclama.

-Claro que no, deberías entender a tu amiga que no gusta de un tipo como el. O sea ya.

°Perfecta Atracción°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora