Capitulo 18

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 Estábamos en la sala de espera, esperando que nos dejaran entrar al laboratorio. Zayn daba vueltas de un lado a otro y yo estaba sentado mordiéndome las uñas de los nervios.
-Harry Styles –me llamó una mujer vestida de doctora.
-Soy yo –respondí.
-Ya puede pasar.
Zayn me dio una mirada alentadora y yo le pregunté a la enfermera:
-¿Mi amigo me puede acompañar?
Ella asintió y Zayn se adentró junto a mí al laboratorio.
Estando allí dentro, me hicieron sentarme en una alta silla y en mis ojos pusieron unos grandes y pesados lentes de metal que luego de ponérmelo una molesta luz roja andaba por todo mi ojo que se mantenía abierto por unas pinzas que sostenían mis parpados. Era molesto y un tanto doloroso pero por ____ estaba dispuesto a todo. Me quitaron los lentes y me llevaron a otra máquina donde se cubrió mi cabeza completa y otra luz brillante estaba fija en mis ojos mientras otra máquina hacia trazos en una computadora.
-Hemos terminado –indicó la doctora –Usa estas gotas antes de acostarte.
-Gracias, ¿cuándo debo venir por los resultados? –pregunté.
-Se los haremos llegar al Dr. Payne, él se encargará de lo demás.
Asentí, le di las gracias nuevamente y nos marchamos.
Pasaron tres días, los cuales fueron los más incomodos y desesperantes de mi vida. Estaba aún en la cama cuando sonó mi celular:
-¿Hola? –contesté.
-¿Harry Styles?
-Si, soy yo –indiqué -¿Quién habla?
-Soy el Dr. Payne. Los resultados están listos, ¿Puedes venir en media hora?
-Cla... claro –tartamudeé –Doctor, ¿Qué pasó?
-Prefiero no tener esta conversación por teléfono. Te veo en media hora.
-Gracias doctor –colgué.

Estaba a punto de saber si en mis manos estaba la vista de ____, una parte de mi moría de miedo y la otra esperaba con ansias que fuera positivo. Quería salvarla, debía salvarla.
Llegué lo más rápido que pude al consultorio y al verme la secretaria me reconoció y dijo:
-El Dr. Payne lo está esperando.
Habían algunas personas esperando su turno y no les gustó que me dejaran entrar sin tener que esperar, pero eso no nos detuvo y entramos al consultorio.
-Toma asiento Harry.
Obedecí y esperaba con desesperación que me dijera esos resultados.
El doctor miraba la hoja entre sus manos y la analizaba con detenimiento. No pude esperar más y pregunté:
-Dígame que dicen esos análisis.
-Voy a ponerme de acuerdo con el Sr. Mayer para saber cuándo cree que le podamos practicar la operación a su hija.
Me quedé noqueado ante aquella respuesta, eso solo significaba algo: COMPATIBLE.  

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