Capitulo 52

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  *Narra Zayn*

Halley me había enseñado muchas cosas, en los días que llevábamos juntos, habíamos aprendido a conocernos, ella era más que tierna, sensible y comprensiva, me enseñó que no se necesitan ojos para ver el alma de las personas. Lo que aun no conseguía era saber a quien le escribía, una vez mas no pude contener las ganas y volví a buscar su libreta.
"29 de Junio 2011 Hoy iremos de vacaciones a casa de la tia Molly, no me agrada la idea de tener que convivir con ella, es algo... Intensa. Siempre esta pendiente de porque tengo o no un novio y hasta llego a decir que soy lesbiana, ¿puedes creerlo? Aunque me gustaría encontrar una razón por la cual nunca me he enamorado. ¿Que tengo contra el amor o que tiene el amor contra mi?
Te escribo frente al espejo porque me gustaría encontrar una respuesta a todas mis preguntas y tal vez mi reflejo logre responderlas. Me encuentro atrapada en el espejo, el reflejo que hay allí dentro es como una fotografía plana y sin movimiento, así mismo se encuentra mi alma desde que no estas, aun me pregunto por qué te fuiste..."
-¿Zayn? -pregunto Halley al descubrirme en su habitación.
-Hola -fui a su encuentro.
-¿Qué haces aquí?
-Yo... este... bueno... venía a buscarte -mentí.
-Zayn -se acercó más a mi tocando una de mis mejillas calientes
-¿Estas enfermo?
-No, ¿Por qué?
-Es que tienes las mejillas calientes -dijo inocente.
-Ah, no es nada es que hace calor.
Ella frunció el ceño, supuse que no me había creído.
-Te llevaré a un lugar -dije para cambiar el tema.
-¿No nos perderemos o si? -se burló.
-No Hall... Te llevare a mi casa. Todos están de viaje.
-Oh...
-¿Pasa algo? -pregunté.
-No es solo que... nada.
-Vamos Hall... ¿No confías en mi?
-Si lo hago, es que estaremos en tu casa... solos...
Sonreí por la preocupación de Halley.
-Hall, no me aprovecharé si esto es lo que estás pensando.
-Se que no... es que no he estado mucho tiempo sola con un chico.
-¿Olvidaste que amanecimos en la carretera?
Ella se rio y dijo:
-Eso fue inconscientemente.
-Aunque tu te dormiste seguido, yo no lo hice hermosa, estabas tan frágil que pude haber hecho lo que quisiera contigo.
-¿Y por qué no lo hiciste?
-Si lo hice.
Ella abrió los ojos como platos y abrió levemente su boca mientras sus mejillas de decoraban de un tierno rojo carmesí.
-Te cuide. Eso es lo que quería.
Halley soltó una bocanada de aire y preguntó:
-¿A qué hora nos vamos?
-Ahora mismo si estas lista.
Ella asintió y me tendió su mano. La tomé y la llevé conmigo.  

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