La Oscura Personalidad

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Narra Alena:

Veinte minutos después...

Los dos estábamos tranquilamente hablando con los demás, contando historias, cuando de repente William se empezó a encontrar mal, y me había dado cuenta al verle.

-Will, ¿estás bien?

-Sí...sí, solo ha sido un bajón.

-Tienes mala cara, deberías sentarte. -Dijo Sophie algo preocupada.

-Tsk, joder...-Se sentó y se encogió, abrazándose a sí mismo.

-Pero si hace un minuto estabas bien.-Me senté a su lado y puse la mano en su frente. -Estás ardiendo, deberíamos ir al hospital.

-Tal vez solo necesita descansar un poco.-Sam también se acercó a él.-Será algún dolor puntual, de esos...

-Sam ayúdame, vamos a meterlo en alguna habitación. -Ryan y Sam le ayudaron a levantarse y entraron dentro. Les seguí, y entraron en un cuarto, donde le dejaron encima de la cama.

-Me quedaré con él.

-No, ahora lo mejor es que descanse, solo. -Ryan me miró serio y yo no pude decir nada.

-Tranquila preciosa, se me pasará enseguida.

-Está bien, entonces nos vemos.-Le di un beso en la mejilla y me levanté para irme con ellos.

-*¿Enseguida? Te quedarás ahí hasta mañana, y yo...me quedaré con ella.*

Salimos de la habitación y yo estaba algo desanimada, no entendí como Will se pudo poner así tan de repente. Sam se acercó a mí y me ofreció un vaso de agua.

-Anímate, no se va a morir.

-Lo sé, pero no me gusta dejarlo solo.

-Piensa que lo que quiere ahora estar solo. William es demasiado orgulloso, no le gusta que nadie le vea débil. Es lo mejor que pudiste hacer. Seguro que dentro de poco ya estará como nuevo.

-Eres un buen amigo, gracias Sam.

-Venga, vamos con los demás.

Fui con ellos y retomamos las conversación, intenté animarme como dijo Sam, y pensar que William estaría aquí pronto, con nosotros. Pasaron un par de horas más, estaba con Sophie hablando, y Sam estaba con Jack.

-Ya es hora, echa esto.-Le dio el frasco y él preparó la bebida.

-¿Escopolamina? ¿No será muy fuerte para ella?

-Esto es perfecto, no se acordará de nada mañana. Asegúrate de dárselo. Ya es hora de irnos.

-Claro.

Sam volvió con nosotras, y me revolvió el pelo como una niña pequeña.

-Es un poco tarde, ¿no tienes clase, mañana?

-Sí, creo que ya es hora de volver o Liz me matará después.

-Te llevo a la residencia.

-Gracias, iré a cambiarme.-Me levanté y fui a buscar mi ropa, me cambié y volví con Sam, que ya también estaba listo, con solo ponerse una camiseta por encima. Con él estaba Jack también. -Ya estoy lista.

-Genial, oye prueba esto...te sorprenderá.

-¿Qué es?-Me dio un vaso con un líquido rojo.

-Pruébalo y dime que te parece. -Le di un sorbo y me sorprendió al notar un sabor muy peculiar.

-Hum...sabe a fresa y piruleta, ¿cómo lo has hecho?

-Mezclando un poco de aquí y allá. ¿Te gusta?

Chicos MalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora