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Natasha Romanoff

Bip...bip...bip...bip

Podías escuchar el sonido de las máquinas conectadas a su cuerpo. 
Llevaba así una semana, sus heridas se cerraban poco a poco, los hematomas comenzaban a desaparecer. Pero ella seguía dormida.
A veces tenía espasmos, los médicos decían que eran actos reflejos del cuerpo.
Stark y Banner decían que era por que pronto despertaría.

Bum!

Otra vez esa pesadilla.
Otra vez veías como su cuerpo caía al suelo, un gran charco carmesí se formaba a su alrededor y tus manos se llenaban se su sangre al tratar de parar la hemorragia.

- Eh... Vamos t/n, tranquila sólo era un sueño - susurra el Capitán mientras te abraza. - Se pondrá bien. Es rusa. ¿Recuerdas?

- Lleva una semana así, Steve; es un sinvivir - susurras sobre su pecho - necesito que vuelva.

- Lo hará. Volverá a ti - le miras frunciendo el ceño - sé lo que sientes por ella. Todos lo saben - sonríe - en mi época era extraño verlo. Pero me enorgullezco de poder ver la forma tan pura y sincera en que la amas.

- La amo y ella podría morir - te echas a llorar sin control mientras te abrazas a Rogers.

- No morirá. ¿ Qué ocurrió ? Barton y Sam dicen que te niegas a hablar sobre ello. Dime, ¿que pasó ?

- Es... Es una orden ?

- No, quiero que me lo cuentes como amigo. Pero si tengo que darte la orden como tu superior, lo haré. - suspiras, intentas coger fuerzas para contar lo ocurrido en la última misión.

- Fuimos a Somalia. Para detener a los Señores De La Guerra como pedisteis.
Los vigilamos durante dos días. Y atacamos cuando iban a reunirse con un comprador de armas y marfil. Era una trampa - secas tus lágrimas y agarras una mano a la pelirroja - nos estaban esperando, Steve. Alguien le filtró que íbamos. Estábamos atacando cuando nos rodearon mas de 30 hombres. Intentamos huir, conseguimos bajar dos pisos en el edificio. Natasha pidió apoyo. Pero para cuando llegásteis, ellos habían pedido refuerzos y nosotros estábamos sin munición. Nos enfrentamos en una pelea y matamos o herimos a la mayoría. Pero nos quedábamos sin fuerzas y me apuñalaron en el hombro. Nat trató de cubrirme y por ello recibió un tiro en el tórax.

- Vale, vale. Tranquila. Coge aire y trata de respirar profundamente, esto tampoco es bueno para ti, acaban de darte el alta médica.

- ¿ Podrías dejarme a solas con ella ? - el asiente, besa tu frente con cariño y se va.

- Nat. Siento la necesidad de pedirte disculpas porque tú estés en esa camilla y yo aquí. Sé que me patearias el trasero por verme así tan mal, pero tu eres mi otra mitad, nos conocemos desde hace años y... - secas tus lágrimas con el dorso de tu mano - ¿ quien lo diría una espía inglesa llorando por una rusa? - ríes sin gana - no sé en que momento me enamoré de ti. No sé si fue por verte sonreír, o por tu manera de arrugar la nariz cuando algo no te gusta o simplemente por que eres tú y siempre has estado ahí para mi. En lo bueno y en lo malo. Así que Romanoff, más te vale que despiertes. - Te inclinas hacia delante en la cama mientras te apoyas con los brazos y escondes tu cabeza en estos.

No sabes en que momento sucede, pero sientes una mano acariciar tu cabello. Levantas la vista, es cuando ves a tu rusa favorita con los ojos abiertos y rostro cansado.

- Tu también me gustas - logra decir - supongo que es por lo dramática que llegas a ser a veces - sonríes.

- Te quiero Tasha, no vuelvas ha hacer algo así. - te acercas a ella y besas sus carnosos labios.

- Yo también te quiero t/n.