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Bucky Barnes

10 de marzo de 1953

No recuerdo quién soy, ni de dónde vengo ni cuántos años tengo. En cambio, cuando mi cerebro está lo suficientemente despierto y activo, puedo soñar con unos hermosos ojos castaños. No sé a quién pertenecen, pero sé que me transmiten una paz y una calma que no logro encontrar en este lugar.
Desde que estoy en HYDRA, si es que he estado antes en algún otro sitio, lo único que me permite tranquilizarme antes de las misiones y los duros entrenamientos son esos ojos castaños, ojalá pudiera descubrir el rostro de la persona, pero jamás puedo hacerlo, mi mente es borrada constantemente, mis intentos de huir terminan en tortura y días de ayuno en una celda fría y oscura.
He dejado de luchar; sé que algún día, moriré aquí...

8 de septiembre de 1988

Alexander Pierce es ahora el nuevo mandamás de la organización.
Mis entrenamientos se han duplicado, mis horas de descanso han disminuido y mis lesiones y heridas empeoran por momentos.

- Señor, el Soldado está al límite, si sigue así podría morir en uno de los próximos entrenamientos - escucho a uno de los médicos que me atiende hablar con Pierce, su voz tiembla al dirigirse a su jefe, incluso en sus ojos hay miedo. Reconozco el miedo cuando lo veo, es lo último que veo en las personas a las que he matado. El miedo a la muerte. El miedo a mí.

- Borradlo y congeladlo, que se recupere de sus heridas. - siento un gran alivio, a pesar de volver a sentirme como una marioneta, sé que cuando despierte ya no sentiré dolor alguno y puede que consiga recordar algo más que esos ojos castaños.

3 de mayo de 1999

He recorrido parte de Europa persiguiendo a un ucraniano que huyó con el plutonio que Pierce deseaba para destruir unos edificios en Nueva York, no hay rastro de él por ningún lado, es como si la tierra se lo tragase.
No me preocupa retrasarme, pues se que cuando vuelva volverán a borrarme y huir no es una opción, si algo me han enseñado estos años, es que huir será peor que cualquier muerte.
He logrado recordar de nuevo esos ojos, pero esta vez he recordado más cosas, he recordado el sonido de su risa y sus labios. Rojos y carnosos, en la parte superior del labio, tiene un pequeño lunar.
He soñado durante días con su mirada y su melodiosa risa. Ella sólo viene a mi en mis sueños. Al menos es el único momento donde puedo ser totalmente libre y tratar de recordar quien era antes de ser un asesino. ¿Tendría hermanos? ¿ Tenía al menos algún amigo? ¿ Y novia? Tenía tantas preguntas...  Pero tenía miedo de encontrar una respuesta, ¿ y si era tan mala persona que por eso acabé así, sólo y sin nadie que me ayudase ? Me daba miedo que antes de tener esta vida fuese alguien igual o peor que ahora...

4 de mayo de 2012

Nuva York ha sido invadido por un ejército alienígena. Mientras, Pierce ha aprovechado para enviarme a Iraq a por unos prototipos nuevos de armas y matar a todo aquel que se interpusiese entre los planos y yo. Total, 54 bajas y misión completada con éxito.
Cuando estaba de vuelta a la base, la mujer de ojos castaños volvió a mi mente, esta vez vi su cara y a mi mismo colocando un anillo en su dedo anular, haciéndole promesas que jamás cumpliría.

29 de abril de 2016

Steve me ha encontrado, después de huir de él durante dos años ha dado conmigo. Supongo que también habrá ayudado el echo de que me culpasen de haber matado al rey de un país africano, es imposible que lo hiciese, estando en Bucarest no puedo matar a alguien que está en Viena.
Cuando he intentado huir del piso cutre en el que me escondía Rogers me ha abordado y seguido de él un escuadrón de soldados.

A pesar de saber que yo maté a los padres de Stark, que eran buenos amigos de Steve al igual que el propio Tony él me ha ayudado y nos hemos refugiado en Wakanda bajo la protección de T'Challa, su nuevo rey.

-  Hay algo que necesito preguntarte y quiero que seas sincero, Steve.

- Claro Buck, ¿ de que se trata ?

- He tenido recuerdos con una mujer de ojos castaños y pelo moreno. Yo ponía un anillo en su dedo, era mi prometida, ¿ cierto?  - Steve se pasa la mano por la nuca nervioso y mira a cualquier lugar de la habitación excepto a mi - necesito que me lo digas, llevo años haciéndome estas preguntas, dame respuestas, Steve, las merezco. - El rubio suspira y asiente.

- ¿ Podrían dejarnos a solas ? - pide al resto de médicos, el rey les hace un gesto y todos abandonan la habitación dejándonos a solas, se sienta en la camilla a mi lado. - se llamaba T/n. Os conocisteis tres años antes de alistarte al ejército. Vuestra relación fue... Maravillosa - sonríe - os compenetrabais en todo. Si uno empezaba una broma, el otro la terminaba. Si ella te pedía que saltases tu preguntabas desde que altura. Ella te amaba, Buck.

- ¿Si-sigue viva?

- No, lo siento, se fue hace cuatro años, murió en la invasión alienígena a Nueva York.

- ¿ Al menos fue feliz ?

- Lo fue, Peggy y Howard se ocuparon de que siguiera adelante, luego de unos años encontró a alguien y se casó.

- Bien, bien.

- Es hora de que tu también encuentres a alguien y pases página luego de todo esto.

- Lo haré, me gustaría ver su tumba cuando despierte, si no lo recuerdo, prométeme que tú me lo recordarás.

- Te lo prometo.