Capítulo 24.

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Día cuatro... 

Despertar en el infierno había sido una extraña experiencia, especialmente para Hye, que al decir verdad no podía acostumbrarse al extraño aroma a hierbas que el sitio emanaba. Le gustaba, le gustaba por que le permitía acercarse un poco más a los muchachos, aunque su nariz se irritara y goteara, entre tanto, no pudo evitar preguntarse si es que a caso aquella extraña sensación se iría cuando se convirtiera por fin en un Abraxas. 

SeokJin seguía dormido y la verdad es que el chico se veía demasiado cómodo, lo cual era comprensible, el joven por fin se encontraba en su territorio y bien dice la gente que no hay mejor lugar como el hogar. 

Hye se puso de pie en silencio, para no interrumpir el sueño del gran príncipe, se estiró y salió de la habitación, pues a la chica le causaba verdadera curiosidad saber cómo era la gran casa durante el día. Un par de sirvientes la esperaban en la puerta y la chica no pudo evitar preguntarse si acaso esos Demonios dormían o se quedaban todo la noche en ese sitio. Les dedicó una reverencia, pero los sirvientes no la devolvieron. Caminó por el pasillo y abrió una puerta corrediza en donde se suponía se encontraba la recepción. Entró en la habitación, para poder verla con mayor detenimiento. En la pared se encontraba un gran retrato de los siete pecados capitales, que parecía provenir de la dinastía Joseon y asemejaba a la última cena. Dicha pintura estremeció a la joven, sintió de repente como la piel se le erizó, los detalles eran centelleantes, con una pizca de maldad en cada trazo.  Los demonios que ahí se divisaban, no se parecían en nada a los que ella conocía, estos eran repugnantes, con extremidades animales y cuernos gigantescos. Satanás se encontraba enmedio con las manos levantadas, mientras Asmodeo (A quien, quien quiera que fuera el autor de esa obra, pintó como una hermosa mujer), Belcebú (quien era un cerdo, mórbido y escabroso) se encontraban a su lado. Belfegor (retratado como una mujer con rostro de caballo) se encontraba aun lado de Belcebú, Liviatán (dibujado como un extraño ser marino) estaba a la izquierda de Asmodeo. Por último, Mammón (un anciano con cuernos y un montón de fina joyería, se encontraba en el extremo derecho, aun lado de Belfegor, mientras Lucifer (el más hermoso de los arcángeles) se dibujaba en el extremo izquierdo. 

Hye tocó el retrato con la punto de los dedos, admirada, cada trazo era tan real... 

  — Señorita, no puede estar aquí si el príncipe no está presente.  — El Demonios que se le acercó un día antes a Jin para ofrecerle la cena, miró a Hye con desdén, dedicandole una hipócrita reverencia. 

La joven, sorprendida, asintió y salió de la habitación murmurando débiles disculpas. 

El anciano no respondió a ninguna de ellas, sin embargo le dedicó a la chica una sonrisa taimada que la hizo temblar. 

  — En su interior se encuentran cinco de los siete pecados capitales. — Dijo el hombre, con una voz sepulcral. — Pero puedo percibir un toque celestial que francamente me repugna. — El anciano fulminó a la chica con la mirada y escupió al suelo, para después comenzar a reír  divertido.  

Hye tragó saliva, aquella terrorífica escena la hizo retroceder. De los cuartos contiguos comenzaron por emerger un par de sirvientes más. La chica estaba a punto de echarse a correr cuando el hombre se elevó por el aire y salió volando, rompiendo un par de las finas persianas. 

  — Esta mujer está por encima de todos ustedes, deberán respetarla como me respetan a mí y si acaso este incidente vuelve a repetirse, no dudaré en matarlos a todos. — SeokJin se colocó imponente, aun lado de la chica, asesinando con la mirada a cada demonio presente. 

El joven se giró para mirar al anciano y presionó su puño, sin cambiar aquella sería expresión. El anciano comenzó  a retorcerse de dolor, conforme Jin continuaba presionando la palma de su mano. Hasta que por fin, aquel viejo optó por suplicar perdón. 

Seven Sensations |Bts vs Got7| •2da temporada 7Demonios•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora