Seven Sensations |Bts vs Got7| •2da temporada 7Demonios•

Chamuel.

Mark Tuan, era el nuevo nombre de moda en el mundo del espectaculo. No había lugar en Corea del Sur en donde aquel nombre no figurara. En cuanto tuvo la oportunidad, audicionó para aparecer en uno de los mejores Dramas de la temporada, comenzando por supuesto con un papel pequeño. Pero gracias al gran impacto que provocó su actuación, en seguida recibió más invitaciones. 

Le encantaba su nueva vida, llena de aquellos pequeños placeres, y tenía miedo de dejarse llevar por las tentaciones humanas. A su parecer, era el único de sus hermanos que quería regresar al paraíso, sin contar a Jofiel, por supuesto. Pero por más que lo repetía, sus hermanos parecían no prestarle atención. 

El director llamó su atención, pues al estar perdido en sus pensamientos, había retrasado la toma 3 minutos. 

  — ¡Mark, te necesito aquí! — Exclamó aquel hombre obeso, repleto de indignación. 

— Lo siento, es que no he dormido mucho últimamente. —   Se disculpó el chico con una sonrisa en el rostro.  

Mark se acercó al sed con la joven maquillista pisándole los talones. Y en silencio, mientras la chica lo retocaba, se dispuso a recordar a Jin y la tan amigable plática que habían tenido. El mayor de los demonios era agradable, tanto que podía hacerse pasar por un ángel, pero Mark lo conocía bien y sabía lo peligroso que podía llegar a ser. 

  — ¡¿Los nuevos tardaran en llegar?! ¡Estamos retrasados por 5 minutos!   — El director se quejó una vez más y se puso de pie para enseguida articular aquellos movimientos bruscos que tanta gracia le hacían a Mark.

  — ¿Los nuevos? — le pregunto el chico a la maquilladora. 

La chica lo miró sonrojada y tímidamente le respondió. 

  —Un par de jóvenes más se unirán al elenco. Al parecer falta reparto para el clímax.  — Respondió la chica taciturna. 

  — ¿Chicos o chicas? — Cuestiono el joven. 

— No lo sé, al director le es indistinto, pues ambos son papeles pequeños. 

Mark asintió amablemente y de un momento a otro, la piel se le erizó por completo, giró la mirada alrededor del sed en busca de aquellas presencias tan imponentes, tembló al darse cuanta que no las podía distinguir, pero cuando por fin tuvo enfrente a aquel par ojos puestos en él, sonrió gustoso. 

Los Demonios habían regresado, era hora de ponerse a trabajar.