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Wade Wilson

Dedicado a nebulaycosmos 😉

El ruido del bar no te dejaba escuchar tus propios pensamientos. Llevabas casi una hora con tu chupito. ¿ Cuánto podia tardar una persona en tomarse uno? 3 segundos ?
Ni siquiera lo habías probado. Sólo jugabas con el vaso, dándole vueltas y más vueltas.
Podías escuchar la risa y los gritos de los demás mercenarios. Algunos se quejaban por que se habían llevado una paliza creyendo que el trabajo que tenían sería sencillo. Otros se enfadan por que decían que sus compañeros hacían trampas jugando a los dardos. Y tú... Tu sólo mirabas el chupito y a Wade Wilson.
Estaba al fondo del bar, sólo que él al contrario que tú no paraba de hablar y beber. Te habías enterado que tú y él tenían demasiado en común. Los dos eran mutantes. Vuestras respectivas parejas os habían dejado al ver en que os convertisteis y lo más importante. FRANCIS.
Ese desgraciado se había aprovechado de ti al verte sin blanca y medio moribunda por una pelea callejera.
Ahora, tenías dos mutaciones, una se llamaba herbogénesis.
Según te había contado el Profesor de aquella escuela de mutantes, podías acelerar el crecimiento, animar la vida de las plantas y manipularlas.
Y la otra, eras rastreadora. Sólo con tener algún objeto de otra persona, podías saber lo que había hecho en el pasado y ver que hacía en el momento.

Por ello, habías tenido que alejarte de tu trabajo como cazarrecompensas durante un tiempo y ahora estabas sin blanca.

- ¿ Quieres otro chupito o vas a seguir durante otra hora más dándole vueltas a ese? - preguntó Weasel. Era un camarero muy amable para el tipo de bar que tenia.

- Estoy sin blanca Weasel. - suspiras. - Dáselo a alguien que pueda pagarte. - el te mira con curiosidad.

- ¿ Vas a seguir así mucho tiempo ? Un cementerio tiene mas ánimos que tú. - tú solo le fulminas con la mirada. - Vale, lo-lo siento. Es solo que me preocupo por ti.

- Yo no te he pedido que lo hagas. Lárgate por donde has venido y llévate el estúpido chupito.

Cuando Weasel estaba a punto de marcharse una mano puso un billete de 20 sobre la mesa : déjalo Jack, invitaré a un trago a esta señorita.

- No necesito tú caridad.

- Cielo, no es caridad. Si yo te pago el trago, tú me deberás una. Y sé muy bien en que voy a emplear ese favorcito.

- Si piensas que voy a acostarme contigo estás muy equivocado Wade - dices entre dientes.

- No es ese tipo de favor, aunque créeme, acabarás por acostarte conmigo, todas lo hacen. - Dice con superioridad mientras te muestra una sonrisa.

- ¿ Qué tipo de favor es ?

- Ayúdame a buscar a alguien.

- Paso, el último trabajo que hice contigo fue amenazar a un chico que iba en la secundaria y ¡ ni siquiera me pagaste! Así que tu también me debes una, capullo!

- Francis. - te quedas tiesa en tu lugar y toda la sarta de groserías que ibas a soltarle a Wilson desaparecen de tu mente, al igual que todo lo demás.

- ¿ Co-como has dicho ?

- Quiero que me ayudes a encontrar a Francis.

- Sabes que no puedo hacerlo si no tienes algo suyo.

- ¿ Esto es suficiente ? - deja una de sus katanas sobre la mesa y la abre - su sangre.

- ¿ Como has... Como has conseguido...

- Digamos que él y yo tuvimos unos problemas en un puente y se la clavé en el hombro.

Cogí la katana y la toqué, la sensación comenzó como un hormigueo en la punta de los dedos, lo que pasó al resto del brazo y por mi mente empezaron a pasar un montón de imágenes de ese hombre que se hacía llamar Ajax. Entonces lo vi, estaba en un laboratorio parecido al que regentaba antes. Necesitaba ver donde se encontraba algo que me dijese donde podía estar.
Un letrero luminoso llamó mi atención era un club de striptease la bailarina sobre la barra americana rosa era inconfundible.