Maia
-No te preocupes, Kel. Yo puedo ir.
Me da cierta nostalgia regresar a lo que considero mi hogar. El clima está exageradamente helado afuera, una delicia para ir acompañada.
Ring ring...
-Contesto yo... -Breik me regala una sonrisa ladina. -¿Hola?
-¿Maia? -Sin dejarme responder, prosigue -Maia, Christian ha sufrido un accidente -Su voz está completamente rota, el llanto de la chica me destroza el corazón.
-Que... ¿qué ha pasado?
Los nervios me invaden, mis manos tiemblan y mi voz titubea al hablar.
-Por favor -Sollozos se escuchan -Ven al hospital central.
El teléfono cae al suelo y Breik corre hasta mí.
-¿Quién es? ¿qué pasó?
-Christian tuvo un grave accidente, debemos ir al hospital.
-¿Dónde está? Kelie ven, por favor.
Kel llega a nosotros corriendo, su rostro muestra los nervios que jamas había notado en ella.
-¿Qué sucede?
-Christian tuvo un accidente -Noto la preocupación en Breik al hablar. Sé que ni siquiera se dirigen la palabra, pero ha sido su amigo de toda la vida y sé que lo quiere demasiado.
Por mi parte es imposible borrar el cariño que tuve hacia él y acepto que estoy horriblemente asustada.
Breik frena en seco y yo salgo disparada junto a Kel hacia la sala de urgencias.
-Maia, por favor, mantén la calma te ves muy mal.
Solo logro asentir, he tratado de calmarme y realmente creo que la situación empeora en mí.
La hermana de Christian está sentada en un mueble, apoya sus codos en sus rodillas y sus manos tapan su rostro, siento demasiado pesar.
Siente nuestros pasos y se levanta.
-Maia -Se lanza hacia mí y sus lagrimas se derraman en mi hombro.
-¿Qué sucedió?
-Le dispararon -La pobre chica solloza y tiembla en mis brazos.
-¡¿Qué?!
Todo en mi estomago se revuelve, siento nauseas. Es la sensación más horrible del mundo. Todo revuelto es una completa espiral que hace que mi cuerpo falle.
-¿Cómo está?
Breik esta a mi lado, sin embargo escucho su voz lejos.
Logro sentarme y las lagrimas aumentan cuando dice: -Está en quirofano.
Breik pasa su mano por su cabello y empieza a dar vueltas por toda la sala.
-¿Cuánto lleva en quirofano?
-Ni siquiera lo sé, es mucho tiempo.
Kel está perpleja, sus manos sudan y no para de mirar a Breik.
Yo me he mareado el doble de mirarlo, por lo que ahora mantengo mis ojos cerrados.
-¿Familiares de Christian Crawford?
Nos ponemos de pie.
-¿Cómo está mi hermano, doctor?
-En este momento el estado del paciente es reservado. Ha perdido mucha sangre por lo que necesito un donante, ¿usted es compatible con él?
-No llevamos la misma sangre -Se engancha a llorar nuevamente. -Él es A+ y yo soy B+ como mamá.
-¿Los acompañantes que tipo de sangre son?
-O+, por favor, ¿dónde voy? -Breik se dispone con el medico hacia no-se-donde.
Si antes estaba mal, ahora no sé como describir lo que siento.
¿Transfusión de sangre? ¿Está tan mal como para necesitarla? ¿estado reservado? ¿por qué?
Siento que se me desgarra el alma. El sentimiento de culpa invade mi pecho por haberlo apartado, tal vez si hoy estuviera conmigo y no donde quiera que estuviera no le hubiese sucedido algo así.
¿Tendrá algo que ver con lo de su tío? Claro, tiene mucho sentido, él hace mucho tiempo quería salirse, ¿y si no se lo permitieron y pretendía asesinarlo?
Le preguntaré a su hermana, seguro ella sabe quien es ese tío, iré directamente a él.
No, estoy loca. Lo más seguro es que ella no sepa nada de esto y lo único que conseguiré es que sufra aun más y puede que Christian no me lo perdone.
-Maia, ¿por qué lo dejaste solo? -La chica con sus ojos empañados me acosa con su mirada. -Él ha sufrido mucho por lo sucedido, él te ama, Maia.
-Lo lamento.
No tengo nada más que decir, no quiero ser dura con ella, pero las razones que tengo son suficientes para que me haya apartado de su lado.
-Esto es mi culpa, ¿sabes?
La miro expectante a lo que venga.
-Chris estaba recostado, yo lo obligue a ir por unos estúpidos espárragos por más que él se impuso. Debí ir yo, y si algo pasaba que fuera a mí no a él.
-Tranquila, pequeña. No es tu culpa.
No tengo palabras que logren reconfortarla en un momento como este. Solo logro brindarle un abrazo y ser por lo menos el ancla que necesita para no hundirse.
Busco a Kel con la mirada y no la encuentro.
-Maia, ¿por qué no lo escuchaste? -Se separa de mí y sus ojos enrojecidos me señalan.
-No lo sé... -Por más que lo piense no hay algo más especifico que estar cansada de una situación en la que sufrir sea un diario vivir por sus pequeños secretos y errores del pasado. -Tal vez por miedo a caer nuevamente en el ciclo que estábamos -No quiero ser dura con ella en ningún sentido, es por eso que me cuesta darle una explicación de todo lo sucedido.
-Él te ama, Maia. Ha sufrido demasiado desde que no están juntos. No tienes idea de como me he sentido yo también de verlo apagado, me hace recordar a su infancia. Es muy diferente desde que te conoció, por eso estaba demasiado feliz de que llegaras a su vida. Ambos se merecen y sé que también lo amas como él a ti.
Breik llega junto a Kel y ambas nos ponemos de pie.
Dios mio, gracias porque realmente no quería responder algo así ¿lo amo?
-¿Te dijeron algo de mi hermano?
Breik solo niega con un ademan y nos entrega un vaso de café a cada una.
No lo había notado hasta que miro la pantalla del televisor, son las 12:00 a.m. llevamos horas aquí sin recibir una noticia, mis nervios siguen aumentando.
Breik se sienta con Kel en el mueble que está frente al que estamos nosotras. Su rostro me pone los pelos de punta. Lo peor es que ya tiene ojeras que son significativas de preocupación en él.
-¿Familiares del señor Christian Crawford? -Dice una enfermera al llegar a nosotros.
Todos nos ponemos de pie.
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°Perfecta Atracción°
Roman pour AdolescentsMaia nunca eligió asistir a la universidad Art Prestige, tampoco es que haya sido una elección. Sin embargo, luego de muchos sucesos su vida ha cambiado, y aunque mil veces se pregunte si es para bien o para mal, termina decidiendo que quiere estar...