Verdades Falsas

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-¿Dóndete habías metido? Estaba muy preocupada por ti.

-Losiento, estuve ayudando a mi abuela durante todo el día. necesitadesconectar un poco.

-Note vuelvas a irte así, por favor. Tenías toda la razón, no debíhaber ido.-Bajé la cabeza y miré al suelo.

-¿Quéha pasado?¿Qué ha hecho?

-Aquí no, que están los niños...acaboesto y vamos arriba. -Lo dije en voz baja, solo para que el meescuchara y se calmara un poco. Él subió a la habitación y yo acabé de hacer los dulces, los dejé todos en la bandeja y guardé las cosas. -Podéis tomar todos los que queráis.

-¡Gracias!

-Deberías estar por casa más a menudo. Mi hermano no sabe cocinar.

-Sois adorables, pero ahora tengo que irme. Que aproveche.

Salí de la cocina y fui a la habitación, abrí la puerta y le vi sentado en la cama con el móvil. En cuanto me vio lo dejó en la mesilla, se levantó y me abrazó.

-¿Qué ha pasado hoy?

-Fui con Samuel a una exposición de Arte para practicar, y me ayudó cuando tenía problemas, pero cuando volvimos a su casa, se empezó a sobrepasar y me dijo que...

-Se acostó contigo.

-¿Lo sabías?-Me separé de él y le miré a los ojos.

-Me lo dijo la anterior noche. No quería decírtelo, porque sabía que no me creerías. Lo siento mucho, yo...te asusté anoche, no debí haberme ido así. Se lo advertí, le dije que no volviera a acercarse a ti.

-Tenías razón, yo no sé en quién confiar. Creí que era un buen amigo, y ahora...lo odio muchísimo. Me violó sin que yo pudiera hacer nada, ni siquiera lo recuerdo.

-¿Quién te trajo aquí?

-Salí de su casa corriendo, te llamé pero no me contestabas, así que llamé a...Liz.

-¿A Liz?

-No dirá nada, tranquilo. Es que no tenía cómo volver y recordé que en mi casa tenía dinero y además me podría cambiar, ya que todavía tenía el vestido y los tacones puestos. Me prometió que no le diría a nadie que me ha visto.

-Siento no haberte contestado. Cuando miré tus llamadas, enseguida vine corriendo hacia aquí.

-Perdóname por no haberte creído, pero todo lo que está pasando, incluso me cuesta creerlo. Will...si que quiero desaparecer contigo, después de esto.

-Y lo haremos, no te preocupes...no dejaré que sigas haciendo esto. Ven aquí. -Me acerqué a él, y me llevó hasta la cama. Se tumbó y yo me puse encima de él, y nos besamos, pero de repente se separó.

-¿Qué pasa?

-Nada...es solo que me extrañó que te quitaras el colgante.

-¿Qué?-Puse la mano en mi cuello y cierto era que no lo tenía. Me levanté y fui a buscarlo en mi bolso. -¿Dónde está?

-Quizás te lo quistaste cuando te duchabas.

-No, es imposible. Nunca me lo quito, ni siquiera cuando me ducho. -Empecé a buscar por la chaqueta, el bolso y todos lados, cuando me di cuenta de donde estaba. -Oh no...no puede ser...

-¿Qué pasó?

-Creo que sé dónde está, pero... Me lo quité cuando me estaba cambiando en la casa de Sam, me dijo que me lo quitara y se lo di para que lo guardara. Todavía debe tenerlo él.

Chicos MalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora