Capítulo 19.

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Decir que estaba decepcionado no le hacía justicia a lo que SeokJin sentía. Desde que había encontrado la forma de dominar a los demonios, había dejado de necesitarlo. Maldita mocosa, justo cuando había visto esa linda camiseta Armani color rosa. Aunque en realidad, si se detenía a pensarlo un poco, no tenía mucho sentido que le pidiera ayuda cuando el pecado que seguía era Yoongi, es más cualquiera se atrevería a afirmar que la chica ya tendría la batalla ganada.

Suspiró y le sirvió el desayuno a sus hermanos. Como siempre, NamJoon se quejaba de lo incompetentes que eran los humanos, mientras él se dedicaba a escuchar todo lo que su líder tuviera que decir. Y cuando sintió que ya no podría más con su aburrimiento, miró a Taehyung y a Hoseok cuchicheando un montón de cosas que por supuesto no entendía. Agradeció internamente y regaño a sus hermanos.

Orgulloso por el respeto que los muchachos le tenían, sonrió taimado y se giro para mirar a NamJoon.

— ¿Qué crees que pase en esta semana? — Preguntó.

Namjoon miró al mayor y se encogió de hombros.

— En realidad, solamente falta que follen durante el último día. Yoongi lleva amando a esa chica desde hace mucho. — Dijo con voz queda. — En lo que a mi respecta, esta sensación será la más fácil de todas.

Jin asintió dándole por completo la razón.

— Solamente hace falta que mires, ninguno de los dos ha bajado a desayunar.

NamJoon miró a Jin y asintió.

Aunque podía asegurar que los seis demonios tenían grandes expectativas de esta semana, no era bueno ilusionarse.


  Fourth sensation...

Acidia

El demonio de la pereza es el demonio más metafísico de los pecados capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia de uno mismo. Para Belfegor es difícil existir sin motivo alguno. Toma a su presa desde la raíz, para terminar con la convicción de su víctima. Muchas veces se ha descrito a Belfegor como un ser transparente, demasiado hermoso con el rostro somnoliento y esa atípica apatía. No juegues con Belfegor, odia bromear y ten en cuenta que si lo desea, puede hacerte pedazos.

Día uno...

—Te amo, te amo , te amo. — Yoongi besó a Hye por millonésima vez en lo que iba de la mañana. En su rostro se dibujaba una sonrisa que pocas veces salía a relucir.

Procuraba abrazar a Hye desde la cintura hasta la espalda, hundiendo de vez en cuando el rostro entre los hombros de la chica.

Hye suspiró, por fin podría estar un tiempo a solas con Yoongi, sin tener que preocuparse por los demás.

— Yo también te amo. — Hye beso la frente del chico y lo atrajo hacia sí para poder acariciar su nuca con cariño.

Yoongi suspiró, la felicidad que sentía en ese momento era perfecta. Podía sentir su corazón latir con regocijo. No podía pedir nada más en la vida.

El tiempo había dejado de contar para Yoongi, podía incluso asegurar que ese factor había comenzado a darle miedo. Verse obligado a contar los días y las horas que tendría que estar con el amor de su vida, no era agradable.

Tensó los músculos cuando Hye tomó su móvil desde el buró y lo encendió para poder ver la hora.

— ¡Yoongi! Ya pasa de medio día. — Exclamó. — Creo que deberíamos ponernos de pie.

Seven Sensations |Bts vs Got7| •2da temporada 7Demonios•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora