Capitulo 3

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  Llegamos al comedor y al verme, el señor Mayer se puso de pie para recibirme.

-Toma asiento hijo –me indicó.

Obedecí, pero debo admitir que estaba muriendo de nervios. La chica del columpio estaba frente a mi, sus ojos estaban clavados en los míos como si quisieran decirme algo, su mirada estaba fija, sus ojos eran claros como el agua pero no había ningún brillo en ellos.

-Ella es _____, mi hija –dijo el padre, con un tono de preocupación. Me miró como si me hubiese estado reclamando algo.

-Mucho gusto _____, soy Harry.

-Permiso –dijo mientras se levantaba del comedor.

Al levantarse, tropezó y se cayó al piso. Me puse de pie rápidamente y fui a ayudarla.

-¡Puedo sola! ¡Déjame en paz! –me gritó mientras su piel estaba totalmente sonrojada.

La actitud de _____ me pareció extraña, o más bien, fue normal pues pude percibir que le molestaba mi presencia en su casa. La entendí, pues somos de sociedades diferentes y quizás ella sea de esas niñas ricas que les gusta grillar y estar rodeada de gente igual o mejor que ellas.

-Harry, disculpa a mi hija, ella es...

-No se preocupe señor, puedo entenderla. Tal vez sea mejor que me retire.

-¡No Harry! Termina de cenar, hagamos que no ha pasado nada. Ya tendrás tiempo de hablar con _____ y tal vez lleguen a ser buenos amigos o hasta hermanos.

Yo sonreí incrédulo, pues con la actitud que ella tuvo al conocerme no creí que pudiéramos llegar a ser ni siquiera compañeros de casa.

Al otro día, me levanté como de costumbre: temprano. El reloj marcaba las 6:17 am. Desperté en esa cama que parecía ser una de las nubes del cielo, pude dormir como duerme la realeza. Me di un baño y me fui a recorrer la casa.

Al bajar las escaleras me encontré con la simpática anciana que era el ama de llaves.

-Buenos días Harry –saludó -¿Qué haces despierto tan temprano?

-No es tan temprano, la verdad es que estoy acostumbrado. Cuando vivía con mi padre desde pequeño tuve que madrugar para ir a trabajar.

Mary me miraba con ternura, o lastima para ser preciso pero no era mi intención demostrar aquello.

Estuve con Mary unas 2 o 3 horas contándole sobre mi pasado, ella me transmitía mucha confianza, pero fuimos por interrumpidos por ____.

-¿Nana? –susurró -¿estás ahí?

Esa pregunta me intrigó mucho, pues Mary estaba a la vista.

-Aquí estoy tesoro –fue Mary a su encuentro.

-¿Dónde está el tal Harry? ¿Aun duerme? –Preguntó.

Pensé que esa chica se estaba volviendo loca o estaba haciendo una broma de mal gusto.

Miré a Mary en forma de cuestionamiento y ella solo me hizo referencia a que guardara silencio.

-No cielo, Harry despertó muy temprano, hace más de dos horas –respondió Mary.

-¿Qué hora es? –continuaba _____ su interrogatorio.

-Las 9:00 am.

_____ guardó silencio por unos cuantos segundos como si estuviese pensando.

-¿Es guapo? –se sonrojó.

Mary me miró sonriendo y yo aún no podía entender lo que estaba sucediendo.

-Tiene los ojos verdes, el pelo rizado, es alto, de piel blanca, su boca es roja como una fresa y su nariz es pequeña y perfilada.

_____ empezó a sollozar.

-Nunca podre saber lo que es la belleza, nunca podré ver los árboles, ni el cielo, ni a las personas. Nana, nunca podré ver! –decía _____ mientras lloraba.

Esta descripción desesperada que había dado _____ me había llevado a una conclusión: _____ era ciega.  

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