Ciego Paraiso

Capitulo 14

 Las semanas pasaban como si fueran solo días, casi no pasaba tiempo con ____, me di cuenta que estando cerca de ella solo me hacía daño a mí y lo más importante: le hacía daño a ella.
Por más que me doliera y la amara, lo mejor era que ella pudiera volver a querer a Niall, lo había estado observando y pude darme cuenta que él no era un mal chico, solo un poco controlado.
Mis días eran aburridos al no estar con ella, los pasaba en la cocina junto a Mary que se había convertido en mi confidente. Nicholas era un buen hombre siempre se preocupaba por mis sentimientos hacia ____.
Cada segundo que pasaba me dolía mas tenerla tan cerca y a la vez tan lejos, se casaría en un mes y se iría a vivir a Irlanda, yo debía permanecer aquí en este lugar que era desconocido antes sus ojos y conocido en su corazón. Me dolía el alma al saberla ajena.
Trataba de no llorar, pero habían momentos en que no podía aguantar más y debía estallar.

En el atardecer de ese día, me encontraba en mi recámara recordando el momento en que ____ me tocaba, cuando respiraba sobre mi cara y me daba la sensación más hermosa de toda mi vida. Mientras pensaba en aquello, alguien llamaba a mi puerta.
-Está abierto –dije desde el interior.
-¿Puedo pasar?
Escuché su dulce voz, era ____, mi ____.
Me levanté de la cama y fui a su encuentro para que no tropezara con algo.
-¿Puedo hablar contigo? –preguntó.
-Te escucho.
-Harry, los últimos días hemos estado muy alejados. Sé que no puedo pedirte cercanía debido a que Niall está aquí y no le gustará verme contigo, pero ya no aguantaba más estar así.
Tomó aire y continuó:
-Estoy desesperada y si por mi cuenta corre, creo que no tengo mucho tiempo. Antes de que pase cualquier cosa, me gustaría creer que puedo verte, que tenemos un destino, un futuro juntos. Quisiera estar solo un poquito de tiempo contigo en el que pueda sentirte.
Acaricié su mejilla y retiré un mechón de su cabello.
-Pero tengo miedo... no sé qué es lo mejor.
-Quédate conmigo –la interrumpí.
-Dame una razón, no sé si quieras o simplemente lo dices porque te da lástima verme venir aquí a decirte todas estas cosas cuando debería estar...
-Abrázame. Mis latidos se están deteniendo.
De sus ojos salió una lagrima que mojó su rosada mejilla y se aferró a mi pecho en un abrazo.
-No puedo dejarte de amar... no se luchar, no puedo si no estás. Me he convertido en un soñador sin noches, no duermo, no creo en nada. Si tu no estas a mi lado soy como un barquito en medio del mar cuando hay una tormenta. Soy un alma en pena que no sabe cuál es el rumbo correcto –me desahogué mientras la tenía entre mis brazos.
La tenia, no podía dejarla ir.
-Harry... yo no me puedo casar.
No podía decirle nada, en manos de Niall estaba que ____ recuperara la vista.
-¿Me amas Harry? –preguntó con inocencia.
Sonreí al escuchar aquella pregunta sin sentido.
-No –respondí.
-Ah...
-Eres mi vida entera –tomé su rostro entre mis manos.
-Entonces ¿Por qué no luchas? Estas viendo que voy a casarme y no haces nada.
Ella no sabía que si no se casaba con Niall, no podría volver a ver.
-Sé que con Niall estarás mejor –mentí.
-¿Por qué lo dices?
-Porque él va a poder darte todo lo que mereces y que yo no te podré dar.
-Entonces no tengo nada más que decir –dijo poniéndose de pie.

No quería dejarla ir, pero debía, ella no podía seguir amándome de lo contrario su vida sería un infierno al estar con el hombre que no amaba.
Tiró la puerta fuertemente al salir, podía notar que estaba furiosa.
-¿Qué pasa contigo Harry? –me dije a mi mismo –Debes seguir tu camino.
Tomé el teléfono y decidí llamarle a Zayn:
-¿Qué cuentas hermano? –respondió.
-¿Qué haces? –pregunté.
-Estoy en Starbucks con unos amigos ¿No quieres venir?
-¿Dónde está eso?
Zayn me dio la dirección y quedamos en reunirnos allá.